Para evitar tratar las consecuencias del exceso, nos conviene primero focalizarnos en la prevención.
Todos sabemos que diciembre es un mes de mucha actividad y estrés, no sólo porque hay que terminar de cerrar el año en el trabajo, acudir a los actos de los chicos en el colegio y comprar los regalos para el arbolito, sino también porque nos encontramos ante un gran número de compromisos que tienen como protagonista a la comida.
Estos cambios hacen que se vea alterada nuestra alimentación, lo cual suele traducirse en excesos de comida y bebida. La clave para salir triunfantes de estos días sin aumentar de peso ni sufrir intoxicaciones, está en el equilibrio y la compensación. Para aquellos que padecen alguna enfermedad del corazón, este consejo cobra especial relevancia.
Para evitar tratar las consecuencias del exceso, nos conviene primero focalizarnos en la prevención. Recordemos que en Argentina los termómetros en estas fechas rondan cifras extremas que casi nos obligarían a comer de manera más ligera, eligiendo alimentos más frescos, ricos en agua y bajos en calorías. Sin embargo, nos dejamos llevar por algunas tradiciones del hemisferio norte, y nuestra mesa se transforma en un banquete suculento de recetas y bebidas que apenas nos dejan con ganas de movernos.
¿Qué podemos hacer para evitar ese malestar post fiestas?
En primer lugar, elegir platos menos elaborados, ricos en frutas, verduras frescas y carnes magras. Esto es fundamental para evitar la pesadez, gases y otros malestares posteriores. Por otro lado, es fundamental hidratarnos bien durante todo el día, sobre todo teniendo en cuenta las altas temperaturas. Las frutas y verduras contribuyen a aumentar nuestra ingesta de agua, así como las infusiones y gelatinas.
Para ahorrar calorías nos conviene saltear las “picaditas”, y no abusar de los fiambres, quesos y carnes grasas y dulces. Intentar comenzar nuestra comida con una ensalada e hidratarse antes y durante la comida con bebidas sin alcohol sería ideal para compensar un poco las calorías que luego llegarán con el brindis. La cantidad también es clave. No perdamos cuenta del número de veces que nos servimos, ya que no solo las calorías, sino también el sodio, los azucares y las grasas se verán multiplicados en cada ración de más.
Para evitar excedernos en el sodio, podemos limitar el consumo de alimentos en conserva (aceitunas, enlatados, alcaparras, pickles, productos de copetín), colocar las salsas a un costado del plato, y condimentar con hierbas y especias aromáticas en lugar de sal. ¡No olvidemos que la sal también se encuentra “escondida” como conservante en algunos alimentos!
La actividad física será en estos días nuestra gran aliada para compensar los excesos y mantener nuestro peso y nuestro corazón saludables.
– Lic. María Perversi – Nutricionista, Fundación Cardiológica Argentina
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