En cualquier comunidad del planeta, surge eso de agruparse colectivamente para defenderse cuando se advierte que un peligro acecha su propia supervivencia y de las generaciones que
vienen.
Debe ser, por aquello de que LOS PUEBLOS NUNCA SE SUICIDAN.
Sin embargo, no parecen compartir esta tesis las autoridades y poder público de Catamarca, al posibilitar facilitar y ordenar la perversa y condenable represión gendarme-policial en Tinogasta, un pueblito perdido en la geografía catamarqueña, donde explotan desde hace tiempo empresas canadienses y Austrialianas, los recursos naturales de la zona.
Si hubiere que calificar este vandálico atropello de uniformados con órdenes del poder político, no solo sería un atentado a los derechos humanos sino además, un delito colectivo de lesa humanidad, cometido por fuerzas con uso de armas y canes asesinos en contra de una población indefensa y desarmada.
Ud. imagine este escenario: las autoridades provinciales desde el propio gobernador aduce que ELLOS sólo cumplieron una orden judicial para REPRIMIR… ¿Reprimir qué? ¿Y por qué no se identifica al JUEZ actuante? Este deberá justificar sus medidas y acciones por ante el Consejo de la Magistratura, órgano extrapoder de contralor de los jueces de la Argentina.
Alguien en su sano juicio, supone que el Poder legislativo de Catamarca le promoverá Juicio político al gobernador de la provincia por tamaño desatino, el que por rara casualidad del destino: ¿no dejó MUERTOS INOCENTES en la desigual refriega y feroz ataque…?
Poco a poco, se va conociendo que las políticas del estado nacional, en materia de explotación minera en el país, deben hacerse a SANGRE Y FUEGO contra la gente que reclama y constituir al grupo de seguridad policial más la Gendarmería, en la guardia pretoriana de las empresas extranjeras que operan en la Argentina.
Otra lectura no puede hacerse, cuando se infiere que las líneas que bajan del Gobierno central, son cumplidas a pie juntillas sin importar las nefastas consecuencias para la comunidad por los gobiernos provinciales.
Y atentí! La Rioja está en tensa calma, Salta en la quietud e indiferencia civil que asusta, y en general, el resto de las provincias del Noa y Nea copadas por empresas extranjeras contaminantes las que en algún momento, podrían llegar a ser como Catamarca: una señal de ALERTA ROJA para los cómplices civiles que consienten estas aberraciones desde los tres poderes de los estados provinciales .
La Nación como dice el vulgo, o sea, Olivos, no siempre tendrá razón al pretender imponer presencia de capitales y empresas extranjeras que se radican en nuestro suelo para depredar. Y ni siquiera adquieren en Argentina los insumos básicos para la explotación del recurso minero.
Fíjese Ud. lector, hasta qué punto nos desprecian e ignoran cuando SON ELLOS los que vienen a saquear nuestro suelo. Lo más tenebroso, como la ley minera vigente en Argentina, nacida durante la época de la horda menemista más canalla y ruin, la que exime a las mineras de pagar impuestos durante 30 años.
– El autor es Periodista (De la Asoc. de Periodistas de Salta) –
Columnista Político
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