El Tío Patilludo o Tío Rico como se lo conocía en América Latina es una de las creaciones más conocidas del genio de Walt Disney. Este simpático personaje era el tío abuelo rico de los hijos del Pato Donald; tenía mucho, mucho dinero, era un verdadero millonario -en dólares por supuesto-.
Uno de los rasgos distintivos del Gobierno kirchnerista, además de la corrupción y la ineficiencia en la gestión pública, fue el ataque sistemático a la prensa independiente y a las opiniones críticas a su gestión.
A este momento no hay dudas de que, desde la llegada de la Democracia a la Argentina en 1983, el Gobierno kirchnerista ha sido, por lejos, el más corrupto.
En los últimos 30 años se han escrito ensayos de diversos orígenes acerca del apoyo que tuvo en la sociedad civil la cúpula militar que asaltó el poder el 24 de Marzo del ‘76 o tratando de individualizar a quienes instigaron o se beneficiaron con el golpe, y en todos los casos la pertenencia político-ideológica de los ensayistas ha terminado condicionando su investigación. Desde Juan Bautista Yofre hasta Horacio Verbitsky hay para todos los gustos.
A principios de 1992 el periodista independiente Horacio Vertbitsky escribió un libro emblemático sobre la corrupción del Gobierno menemista, su título: “Robo para la Corona”.
Tuve la suerte y el privilegio de conocerlos cuando ya estaban entrados en años -jubilados la mayoría- y de conversar con algunos de ellos y que me contaran sus experiencias militantes. Hablo de los hombres –y mujeres- que formaron parte de la Resistencia Peronista en el norte salteño.
En la memoria colectiva de los argentinos el 24 de Marzo de 1976 es el día en que las Fuerzas Armadas asaltaron y tomaron el poder político del país, suprimieron el estado de derecho y pusieron en marcha un plan sistemático de secuestros, torturas y desaparición forzada de personas, basado en directivas secretas de los altos mandos militares.