La pena de los muchachos del club

Dardo entró exasperado, puteando a diestra y siniestra, por las causas que son de público y reconocido conocimiento, que no es otra cosa que su incompatibilidad conyugal y que a esta altura de los acontecimientos, le representa una tortura la convivencia. Qué mejor que los amigos del club para escuchar y compartir sus cuitas, en tanto que el centro de la cuestión es que sus pretensiones y anhelos vehementes son la tenencia de una mujer que asuma, cabalmente, las responsabilidades matrimoniales. Para no hacerla difícil: que cumpla en la cama las obligaciones, sin rodeos, que una mujer debe cumplir; o sea (más específico todavía) los compromisos sexuales que una esposa le debe a su cónyuge. Los muchachos se mostraron comprensibles con la demanda de Dardo, como si fuera un problema común de las alcobas añejas, asintiendo la testa al unísono.

Lo cierto es que daba tela para cortar, despacito y con buena letra. Dardo aprovechó el clima comprensivo de los muchachos para testimoniar su drama personal.- “Saben que pasa muchachos que esta vieja tiró la chancleta.- y Yo estoy hecho un pibe, para varias jornadas. Me quiere convencer con su nuevo rol de abuela aplicada y, peor aún, me propone que seamos buenos hermanitos”. . – “Saben qué, se puede ir a la R.M. que la parió” y no dejó insulto inconcluso. Realmente estaba enojado el “chino Pacheco”, pero el grupo también y el “Loro” no se hizo esperar, cuando intempestivamente le cantó:”Deja de renegar al pedo y buscáte una amante” como si esta tarea (a cierta edad) fuera un propósito cómodo. De todos modos, como propuesta era coherente y hasta te diría, atinada. Walter, como asintiendo en la misma dirección, agregó: “No hay caso, cuando la mujer se enfría en la cama, no hay vueltas. Es mejor salir a cazar afuera y dejarla en paz, porque el asunto no tiene retorno”.

Antonito Di fresca, se mandó una de Laboratorio (sin dejar el tablero) mientras movía las piezas, le dijo:”Sabés Ché, lo que tenés que hacer es ir a la Farmacia y pedirle al botica que te venda Vaselina líquida y untarle a la vieja (en la zona vaginal) una buena dosis de lubricante y, después contáme que tal te va; sino ya tenés que visitar un negocio especializado en accesorios, juguetitos que le llaman, y probar novedades. Qué pretendes que baile al ritmo de tus achaques.” Creo que como nuevas modalidades de relación, estaba en buen camino, por eso de que la pareja se aburre en la repetición de la rutina. El gringo Di Fresca estaba convencido de que en la pareja hay renovar para no caer en la apatía. Agregó otras indicaciones de tipo técnico, pero ya entran en el orden de la censura. No todo lo del Club y las intimidades de la muchachada, se puede publicar, hay temas que son de la intimidad de las conversaciones; pero reconozco que el gringo es un especialista.

Carlitos de “Montreal” estaba con los dientes apretados asegurando que:”El erotismo (que no es lo mismo que el Amor) tiene fecha de vencimiento. Es un ingrediente frágil, precario, limitado sino se lo realimenta convenientemente, porque sentirse feliz, no es sentirse plenamente feliz. Curiosamente, esa plenitud gozosa está acotada por la realidad. En este largo camino de la convivencia la clave es aguantar y sufrir, sufrir y aguantar, rematando: El placer del amor no dura más que un momento, la pena de amor dura toda la vida.” Si no lo interpreté mal, Carlitos aludía a las facetas del amor relacionadas con el sufrimiento, como si la relación matrimonial en un momento estuviera, inexorablemente, ligada a los fracasos, o hartazgos, o saturaciones.

Indudablemente que estos desacuerdos llegan avanzada la relación, y es el compromiso sexual el que pone su granito de arena en el proceso de repudio.

Huguito, el mendocino, nunca le escabulle al bulto y en su afán de picotear algo, se mandó:” El amor de la pareja es diferente al de los hijos, al de los nietos, al de los padres, cuando se apagan esas expresiones de amor: las caricias, los besos, el contacto corporal y todas aquellas cosas que suponen una cierta cercanía a lo erótico y a lo sexual, empieza a germinar las raíces del desvinculo y porqué no, la lucecita de la violencia en reiteradas agresiones. Se acabó el arroz con leche para dar ingreso a los tropiezos. Se diluye la sincronía del placer, se acabó la competencia deportiva desaforada cuando la juventud los convocaba al exceso de los cuerpos. En rigor, se acabó el humor que da continuidad a las intenciones y a la empatía.” No esperaba este vuelo poético de mi apreciado amigo. Sentí que se lució.

Los muchachos se alinearon para participar y Yo que me la daba de moderador (¡Qué flor de piola!), de manera que privilegié la participación de Riky (el biólogo) que quería meter su cuchara, como para ir terminando la polémica y éste timidango se largó a la pileta:”Si no se aguantan, porqué no se separan y dejan de dar lástima”. Creo que derrapó, porque en ningún momento Dardo habló de divorcio. En ese momento hubiera preferido que no hablara a arriesgar una desubicación con el amigo pero, la verdad, es que pocos se animan a cantar las cuarentas y a decir las cosas por su nombre. Generalmente nos quedamos en esa pasividad cómoda por miedo a herir la susceptibilidad ajena, por aquello que la mejor palabra es la que no se dice y el zanguango se la mandó de una: “Por qué no se separan” con lo que espantó a los invitados.