El ex magistrado puso trabas a los Juicios por Delitos de Lesa Humanidad en Salta.
A pesar de las numerosas denuncias en su contra, el ex juez había logrado mantenerse en su cargo gracias a Rabbi Baldi, presidente de la Cámara salteña. El camarista fue acusado de “feudalizar” la justicia y beneficiar a represores.
Hasta su renuncia la semana pasada, el juez subrogante Carlos Olivera Pastor había sido sostenido en su cargo por la Cámara Federal de Salta a pesar de las numerosas denuncias en su contra por paralizar causas por delitos de lesa humanidad en Jujuy.
El presidente de la Cámara, Renato Rabbi Baldi Cabanillas, que había avalado los fallos dilatorios del ex magistrado, fue denunciado el año pasado por haber intervenido en el allanamiento a la casa de su cuñado, el represor Alejandro Marjanov.
A pesar de que más de 120 personas fueron víctimas del Terrorismo de Estado en Jujuy, las demoras en la justicia local convirtieron a esa provincia en una de las pocas en las que todavía no se ha podido realizar un juicio oral por delitos de lesa humanidad.
Según datos de la Unidad Fiscal de Coordinación y Seguimiento de las causas por Violaciones a los Derechos Humanos, Olivera Pastor rechazó o ignoró el 88% de las indagatorias pedidas.
La Cámara de Salta y su titular respaldaron esta estrategia del ex juez subrogante, quien debió renunciar luego de que su actuación provocara el repudio de organismos de Derechos Humanos de Jujuy.
La Cámara rechazó los recursos presentados por la fiscalía ante cada indagatoria ignorada o rechazada por el juez subrogante.
Renato Rabbi Baldi fue ascendido a camarista de Salta en 2009 para cubrir el espacio dejado por el ex juez Ricardo Lona, acusado por delitos de lesa humanidad.
Antes, se había desempeñado durante una década como secretario letrado de la Corte Suprema de Justicia.
Desde la Unidad Fiscal no sólo lo señalan como “protector” de Olivera Pastor sino que lo responsabilizan de “feudalizar la jurisdicción” para que no prosperen los juicios de lesa humanidad.
Ejemplos de ello son el nombramiento de la hija de Olivera Pastor en el Tribunal Oral Federal de Jujuy que tiene que realizar los juicios elevados por el ex magistrado, y el cargo que ocupa Denise Blajean, esposa de Rabbi Baldi, como secretaria de Derechos Humanos del TOF de Salta.
Hace exactamente un año, otros vínculos familiares del camarista se hicieron públicos cuando su cuñado fue detenido por delitos de lesa humanidad: se trata del prófugo Alejandro Marjanov, quien fuera segundo jefe del Batallón de Comunicaciones en Bahía Blanca y está casado con una hermana de Renato Rabbi Baldi.
El fiscal de Bahía Blanca Abel Córdoba denunció que el camarista interfirió en el allanamiento judicial en la casa de su cuñado, lo que generó una acusación penal y otra en el Consejo de la Magistratura.
Según consta en el expediente, luego de que Marjanov fuera detenido, se ordenó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria el registro de su casa en San Salvador de Jujuy en busca de pruebas.
Si bien el operativo debía ser secreto, alguien se lo informó a Rabbi Baldi quien se comunicó con el encargado del allanamiento para, luego de presentarse como camarista, pedirle que “se lleve a cabo con la mayor discreción posible, preservando los bienes materiales en la vivienda de su hermana”.
Al llegar al domicilio, otra de las hermanas de Rabbi Baldi esperaba en la casa y dijo conocer el objetivo del operativo. Según la acusación, el camarista habría “llevado a cabo una acción consistente en prestar ayuda a Marjanov para eludir la investigación judicial”.
En Jujuy, bajo jurisdicción de la Cámara Federal de Salta, todavía no se pudo realizar ningún juicio oral por delitos de lesa humanidad.
En su paso por el Juzgado Federal 2, Olivera Pastor no elevó ninguna causa completa a juicio sino que impulsó una política de fragmentación: en total son diez los imputados cuyas situaciones fueron elevadas pero se trata de casos aislados.
Dos de esos imputados concentran 40 hechos: el coronel retirado Horacio Domingo Marengo y el ex teniente José Bulgheroni, mientras que los otros ocho están acusados por uno o dos hechos cada uno.
Si bien las cifras son contundentes y marcan claramente las medidas dilatorias, las denuncias contra Olivera Pastor, instruidas por el consejero Ricardo Recondo, titular de la Asociación de Magistrados, se acumularon en el Consejo de la Magistratura y el ex juez subrogante volverá a su viejo cargo en la secretaría del juzgado federal de Salta sin ninguna sanción.
– Por Gerardo Aranguren – Tiempo Argentino – 3 de abril de 2012