Más de 60 edificios fueron construidos en los últimos tres años que violan todo lo establecido en norma de regulación urbana. Una anónima comisión municipal define lo que está bien y mal. No hay ningún órgano estatal que la fiscalice, mientras destruye día a día una de las ciudades más bellas del país.
Sin dudas el patrimonio arquitectónico de una ciudad es lo que la define, pero también el paisaje, el orden y la coherencia en la construcciones hacen que una ciudad sea bella o no.
Tener una ciudad hermosa ayuda a todos y pone dinero en las arcas estatales y en los bolsillos de la gente, esta lección pareció que se había aprendido cuando miles turistas caminaban por las calles de Salta, pero parece que con el paso del tiempo las cosas se olvidan con facilidad. Una cantidad increíble de excepciones al Código de Construcción le fue quitando luz, aire, verde y servicios públicos a la gente que camina la ciudad. A esto se le suma la empecinada idea municipal de transformar el Parque San Martín en gigantesco y mugroso mercado de pulgas, destruyendo el único pulmón importante que tiene la ciudad.
Los edificios que se construyeron en la ciudad, no se autorizaron por la vía de excepción, sino bajo el imperio de la ley. La ordenanza 12.853 del 2 de agosto del 2006, puso en funcionamiento una Comisión Asesora Técnica, para modificar los tres códigos reguladores del PIDUA, creado en el 2003.
En su segundo artículo esta ordenanza establece que la comisión, además de organizar, reorganizar o modificar los tres códigos, que datan de 1984, tiene que entender en todas las medidas transitorias que surjan durante el tiempo que lleve hacer las modificaciones. La potestad de la Comisión duró un año, lapso en el que se autorizaron la construcción de 58 edificios, todos ellos con evidentes violaciones a los parámetros establecidos en el Código de Construcción.
Sin determinar con exactitud la cifra total, el secretario de Planeamiento Urbano, Raúl Kalinsky, estimó que fueron autorizados 60 nuevos edificios en 100 manzanas, que serán ocupados por casi 10 mil personas en el centro de la ciudad donde el sistema de cloacas ya está colapsado.
El funcionario contó que la empresa Aguas de Salta aprobó la factibilidad del servicio que brindará a los nuevos edificios. “Aguas de Salta trabaja con un concepto de la no simultaneidad del uso de la red cloacal”- justificó Kalinsky.
En tanto el Secretario reconoció que descomprimir la red cloacal dependerá del acuerdo entre Aguas de Salta y el gobierno provincial.
Kalinsky dijo además que están a la espera de la prometida creación de la planta depuradora en el norte, que cuenta con una inversión de 40 millones de pesos enviados por la Nación.
Kalisnky, en su paso por el Concejo deliberante, no dijo nada y los ediles quedaron conformes. “En mi vida he realizado numerosas cosas, he colaborado con muchos proyectos, pero la de participar en la confección de un código de planeamiento es la primera vez, manifestó y agregó que “tenemos una capital que tiene más de 600 mil habitantes y que están esperando respuestas nuestras. He llegado aquí con el Código de Planeamiento Ambiental, para informarles detalles de la ciudad que queremos para el futuro. Quiero puntualmente referirme al Código de Planeamiento, y quiero decirles que vamos a dejarle a Salta algo valiosísimo, que de acá a unos años podrán verlos en su magnitud.
Debo decir que esto fue un trabajo denso, y hemos aprovechado todo lo realizado por el PIDUA, Plan Integral de Desarrollo Urbano Ambiental, es decir incorporar el diagnóstico de toda la ciudad». En su exposición el funcionario municipal destacó las ideas fuerzas del nuevo Código, y señaló el concepto de que preservar no se transforme en costo.
Las autorizaciones no fueron auditadas por ningún órgano municipal, ni tampoco contaron la aprobación del Concejo Deliberante, algo que no hacía falta en realidad, ya que en el 2006 le otorgaron “superpoderes” a la Comisión.
Según funcionarios del área, que aceptaron dar explicaciones, pero no dar sus nombres, “todo se hizo de acuerdo a los nuevos parámetros que se fijaron dentro de la Comisión. Son reglamentaciones modernas, que buscan una refuncionalización de la ciudad y un uso más racional de sus recursos. Durante ese año lo que se hizo fue poner en práctica lo que comenzará a regir en pocos meses”.
Para muchos ediles lo que se hizo en realidad fue adecuar los códigos de Construcción y Planeamiento a las necesidades del negocio inmobiliario y no poner en marcha un plan de regulación.
El Nueva York del Coyasuyo
El PIDUA plantea que el área central, que es el cuadrado comprendido entre San Martín, Entre Ríos, Sarmiento y Reyes Católicos, se tiene que densificar la población en 1.900 habitantes por manzana, lo que generará en corto tiempo una aglomeración de servicios y habitantes en el centro de la ciudad, concepto que se da de narices con las más modernas ideas de descentralización de las ciudades.
