El sábado 26 de mayo, a las 22.00 horas, en la Sala Mecano de la Casa de la Cultura, se presentó el grupo de teatro «Nueva escena» de la ciudad de San Salvador de Jujuy con la obra «Conejo» de Juan Carlos Carta. Se trata de un monólogo dramático encarnado por el actor Oscar Cacho Galdo. El director Rubén Iriarte se acerca nuevamente a Salta, recordemos que fue jurado en la Fiesta Provincial Salta 2005, en representación del I.N.T. El grupo hace pocos años atrás, presentó Cuatro caballetes en La Fundación.
Juan Carlos Carta corresponde a la nueva generación de artistas que abordan sin medias tintas los temas de actualidad, poniendo al descubierto las verdades más intimas del hombre, sus reacciones y debilidades más profundas.
Dice el grupo Nueva escena: «la obra posee un hondo contenido dramático en un tema de alto voltaje social.»
El unipersonal, bajo la dirección general de Rubén Iriarte con René Tanquía en asistencia de dirección y preparación actoral; Celia Lettoli en maquillaje; Gabriela Solanas en prensa y diseño se realizó en un clima denso en el que un hombre narra su historia -con actual neurosis- a un posible narratario que podría ser el juez, un celador de la cárcel o su psiquiatra.
Galdo se luce en su papel, ajustado, protagonizando un enfermo que tras su frustrado intento por establecer una pareja y tener una vida normal, termina siendo un pervertido que “se consuela” con niñas.
La perversión manifiesta por este hombre está casi encubierta por la nefasta historia del pasado de la infancia, adolescencia y adultez de este personaje, quien ha recibido el sobrenombre de conejo entre otros tantos como “pelotudito” o “cornudo” que hacen una lista de más de 150 sobrenombres que le pusieron por su estupidez. Es decir, ante la patética vida de este singular personaje, quienes estuvieron cerca y lo conocieron siempre se burlaron de él.
Por momentos, el drama psicopático del protagonista, confunde al espectador con cierta pena, pero descubrimos la perversión confesa y negamos toda posibilidad de recuperación. El personaje no puede volver a su realidad y justifica su estado con sus problemas del pasado.
Se juega bien el espacio, dado por el reducido ámbito en el que se desenvuelve el protagonista y los objetos señalan la presencia y ausencia de sus referentes discursivos o de sus evocaciones al pasado.
Nueva escena, grupo jujeño, en 50 minutos muestra un tema áspero, de difícil aceptación y sobre todo, un personaje que además de perverso, es depresivo y su neurosis está bien lograda en escena.