(Enviada especial) Con diversidad de propuestas estéticas, temas y elencos, se lleva a cabo en Chaco la 24ª Fiesta Nacional del Teatro. Las actividades inician por la mañana con prensa bar, continúan con el desmontaje, también hay talleres y por supuesto, teatro 100 x 100. Esta tarde se presenta la salteñísima “Fedro y el dragón” y la jujeña, “En brazos de Alfredo Alcón”.
Juanito el sequito (Formosa), Escrito en el barro (F) (C.A.B.A.), Puedo entender tu aullido (Santiago del Estero), Edipo Rey (Córdoba), Martín Bresler (Neuquén), La cicatriz (Entre Ríos), El enfermo imaginario (Santa Fe), La Fonda cordobesa (Córdoba), La Bohemia (Mendoza), Pasaje al infinito (La Rioja), Pan de cada día (Prov. de Bs.As.) y Esperando el lunes (F) (Chubut) son las propuestas del viernes 27, sábado 28 y domingo 29 de marzo en La 24ª. Las que llevan F entre paréntesis son las que aún no he podido ver porque se superponen con otras. En el caso de “Esperando el lunes” la veré hoy lunes – porque algunas se reponen varias veces- pero “Escrito en el barro” no se dará otra vez, la obra coincidió con “América…tan dulcemente violenta” (número 13 de la lista) de Juan y José Palomino, a la que sí asistí.
Desde mi punto de vista crítico, las mejores obras de estos tres días son: Pan de cada día y La Fonda cordobesa , Edipo R , La Bohemia y El enfermo imaginario .
Un bueno para (en este orden): La cicatriz, Pasaje al infinito y Martín Bresler. Las obras que no recomendaría son: Juanito el sequito (infantil) y Puedo entender tu aullido.
– Pan de cada día de Mario Marino y Gabriela Pagés
Compañía La Compasiva (Prov. de Bs. As.) – Centro Cultural Nordeste – domingo 29 – hs. 22,30 – Duración: 88 min
La obra: Una historia sin palabras, donde la imagen, como un cuadro vivo, nos moviliza y conduce a través de la vida cotidiana de una pareja. Las costumbres, los mandatos, amasan anhelos, frustraciones y desencuentros. Ellos intentan, se equivocan y vuelven a intentar. Porque el amor está ahí, debajo del velo, detrás de las máscaras. Pan de cada día, con un lenguaje cambiante, nos traslada de un extremo a otro de las emociones, logrando sintetizar esos momentos de la vida en los que todos nos vemos reflejados, como padres, como hijos, como pareja.
Crítica: Excelente trabajo actoral de Gabriela Pagés. Exquisita, con ángel y performáticamente increíble. De doncella a anciana, transita los “vestidos” de la vida y sus sensaciones, los roles de mujer en la pareja con la levedad y la energía deseables para una artista de primera. Él, Mario Marino, acompaña esa transformación y esa angustiosa necesidad de hallar el amor- pese a todo- con gran hidalguía. Una obra que mezcla escenas de cine mudo con un paseo por el multimedia estético: esta vez, la imagen crea formas en el cuerpo desnudo de ella para dotarla de fealdad y dolor. Con recursos escénicos potentes, como el uso de una masa que adopta el cuerpo del hijo, de los platos con agua y harina que representan la sexualidad y con unas máscaras artísticas, nos llevan a la belleza de los cuerpos, ahora troquelados, seniles y vueltos a la búsqueda de una compañía. No se dice palabra alguna y sin embargo, la dramaturgia está lograda. Excelente calidad teatral en toda esta puesta, una obra maravillosa.
– La Fonda cordobesa de Paco Giménez (foto de portada)
Compañía La Cochera (Córdoba) – Sala 88 – lunes 30 – 24, 10 hs. – Duración: 80 min
La obra: Una manga de guasos del Teatro La Cochera monta una fonda para comer, cantar y joder. Inspirados en la proverbial chispa cordobesa atacan a los que se atrevan con ocurrencias, convites y sorpresas. Enrolados en la picardía cordobesa intentan dar una alternativa al menú de entretenimientos nocturnos que la ciudad ofrece. Gatos, jodas y chacareras, serenatas y pasodobles cuarteteros. Apodos, piropos, chistes. Mitos, leyendas, semblanzas. Todo antes de la cena preparada ahí, a la vista de los clientes. Oralidad poética y picardía del ingenio verbal; olores y sabores. Una propuesta para el deleite, ni groncha ni fashion: Cocheril.
Crítica: Antes de ver la obra, entrevisté a Paco Giménez, que viajó anoche de regreso a Córdoba. Lo conocí. Charlamos. Salta 21 publicará esa nota, donde Paco habla desde la sensibilidad y la humildad que lo caracterizan. Fui a ver por primera vez una obra del afamado, y me voy con la malla – por el calor- puesta de su teatro Cocheril. Alicia Alvarado, Marcelo Castillo, Gabriela Durán, Alejandra Garabato, Araceli V Gómez y Guillermo Wright, son los actores de este disparatado encuentro “fondero”. De un humor desopilante, creativo y bien cordobés, Haydee, Bocha, el Porteño, Beba, Chiche y Ayelén, nos pasean por los distintos estilos de humor – costumbrista y moderno- , desde lo frívolo a lo intelectual y desde lo viejo a lo nuevo. ¿Cómo? Con ingenio. Una humorada de relatos, monólogos, chistes contestatarios, poemas y canciones hilvanados para una dramaturgia de color local con ribetes vodevilescos con matiz de café concert, nos hacen disfrutar de los preparativos de una cena apetitosa. Aplausos para la cocinera “in situ” que preparó una carbonada de lujo, acompañada con vino tinto, soda o gaseosa y de postre mandarina. Aplausos a los consejos de Beba, a las canciones del Porteño, a las ocurrencias de la especialista en epistemología y otros títulos más, al resto del elenco y a Paco. Final con boda entre Beba y un joven del público, final compartido con el talento de estos artistas y final de una intensa actividad en la madrugada de hoy. Les paso algunas humoradas: “si hubiese venido Cristina hubiésemos preparado brote de soja”, “si hubiese venido el padre Grassi, pebetes”… “Errar es humano echarle la culpa al otro es divino…” Excelente escena de creación de los rasgos identitarios del cordobés por parte de la “especialista en epistemología y blá blá blá” (mil títulos, para exagerar). Una obra que despierta los sentidos y donde nos volvemos comensales del arte sentados a la mesa de un teatro al plato.
