El jueves 29 de setiembre y cerrando el mes de la primavera en Salta, se presentó la obra escrita por Denise Chalem, premiada en Francia, acerca de dos mujeres que cumplen condena en la cárcel: Dominique (Marta González) y Carolina Prat (María Valenzuela).
Julia Zenko completa el terceto que se dio cita en el Teatro del Huerto a las 22 hs. Interpreta a Solange, una celadora lesbiana que acosa a la Marquesa (así llaman a la Prat), la hostiga y la violenta al punto de hacerle perder los estribos y los delicados encantos que tenía al ingresar como compañera de celda de Dominique. La Zenko también irrumpe la escena con boleros, especie de “cortes” que pretenden ponerle un vivo dramático con aire de romanticismo que distrae y no encaja muy bien con la representación y la temática fuerte que presenta el hilado narrativo.
Lo atrapante de la obra es la historia de Dominique y la personalidad de la Marquesa. Dos mujeres de mundos opuestos, la primera proviene de un estrato social pobre en el que debía prostituirse para alimentar a sus hijos e incluso llega al homicidio del marido. La segunda, cae por estafa, presa del amor a un hombre fue capaz de todo, y no tiene posibilidades de terminar su condena antes de que la maten por portar información de gente muy poderosa.
Dominique protege a la Marquesa hasta dónde puede, le enseña a subsistir en la prisión no antes de que esta mujer acostumbrada al lujo, se meta en problemas y despierte la ira y el deseo de la celadora pervertida. Marta González compone a una mujer sin educación pero hiper valiente, quien por defender a su nenita de 6 años del abuso del padre, está en la cárcel. La confesión sobre su caso llega luego que compramos su personaje femenino rudo, con ciertos pasajes de humor en situaciones de ingenua picardía mundana y groseros modales, nos conquista por su excelente nivel compositivo que lejos está de la cincuentona burguesa de algún culebrón. Su personaje crea la desprotección de la mujer y su exposición en situaciones límites, esferas sociales de riesgo y pobreza, víctima de abuso y maltrato familiar y final trágico.
La acompañan con buenas composiciones Valenzuela y Zenko, quienes terminan por construir el mundillo carcelero, ambiente muy bien recreado por una gran escenografía que nos deja verdaderamente enrejados, sin salida. El final nos envuelve en lo inesperado porque también existen cárceles interiores y barreras insuperables.
El Concejo Deliberante de Salta distinguió a las actrices declarándolas visitantes destacadas y declaró a la obra de interés municipal. Funcionarios locales se hicieron presentes en el escenario al término de la función para otorgar las distinciones a Marta González, María Valenzuela y Julia Zenko, quienes se mostraron muy contentas por el hecho.
Luego del asesinato de las francesas en Salta y del caso Candela, nuestras vidas no son ni serán las mismas de antes. La violencia de género se ha vuelto visible, evidente, palpable. Han comenzado a salir a la luz muchas situaciones de abuso encubiertas y cada día más mujeres se animan a exponerlas y a denunciarlas. Desde la ficción, Dominique te toca esa parte oscura que deseamos que no ocurra más. ¿Es necesario la muerte para frenarlas? La obra de teatro abre interrogantes y plantea reflexiones actuales: muy buena.
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