Decisiones políticas del jefe de gobierno de la C.A. de Buenos Aires ponen en riesgo la continuidad y apertura del Teatro Colón como así también la cultura en su totalidad. El pasado oscuro de Horacio José Sanguinetti por su actuación en dos dictaduras militares merecen sanción moral y no un nombramiento político. Salta 21 apoya la petición de Galia.
Al Sr. Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Ing. Mauricio Macri
S / D
Distinguido Ing. Macri:
Me es grato dirigirme a usted, en virtud de los anuncios que efectuara en su conferencia de prensa en la sede del Teatro Colón el 13/2/08, ya que de la misma han surgido y producido hechos de suma gravedad que ameritan modificar parcialmente el petitorio que le elevara oportunamente.
He leído con atención lo expresado con tristeza por el célebre intelectual y humorista Sr. Joaquín Salvador Lavado, «Quino», autor de la universal Mafalda:
«Me tiene muy preocupado lo que sucede en la Capital Federal con la política, con la destrucción de la cultura que está ocurriendo con el Teatro Colón y el Festival del Cine. Me parece muy serio y me asusta bastante».(¹)
De acuerdo con esta declaración le ruego que tenga a bien en considerar la gravísima situación que se ha planteado con el nombramiento de las nuevas autoridades como con el desarrollo de la restauración del universal Teatro Colón, donde Luciano Pavarotti se regocijaba cantar allí por la extraordinaria acústica desarrollada en la construcción comenzada hace más de 120 años atrás y que la comparaba con la del Teatro La Scala de Milán. Qué maravilloso, no? Lo mismo le sucedía al máximo tenor del último medio siglo, el célebre Maestro Alfredo Kraus que fue un ferviente amante del Teatro y nos brindara imborrables estados de éxtasis y a tantas otras grandes figuras de la lírica mundial que pasaron por su escenario durante un siglo.
Por lo expuesto, agrego mi firma para peticionar en forma democrática ante el Señor Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de la Ciudad de Buenos Aires, algo que considero justo – y otras cuestiones inherentes a la idoneidad de los nuevos funcionarios que son de público conocimiento por su total inacción y falta aún de explicaciones sobre las razones de sus disparatadas medidas – por el siguiente fundamento que afectó los Derechos Humanos de miles de argentinos:
«Concretamente, con relación a la designación que usted hizo de Horacio José Sanguinetti como Director General, me llamaba muchísimo la atención que en los tres currículos que compulsé en la web sobre él, sus actividades comenzaran recién a la edad de 48 años, cuando asumió el rectorado del Colegio Nacional de Buenos Aires, de nivel medio dependiente de la Universidad de Buenos Aires. Aparentemente antes, no había tenido actividad alguna, a no ser la de haberse graduado de abogado en 1961 y, con posterioridad, obtener el doctorado en derecho en 1976.
En efecto, en la página de esa escuela, aún constan sus antecedentes «incompletos», cuando este buen señor se retiró en mayo del año pasado para jubilarse después de 24 años de estar al frente de la misma. Lo mismo ocurre en el sitio de la Academia Nacional de Educación, de la cual es su presidente, como así también en el de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, de la que es protesorero; prefiero reservarme los comentarios sobre sus «méritos» para ser académico de número en ambas disciplinas y formar parte de la Comisión Directiva de las dos Academias, que son subvencionadas con los impuestos – de orden nacional – que tributamos todos los argentinos, desde el más rico hasta el indigente.
Ahora confirmo, con meridiana precisión – ya que no tenía los medios para corroborarlo con anterioridad – que este personaje tiene un muy triste como oscuro pasado – hecho que sólo esbocé en un escrito anterior de carácter reservado pues me faltaban los elementos probatorios que ahora son públicos – como colaboracionista de las dos últimas dictaduras militares, que fueron la fuente de la decadencia, exclusión social e inseguridad colectiva en que nos encontramos actualmente inmersos la mayoría de los argentinos, omitiendo de ex profeso sus actividades oficiales de primer nivel ejercidas en ambas dictaduras en el Ministerio del Interior, a cargo de la represión interna – no con los métodos legales como por ejemplo lo hizo Italia – si no en la más absoluta clandestinidad, lo que luego se llamó «Terrorismo de Estado» por detentar el monopolio de la fuerza y armamentos, a saber:
– Durante la «Feroz Dictadura de Lanusse» (1971/73) [este fue el último militar de la autodenominada Revolución Argentina (periodo 28/6/66-25/5/73) que derrocó al presidente radical Dr. Arturo Umberto Íllia, siendo precedido por Onganía y Levingston], Sanguinetti, con 36 años de edad, colaboró no precisamente en el ministerio de «Educación», vocación más tranquila que abrazó doce años después, si no nada menos que en el «Ministerio del Interior», como «Director de la Dirección de Asuntos Jurídicos». Cabe recordar, que en ese entonces no regían las mínimas garantías constitucionales, no existía el derecho al hábeas corpus, se produjeron las primeras desapariciones de personas, estaba la Cámara del Terror sobre la calle Viamonte, enfrente a nuestro querido Teatro Colón (donde incluso estuvo preso el jefe de la banda asesina Triple A, José López Rega); se produjo la Masacre de Trelew en una base de la Armada, etc.