La idea de generar tal acumulación de cemento y desperdicios es la pesadilla de los urbanistas más reputados del mundo. Sin dudas tal estado de cosas generara una fuerte polución agravada por el particular sistema de circulación de vientos del valle y un gigantesco problema de tránsito que ni los lomos de burro, ni los carriles selectivos lo van a solucionar.
Fueron 58 los edificios que la Comisión autorizó sin el concurso del Concejo Deliberante, pero cuando el cuerpo deliberativo municipal recuperó sus privilegios sobre el tema hizo algo inesperado: autorizó la construcción de un edificio en calle Rivadavia que es un compendio de violaciones.
A la empresa EFEVERE S.A. un nombre de la concursada Alonso Crespo, le permitieron edificar un piso más de los permitido y no respetar la línea municipal de edificación.
Cuando el edificio tiene más de cinco pisos, se tiene que dejar sobre la vereda una distancia que se conoce como retiro municipal, pero el edificio de Alonso Crespo está sobre la calle. Además se le reconoció un FPT distintos, es decir que tiene una mayor ocupación del espacio del recomendable por medidas de seguridad, en especial en caso de sismo, un peligro muy tangible en nuestra provincia. Y hay más: se le permitió que los patios internos sean más chicos que lo recomendable. También se violaron todas medidas de seguridad, de calidad de vida aireación e iluminación.
Menos agua y menos cloacas
Unos de los requisitos primordiales de cualquier construcción nueva, es la factibilidad de los servicios públicos, es decir, Aguas de Salta y EDESA deben determinar si tienen la capacidad o no de brindar servicio a un nuevo conglomerado. Ambas empresas aseguraron que hay servicios en la zona en que se construyeron, pero ninguna dijo si eran suficientes o no.
Desde hace más de una década los servicios de aguas y cloacas en Salta están colapsados, a esto hay que sumarle el hecho que nunca se construyeron las nuevas plantas de tratamientos de residuos cloacales en el norte y sur de la ciudad, ni se mejoraron las cañerías de distribución de agua potable, algunas de casi 100 años.
Un ejemplo de ello es que cuando se incorporó la Sexta colectora con la Ciudad Judicial y las nuevas 800 viviendas del Huaico, colapsaron todas las cañerías de Castañares, e incluso se reventaron los caños.
Cristina Foffani, concejal del PO
“Es lógico pensar que si Miguel Isa responde a un grupo
de intereses especulativos, podría haber coimas”
¿Por qué la ciudad se está transformando en caos?
– Es que tenemos un intendente que no está respondiendo a una organización urbana, sino a la continuidad de un grupo de inversores en desmedro de todos los ciudadanos.
Decir eso y asegurar que hay corrupción es lo mismo…
– Es lógico pensar que si Miguel Isa responde a un grupo de intereses especulativos, podría haber coimas. Esto es lo que hay que investigar. Hablamos de corrupción, pero hasta tanto se corrobore esto judicialmente, lo primero que tenemos que ver es que hay un desastre que este intendente está provocando.
¿Es tan grave el tema?
– Vamos a tener un colapso en la red de agua y cloacas cuando los edificios estén habitados.
La necesidad de construir para arriba es por la falta de espacio…
– No, no es eso. Ni la provincia ni el municipio dan soluciones habitacionales a la gente. Hay áreas desocupadas que se utilizan para la especulación inmobiliaria como en el norte de la ciudad, con los terrenos de la familia Pereyra Rosas, que son 101 hectáreas, lo mismo pasa con los terrenos que rodea al estadio Martearena, y los campos de Isasmendi, entre la Finca Valdivia y la ruta 26.
Está bien, pero hay situaciones más urgentes que la planificación urbana…
– El gobierno tiene que dar soluciones a 25 mil familias que están inscriptas en el FONAVI hace años y no pueden pagar los altísimos alquileres que la especulación inmobiliaria cobra y a estos hay que sumarle 8 mil más que están anotados en la vieja Familia propietaria.
¿Cuál sería una solución?
– Hay que invertir en planes de viviendas y obras públicas. El estado debe garantizar el techo de la población.
– Notas relacionadas:
Raúl Alfredo Kalinsky es declarado persona no grata por vecinos
http://www.salta21.com/spip.php?breve1493
Además el Cabra Corral en Peligro
Me gustaría agragar algo muy importante: La planta potabilizadora de líquidos cloacales sur (vertedero de San Javier) procesa 85.000 metros cúbicos de popo diario. Fue contruida para una Salta de 270.000 habitantes, hoy la ciudad cuenta con 630.000, y la pregunta es que pasa con el popo que no procesa la plata? – pues bien todo ese crudo es vertido al Río Arenales – y de allí al Cabra Corral – que según investigaciones realizadas por la UNSa se encuentra en grave situación de contaminación orgánica e inorgánica. Esto es muy grave – pero nadie dice nada. José de Guardia de Ponté – Presidente CPAS (Centro Patrimonio Salta)