Guillermo Francella protagoniza el film y nadie puede resistirse a ver una propuesta encarada por nuestro actor argentino, admirado por muchos. Junto a Nicolás Cabré, son los “perejiles” que nunca faltan en raras historias de crímenes.
De un auténtico abusrdismo, la historia representa cierto fanatismo asombroso por las figuras del Gral. Perón, a quien se lo ve apenas a través de un visillo, y de Eva Duarte, a quien se la menciona como “La Señora”. El asesor de Perón es interpretado por Daniel Fanego, hombre que piensa que vender las joyas de la fallecida Señora en un local de Madrid le dará un respiro económico al exiliado general en Panamá. El entorno de Juan Domingo considera que en España encontrará el apoyo necesario para continuar su vida pero choca contra el paredón del franquismo más aborrecible.
En mayo de 1956 se produce un atraco en la joyería Gran Vía del centro madrileño y los “ladrones” enviados a recuperar las joyas empeñadas de La Señora, pronto son descubiertos y el botín, jamás recuperado. La mujer de Franco, conocida por ambicionar piedras preciosas y quedárselas sin pagar, quería las joyas de Eva y ante la imposibilidad de negárselo pues eso generaría un problema de estado, se urde el atraco.
Dirigidos por el español Eduard Cortes, con guión de Marcelo Figueras, los protagonistas son conducidos por un túnel oscuro en donde suceden situaciones románticas y hasta humorísticas, en las que Cabré logra aportar rasgos de ingenuidad, mientras que Fanego y Francella de hondo dramatismo, aunque la figura tragicómica de Guillermo siempre deja puntas abiertas para los dos polos opuestos de la historia. Cabré parece ser el actor más combinable en duplas, y en este caso, se juega muy bien el contraste con un actor de la talla de su compañero de atraco.
La ambientación de la película es motivante ya que nos introduce perfectamente en épocas del franquismo y en la noche cabaretera panameña, donde Perón parece no aburrirse con sus bailarinas preferidas.
La actriz que interpreta a la enfermera implicada en el caso del robo, tiene una feliz aparición. Se trata de la españolísima joven Amaia Salamanca cuyo papel cobra relevancia en el tramo final del film no sin antes aportar una cuota de frescura y belleza.
Dos perejiles van hacia una emboscada. La película encierra un mensaje terrible: alguien tiene que salvar los traseros de Perón y de Franco, a cualquier precio.
Argumentalmente al film no le falta nada. Y le sobra talentos en lo artístico. Lo demás, corre por cuenta de quien está del otro lado de la pantalla.
Atraco, film sobre las joyas de Eva Perón
Excelente film, muy buen argumento, Francella y Cabre excelentes!