La persona humana es íntegra o des-integrada? ¿Es autónoma y libre o una simple ovejita llevada al matadero? ¿Es sola o en relación con los demás? ¿Es puramente inmanente o tiene un contenido trascendente? ¿Es sólo materia, acaso su facultad racional no me indica una dimensión intangible?
¿Al hombre de hoy lo conceptualizo por el presente o lo categorizo desde la edad media (aquí quisiera hacer la salvedad sobre la idea de religión que se tiene hoy. Creo que realmente hay que tener grandes huevos y fuerte ovarios para ejercitar la dimensión de fe) o desde fijaciones ideológicas que se originaron en el siglo XVII?
¿Puedo reducir a la persona humana a un órgano llamado cerebro y exaltar su realización desde este? ¿Acaso la sabiduría y la felicidad se reducen al intelecto porque la neurociencia me indica sus descubrimientos positivistas y por lo tanto relativos?
Los pobres estarán siempre con nosotros, bajo nuevas formas quizás, pero pobres al fin, es más, la pobreza se instala en el alma de la persona cuando pierde las riquezas propias de la existencia.
Los pobres proletarios de antaño hoy no son tantos, sino viviríamos de revolución en revolución según la concepción marxista de la historia. La plusvalía entró en una depresión cuantitativa ya hace décadas, por la sencilla razón que la misma vida está en desvalor. Quizás contra esta infra-valía existencial si hay que luchar ya que en el presente no se trata de super-explotación sino más bien de súper-exterminio de la vida.
El reclamo y la lucha por la justicia que tanto se utiliza como caballito de batalla, desde la dialéctica marxista, es una consecuencia del derecho por lo tanto si la saco de este contexto se convierte automáticamente en actos injustos y así errados alimentaremos la espiral de violencia porque la justicia no se consigue con injusticia sino que se la promedia desde el derecho del otro. Siendo así ¿cómo puedo reclamar la salvación de los pobres trabajadores, pobres explotados, pobres excluidos, pobres discriminados mandando al carajo a los que creo mis opresores y explotadores? En esto veo claramente una concepción polarizada de la persona humana y en realidad “el trigo y la cizaña crecen juntos”. ¿Qué acaso existe o existió algún sistema socialista, anarquista o comunista que no haya cometido injusticia por demagogia, dictadura, segregación, genocidio, fratricidio, sectarismo, etc…etc…etc…?
Insisto, el problema no es que sistema implementamos, ya sea desde la izquierda, ya sea desde la derecha (permítaseme el simplismo), el problema hecha sus raíces en la misma persona humana.
Las ciencias y las religiones hablan de la evolución de la persona humana y no de su involución. Estas son efecto de la naturaleza propia del hombre, pueden ser usadas para el bien o para el mal, porque el ser humano puede usar bien o mal su libertad, pero en sí mismas son buenas y hablan de las grandezas de la humanidad. Verlo todo mal, perverso, como superestructuras de dominación y explotación es caer en una especie de pandemonismo.
La búsqueda del equilibrio nos habla de la tensión que guía a los hombres hacia el encuentro de la verdad. Es un axioma fundamental y básico para emprender caminos prudentes para llegar a la tan ansiada felicidad y finalmente podemos decir que el voto es un instrumento utilísimo en esta búsqueda del equilibrio, de justicia,.de convivencia sana y en definitiva del bien común.
– PD: La verdad que no siento que me rompieran el c….orazón con las injusticas económicas de todos estos años. En realidad mi corazón está puesto en otras cosas.-