– Edipo R (Versión libre de Luciano Delprato sobre Edipo de Sófocles)
Grupo Organización Q – (Córdoba) – Sala Danzarte – 27 de marzo- 23 hs.
La obra: El horizonte de adaptación del texto fue la reactivación de las resonancias políticas del original griego, en un intento de restaurar los mecanismos de interrogación de lo colectivo. Se buscó establecer puentes de encuentro entre la Grecia del siglo V y la Argentina del siglo XXI.
Crítica: Rafael Rodríguez es la gran voz de esta versión edípica. Es el primero en iniciar la narración leída- mientras el resto accionan muñecos- y durante la obra cada actor va rotando, entre escena y escena. Muchos furcios de parte de Daniel Delprato. Cinco actores vestidos de negro (Leopoldo Cáceres, Marcos Cáceres, Xavier del Barco, Rafael Rodríguez y Daniel Delprto) manipulan a los muñecos de la tragedia. Con sus nombres reales escritos en los trajes, le dan movimientos a los personajes característicos de la obra – seres que también llevan su nombre escrito- armados con palos de madera, articulados y con un stock de zapatitos mini muy singulares. Una obra recargada de violencia que cumple su mandato: mostrar desde Edipo la manipulación del poder y las ambiciones; como en especie de metonimia, Edipo reúne en sí las características de todos los gobiernos argentinos autoritarios y dictatoriales. El nivel de energía se consume desde el inicio- según indicó el autor y director tiene que ver con el ritmo de la tragedia porque dijo “es antidramático”- pero considero que se puede medir y dosificar. Con luz blanca común, la sala se tiñe de una sangre artificial que nos deja aplastados ante lo irreversible. El incesto y la Ley son implacables, como el dolor y la muerte. Una propuesta alucinante desde el punto de vista de la transposición y la versión de un Edipo de todas las épocas, que revive en cada representación. Con algo de metateatro y bordeando el trabajo del “periférico”, con un punto de partida en la indagación del grupo en “Máquina Hamlet”, los visos oscuros de la perversión y del poder, nos deslumbran desde el posmodernismo cordobés.
– La Bohemia de Sergio Boris
Grupo Lluvia de cenizas (Mendoza) – Sala Galatea- domingo 29 de marzo – hs. 19 – Duración: 50 min
La obra: Sosa es ciego de nacimiento. Romero lo es desde hace 15 años. A ambos los ilumina un mismo proyecto que también se va apagando de a poco: La reapertura de un club para no videntes.
Es con la llegada de Ibáñez, afectado recientemente y probable alumno del club, que la maquinaria de la desgracia se reactiva y ya no hay posibilidad de detenerla.
Crítica: La obra tiene un argumento y un texto excelente, la dramaturgia es potable y permite que los actores encuentren los resortes necesarios para llevarla adelante. Los actores Alfredo Zenobi, Guillermo Troncoso y Darío Martínez, se meten en una temática social dura. Los ciegos, plantean ese prejuicio y ese olvido a su condición, se han convertido en despojados, en olvidados, viven del recuerdo y en la pobreza tanto material como espiritual. Incluso, se desliza la posibilidad de una homosexualidad latente frente a la falta de amor de mujer. Ser ciegos, es una gran tarea del actor; el trabajo ha sido bueno pero por momentos, hubo una descarga de exageración dado que Sosa y Romero viven en esa “casa” y ya conocen de sobra los espacios. Pero lograron meternos en lo siniestro y en el hondo dramatismo que los envuelve.
– El enfermo imaginario de Moliére
Grupo Comedia Universitaria 2007 (Santa Fe) – Teatro Guido Miranda – sábado 28 de marzo- 21, 30 hs.- Duración: 85 min
La obra: Argán es un hombre acosado: las enfermedades, una esposa sensual que quiere su dinero, una hija enamorada, un médico inescrupuloso, una criada atolondrada, sus hermanos que opinan sobre su vida … Elige como marido para su hija un joven médico que ella no ama. Esto desata enredos que lo llevan a estar cada vez peor, al punto tal de creer que va a morir. Su criada logra desenmascarar a los traidores y, entonces, el amor triunfa. Una comedia donde el humor, el disparate, la crítica social y el romanticismo están amalgamados en dosis justas. Con un planteo moderno desde la estética y su respetuoso de la estructura original que planteó Molière.
Crítica: Claudio Martínez Bel, el director, acierta en el planteo estético de la obra y en la puesta. Sus intérpretes Eduardo Fessia, Luciana Brunetti, Varinia Zelko, Soledad Maglier, Matías Graizaro, Nidia Casís, Camilo Céspedes, Marcelo Souza, Raúl Deymonnaz, Fabián Rodríguez, Roberto Truco y Lucía Klocker, capturan al público con esta historia. Las actuaciones son dispares pero la obra entra por los ojos.
– Fotos 1 y 3: Fátima Solíz
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