Viernes 7 de febrero a las 20 hs. en el Salón Victoria del Teatro Provincial.
Con el estreno de Siete Sonatas Trío de Niccolò Jommelli en conmemoración del 300 aniversario del nacimiento del gran compositor italiano, la Camerata Lazarte continuará sus Ciclos “Música Clásica en Vacaciones” y “Aniversarios Musicales”.
Participarán Gerardo Solórzano en primer violín, Isabela Lemos en segundo violín y el Maestro Julio Lazarte en Clave y recitado de poemas del artista salteño Marcelo Sutti. Como siempre esta prestigiosa agrupación camarística argentina cuenta con los auspicios del Ministerio de Cultura y Turismo de la Provincia de Salta.
Niccolò Jommelli nació en Aversa el 10 de septiembre de 1714 y murió en Nápoles el 25 de agosto de 1774. Estudió con el sacerdote Muzzillo de la catedral de su ciudad natal , continuando en Nápoles en el Conservatorio San Onofrio con los compositores Prota y Feo. Más tarde en 1728 estudió en el Conservatorio de la Pietà del Turchini con Fago, Sarcuni y Basso. En 1736 fue designado maestro de capilla del marqués de Avalos, quien se convirtió en su protector y le ayudó desde su primera actuación en el Teatro Nuevo de Nápoles con su ópera bufa L’errore amoroso.
El éxito alcanzado le abrió las puertas de Roma en 1740 y en Bolonia en 1741, donde conoció al padre Giovanni Battista Martini, el más famoso músico italiano de la época. A partir de 1741 fue miembro de la Academia Filarmónica de Venecia, donde Hasse le nombró director del Conservatorio degli Incurabili (1743-1747). Durante estos años su prestigio era tan grande que se le pidió que seleccionara al candidato para el puesto de maestro de coro en Nápoles. Entre 1748 y 1750 estuvo en Viena, representó su ópera Didone y se ganó la admiración de María Teresa de Austria y de Pietro Metastasio, poeta y libretista con el que hizo algunas colaboraciones. De regreso en Roma fue nombrado maestro de capilla adjunto de la basílica de San Pedro. En 1753 fue nombrado por el duque de Würtemberg maestro de capilla en la corte de Stuttgart permaneciendo allí durante 16 años con un altísimo salario. Durante esta época amplió y desarrolló su cultura hacia otros campos. También equilibró la tradición italiana de la ópera seria con la técnica instrumental alemana y el teatro francés.
Fue nombrado director general del teatro de la ciudad, consiguiendo elevar el nivel artístico de la orquesta, canto, mecanismos escénicos, danza… Se rodeó de instrumentistas famosos como Lolli y Nardini y de coreógrafos como Vestris y Noverre que hicieron que fuera reconocida su labor en toda Europa. En 1769 las envidias suscitadas y la mala salud de su esposa le hicieron regresar a su ciudad natal, donde se retiró para componer música de cámara y música sagrada, entre la que destaca su Miserere, escrito poco antes de su muerte. Su obra comprende más de 60 óperas, cantatas profanas y religiosas, misas, ofertorios, salmos, motetes, himnos, oratorios y música instrumental.