En la noche del viernes el grupo uruguayo No te va a gustar realizó su primera presentación en Salta en un local bailable de la calle Balcarce. En exclusiva, nuestro medio pudo conocer la intimidad de la banda luego de un show a puro “pogo”.
Grupo de adolescentes con remeras coloridas y mochilas agrupados en la calle Balcarce nos indicaban que habíamos llegado al lugar correcto: luego de una larga espera No te va a gustar se presentó en Salta para alegría de sus fanáticos.
La convocatoria era a las 21.30 y con el transcurso del tiempo el predio se fue llenando. Todo estaba listo. A las 21.50 salieron al escenario los músicos que abrieron el show con su clásico “Al Vacío”.
La banda tiene una mezcla de sonidos que marcan su propio estilo. Martín Gil toca la trompeta y es el “vocero oficial del grupo” integrado además por Mauricio Ortiz (saxo), Diego Bartaburu (batería)), Gonzalo Castex (percusión), Guzmán Silveira (bajo), Marcel Curuchet (teclados) y Emiliano Brancciari (guitarra y voz).
Desde un principio se mostraron agradecidos y sorprendidos por la respuesta del público salteño que no paraba de cantar sus canciones.
En una entrevista anterior a la presentación el líder expresaba sus deseos de que los salteños conozcan su música. Es por eso que el fanatismo de los jóvenes los sorprendió, ya que no paraban de saltar y bailar.
En un show de aproximadamente dos horas interpretaron canciones de sus cuatro discos. También hubo lugar para los homenajes a los consagrados del rock argentino: sobre el final tocaron temas de Los Redondos.
Todo se desarrolló tranquilamente. Al entrar al boliche estaba la policía que realizaba el tradicional “cacheo”. Adentro solo podían adquirirse gaseosas. No había alcohol: Un solo auspiciante y dos “trapos” colgados decoraban el lugar.
Creo que hay un valor agregado en ver a las bandas en ascenso, porque transmiten sus ganas de tocar, y experimentan una mezcla de alegría y sorpresa al descubrir que tienen su público que los admira y los alienta. Es una especie de humildad que muchas veces “los grandes” del rock pierden con la llegada de la fama.
Cuando el show terminó y los jóvenes alborotados fueron vaciando el local bailable pudimos conocer a los protagonistas de la noche. Acababan de tocar y todavía sentían a flor de piel la euforia y energía que estos espectáculos generan.
Atrás del escenario nos encontramos con un grupo de músicos que comentaban sorprendidos las anécdotas del show, se hidrataban y recibían a un grupo de fanáticas que les sacaban fotos y los invitaban bailar.
Con gran amabilidad nos contaron su sorpresa por la respuesta del público; no imaginaban tener seguidores tan lejos de su país.
La gira continúa con actuaciones en Tucumán y La Rioja. El 12 de Junio pasarán por el Luna Park antes de comenzar su cuarta gira por España.
Al comentarles la prohibición que sufrió el rock en Salta durante el gobierno anterior, se mostraron sorprendidos. En Uruguay el gobierno apoya a los músicos y fomenta el crecimiento del rock uruguayo.
También expresaron su admiración a bandas argentinas
-“crecimos escuchándolos”- como Sumo, Divididos, Los Redondos entre otros.
Al salir del boliche, caminando por la Balcarce me crucé con personas cenando, con turistas extranjeros, delegaciones que venían a conocer a la Virgen del Cerro…
Sentí alegría al saber que hoy en Salta hay opciones para todos los gustos. Existe la libertad de elección. O al menos la libertad de elegir una salida para el viernes a la noche.
Una noche de puro rock (y pura represión)
Está bien que tengamos más libertad de elección o gustos… pero no tenemos libertad de expresión y esto es algo que no se puede tolerar bajo ningún punto de vista.En un pais dónde las clases sociales de abajo, las más empobrecidas y sobre todo la que «reclama con justa causa» los encierren por pedir justicia.
Las personas que se manifestaban con una huelga de hambre en la plaza fueron encarcelados en la alcaldía y los trataron como a perros y eso no tiene nada de bueno, nos dice que todavía existe un estado represor que vulnera los derechos cuando se le da la gana.