¿A Mariela el Gran Hermano la mandó a perder?

La actriz participante de la última edición de Gran Hermano está en Salta. Vino a visitar a su familia. Fue finalista de la novela virtual que protagonizó junto a 17 participantes de otras provincias. La salteña dejó una buena imagen de su persona en todo el país. Por algún motivo en especial, se rumorea que los productores y organizadores del programa no la vieron como ganadora. Circula la versión que Mariela Montero Ríos era la elegida por el público. La pregunta de muchos es: ¿qué vieron en la tucumana, Male, que llegó a ser la ganadora? ¿Qué hay detrás de esta novela virtual, en la que se dice que hay indicaciones-no previo libreto- de cómo actuar frente a las cámaras? ¿Cuál será el papel que le habrían armado para cada uno? Evidentemente, el trasfondo de esta creación colectiva, sólo la conocen quienes hoy manejan los capitales que devuelven mucho dinero en esta producción televisiva.

Llegada a Salta, la actriz Mariela Montero fue recibida por el intendente Miguel Issa y se realizaron festejos en honor a su participación y representación televisiva, por lo que anunció que estará sólo tres días por su ciudad.

Fuentes cercanas a gente que rodea a una de las protagonistas del reality-novela en vivo, dicen que Mariela Montero está acompañada por gente de Buenos Aires ¿Privación ilegítima de la libertad? ¿Seguimiento personalizado? ¿Acompañamiento psicológico? ¿Amor en custodia? ¿Por qué Mariela no vino sola? ¿Por qué no puede ir a ciertos lugares? Está comprometida con las firmas G H. Tiene contratos hasta de por dónde caminar.

Los que vieron Gran Hermano se quedaron tiesos cuando expulsaron a Diego. Se dice que todo estaba armado. ¿Fines políticos? ¿Fines sólo económicos? ¿Hasta qué punto se puede usar a una persona para ganar record de audiencia? ¿Cuáles son los límites que impone la Tv frente a una ética de verdad-mentira? Dicen que en la tríada Male, Juan, Mariela, ganó Mariela.

¿Es el juego, un juego también para los espectadores que se “creen” que lo que ven es un reality? No caben dudas que es un show pero sí está planteado ya, ante la creciente corriente de rumores, que hay arreglos y dinero de por medio para que los participantes también se involucren. Juego interno y juego externo es la propuesta de un programa en el que ya nadie cree lo que ve. Los que lloran actúan, las familias están idealizadas sólo para mostrar una faceta irreal pero conmovedora. ¿Por qué necesitan mostrar hogares constituidos y falsas contenciones? Las familias de la TV también constituyen personajes de la Novela Virtual que significa Gran Hermano.

Imaginemos una situación ficcional: “Mariela camina por la que era su ciudad. Peatonal Alberdi. Por detrás va la “gente” de la producción. Viene alguien, un conocido o amigo, la invita a tomar un café. Sentarse a tomar un café cuesta unos $100 o más para G H. Pero podría ser mala publicidad. Se trata de un Don nadie. Otro la saluda, ella contesta y foto. Sale otros $ 100 o más -sólo para tirar un número. Pero puede quedar en el archivo ya que quién era este sujeto.”

¿Podrá Mariela despedirse con un beso de algún amigovio o amante que quedó en Salta esperándola? Quizá pueda hacerse una escapada o andar a hurtadillas. Pero el ojo espía del G H no la deja ni a sol ni a sombra.

¿Podrá Mariela visitar a su ex profesor de teatro con el que tuvo un afaire y decirle: cuando terminen mis contratos vuelvo a terminar lo que quedó a medias?

Situación ficcional: «Mariela a las 3 de la madrugada se levanta, se pone una extraña vestimenta como para pasar desapercibida. Se pone una gorrita para parecer un varón. Salta la ventana de su casa que todavía no tiene rejas. Corre rápidamente por las calles. Toca la puerta de su amado. Este desde afuera pregunta quién es. Mariela responde soy yo. Este llama a la policía porque no entiende qué pasa, si la muñeca estaba en Buenos Aires. Y ya no era ni un poquitín suya. Llega el 911 a los 30 segundos; Mariela corre, la policía la hace subir a un auto. Ella explica que es la famosa salteña de G H, los uniformados se ríen. Cuando llega al destacamento el comisario la reconoce, se agarra los pelos, se raja las vestiduras. La hace sentar, que le traigan un café. Ella le explica que está tratando de ver a un noviecito que tenía antes. Otro policía la escucha. Llama a Rial, le dice que tiene información pero que le pase un chequecito. Está OK dice Jorge. A los 5 minutos llega la “gente” que vino de Bs. As. con ella y la mandan a un psicólogo.

En el hotel donde está parando la salteña comienza el interrogatorio. Con quién hablaste. Con nadie- dice Mariela. No les habrás contado eso de que vos tenías más votos. No, dice Mariela, of course, I`am honesty whith Big Brother. Ok. Ok. Pero tampoco les habrás contado que te dimos una fortuna para que te quedés callada. No tanto, me merezco más ya que YO era la que tenía que ganar. Pero ya ganaste, sos famosa, vivirás en Buenos Aires, con los 1200 que te damos semanalmente más los 60 mil pesos con los que te vas a comprar un dpto. Qué más querés nena. Quiero más. Tengo familiares. Ok. Ok. Chicos, gente, producción, Mariela está estresada. Cambiemos el terapeuta, traigamos a la que atiende a Milone. No esa no, le va a aconsejar que se presente en lo de Viviana y larga todo. Ok. Ok. ¿Qué querés Marielita? Quiero mi libertad Big People. Quiero decirles a todo el mundo lo mentirosos que son. Cómo nos tiraban indicaciones, cómo lo sacaron a Diego, por qué yo no gané, con cuánto dinero callaron a Diego y quién puso la plata para que gane Male. No. Qué cosas. Tenés un contrato. Ok. Ok. Manden 30 mil más. Trato hecho. ¿Julián? No. Gran hermano, bestia.” Fin del cuento.

Mariela Montero se hospeda en un hotel de la capital salteña, pero tiene su casa. Quizá a la «gente» que vino con ella no le gustaba el lugar o fueron órdenes del Gran Hermano. Después de todo, los participantes del programa ya no se pertenecen a sí mismos.

Sabemos que planea vivir en Buenos Aires y que se comprará un departamento allí. A lo mejor vemos por la calle a Mariela y le hacemos unas preguntas sobre su éxito. Porque es un éxito, ¿no?