Vuelve «Alicia en el país de las zapatillas» de Cristina Idiarte con Zoe Subelza, Pablo Aguierre y Rocío Paredes, última producción de La Banda de Teatro La Morisqueta (Cabeza de Chorlito), con su estilo particular y un profundo mensaje de rescate a la ilusión, los juegos y el imaginario infantil.
Salta 21 entrevistó a la actriz más pequeñita de Salta, aplaudió y destacó sus primeros pasos sobre el escenario. Hablamos de Zoe «Alicia» Subelza, parte del fantástico trío de la obra «Alicia en el país de las zapatillas» que se completa con Pablo Aguierre y Rocío Paredes.
Zoe nos dijo «voy a jugar y a divertirme!», al preguntarle de cómo toma el hecho de la actuación. Y el diálogo fresco y vivaz que nos regaló, se convirtió en la nota más dulce de nuestro medio. Ver: http://www.salta21.com/Zoe-Subelza-la-actriz-mas-joven-de.html
Lo que dijimos de la obra
Pablo Aguierre, Rocío Paredes y Zoe Subelza interpretan al comienzo de la historia, a Pablo, Rocío y Zoe, tres artistas que planean hacer un espectáculo justo en el momento en el que están en el teatro. Como si improvisaran, intentan convencer al público que todo lo que verán esta “súper ensayado”. En esta línea, el personaje dentro del personaje, permite la entrada al juego escénico por parte del espectador quien presencia la obra como si esta fuese una suerte de cajita china: una obra dentro de otra. En clave de clown, asistimos a una representación metateatral en donde la música, es un aspecto neurálgico.
Dos de los personajes actores se transforman en otros seres y la pequeña Zoe, se convierte en Alicia. Como la historia famosa de Carroll, esta Alicia va entrando a ese mundo en un pasaje casi instantáneo que nos permite cruzar el hilo de la fantasía y gozar de un mundo tejido por la imaginación. Así conocemos a Pipistrilo, al Robot y a Saturnina, la bruja que patina, interpretados plásticamente por Pablo Aguierre, quien nos muestra su gran costado actoral; a Sissy (Elsa Estela) – primero bailarina luego princesa- Pelucheitor y Mortajoso, tres personajes interpretados por Rocío Paredes, ágil, graciosa y enérgica. Los dos aparecen formando las siguientes duplas: Pipistrilo (soldado) y Sissy (princesa), el Robot y Pelucheitor, los elegidos del público menudo, y Saturnina (bruja top onda Sú) y Mortajoso (una calaverita luminosa que sorprendió con su intervención). Cada pareja de personajes va contando una historia, dejando humoradas en la platea y jugando con Alicia, la niña más famosa de los cuentos, poseedora de unas zapatillas mágicas de color rojo que no pegan onda con ella pero que le permitirían llegar a la luna.
Párrafo aparte merece la actuación de Zoe Subelza, actriz de 10 años, la más joven del ambiente teatral salteño, que con frescura y naturalidad, como si hubiese nacido en el escenario, interpreta a Alicia, y con encanto de niña hilvana los acontecimientos, baila y contagia de alegría a los espectadores. Para Zoe, el teatro y la vida, son partes de un mismo engranaje, una prolongación del juego. Una de las imágenes más dulces de la obra es la de Alicia y Timoteo, el ratón.
El twist del Robot es quizá, la de las más divertidas escenas de la obra, en la que los actores nos transportan a los 60 con toda la onda del rock and roll popular.
En mi opinión, Pablo, Rocío y Zoe se llevan un bravísimo.
Cristina Idiarte dijo a Salta 21 que la obra está dedicada “para Mía y Manuela, expertas voladoras de zapatillas”. Las melizas Subelza, Mía y Manuela, asistieron el miércoles 21 a la función y se portaron re bien. Nos contó, además, que siempre pensó en Zoe, su hija, para el papel de Alicia. El texto fue escrito por ella con la supervisión de Natalia Aparicio (Licenciada en actuación, clowna, dramaturga y directora teatral. Actualmente se desempeña como docente, directora y supervisora dramatúrgica). Como anécdota, les contamos que en uno de los ensayos en los que participó Natalia, dijo que su tarea había terminado, entonces Zoe se emocionó y largó unas lágrimas.
La canción “Globo rojo” , cuya letra y música es del violinista Fernando Subelza, cierra la obra, y dice así: “voy, con valor, sin temor, hacia aquello que me gusta…”
Esta también podría ser la frase pivote de la obra, que se sustenta en la magia de los juegos de la infancia, sin TV y sin computadoras, con la sola idea de bajar la luna, metáfora de alcanzar los sueños que perseguimos.
– Lea los Secretos de Alicia en
http://www.salta21.com/Los-secretos-de-Alicia-en-el-pais.html