Este «funcionario» era a quien los abogados defensores de los desaparecidos debían entrevistar para interiorizarse sobre su incierto destino (dado que estos acontecimientos se registraron entre 1971/73, en Internet consta muy poca información y de ahí extraí que «de 14 Secuestrados por el Estado», sólo quedó uno con vida).
Y para no ser menos, también fue funcionario de la «Dictadura del Genocida Roberto Eduardo Viola» (29/3/81-12/12/81) [El autodenominado Proceso de Reorganización Nacional (periodo 24/3/76-10/12/83) que derrocó a la presidenta María Estela Martínez de Perón], «otra vez en el Ministerio del Interior a cardo del Genocidio Interno», como «Asesor de Gabinete del Ministro General Horacio Tomás Liendo», es decir, con mayor jerarquía a su actuación anterior al ser colaborador directo de ese militar.
En prieta síntesis, en dos oportunidades Horacio José Sanguinetti repudió nuestra Constitución Nacional de 1853, para «jurar por los estatutos que la abrogaron y que rigieron el accionar criminal de ambas dictaduras», siendo la última juzgada por un Tribunal Especial debido a las atrocidades que cometió con miles de asesinatos y torturas, que aún hoy no se han cerrado las heridas entre los familiares de las víctimas. Esto nos demuestra palmariamente el rol fundamental que tuvieron los civiles en todas los golpes militares desde 1930 en adelante en Argentina, usando a las fuerzas armadas para encubrir y lograr sus oscuros objetivos económicos y políticos, y muchos de ellos aún viven y se desempeñan en casi todo el arco político argentino, sin que la población, en general, los conozca y denuncie.
Estos datos fueron refrendados por el Diario Página 12 en la edición del 20/1/08, donde el periodista Horacio Verbitzky expresa textualmente: » … puso al frente del Teatro Colón [por el Ing. Mauricio Macri] a un funcionario político de las dos últimas dictaduras. Horacio Sanguinetti fue director de asuntos jurídicos del ministerio del Interior durante la presidencia de Alejandro Agustín Lanusse y asesor de gabinete del ministro Horacio Liendo durante el gobierno del general Roberto Viola, datos que constan en su legajo oficial pero no en su curriculum que arranca con cautela en 1983″ (²) [antes de pasar al Partido PRO – actualmente gobernante de la Ciudad de Buenos Aires – Sanguinetti había sido secretario (ministro) de Educación de la Ciudad de Buenos Aires del intendente del Partido Radical, Dr. Fernando de la Rúa, luego, Presidente de la Nación].
Ahora comprendo en toda su magnitud lo que recuerdan algunos padres de los estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires – del que fue rector – sobre el cerrado cuestionamiento de Sanguinetti al alumnado que, con el advenimiento de la democracia en 1983, quisieron colocar una placa conmemorativa con los nombres de sus compañeros de aulas asesinados por la última dictadura, so pretexto de que eso era «hacer política en los claustros».
SEÑOR INTENDENTE ING. MAURICIO MACRI, HORACIO JOSÉ SANGUINETTI NO ES DIRECTOR GENERAL DEL TEATRO COLÓN POR EL VOTO DE LOS HABITANTES DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES; FUE NOMBRADO POR USTED Y COMO TAL, ESTIMO QUE UNA PERSONA CON SEMEJANTES ANTECEDENTES ABERRANTES E INMORALES DEBE SER REMOVIDO DE SU CARGO EN FORMA INMEDIATA POR EL BIEN DE TODA LA SOCIEDAD ARGENTINA, QUE AÚN SUFRE LAS CONSECUENCIAS DE SU ACCIONAR ILEGAL EN SUS ACTUACIONES ANTES DESCRITAS. SI ESTE PERSONAJE DESEA HACER POLÍTICA EN DEMOCRACIA, QUE SE PRESENTE A UN CARGO ELECTIVO Y QUE LO REFRENDE LA CIUDADANÍA CON SU VOTO.
Estoy seguro que muchos de los melómanos y abonados que queremos a nuestro Teatro Colón y defendemos con todas nuestras fuerzas la democracia y la libertad conquistada, le vamos a estar más que agradecidos al Ing. Macri si procede a separar de su cargo a este funcionario.
Lo peor que puede haber hecho Sanguinetti, y que yo como la inmensa mayoría desconocía, es mentir, ocultar de forma sibilina su ominoso pasado de ex profeso, en lugar de asumirlo si se preciara a sí mismo como un hombre de bien. Tan sólo los nazis refugiados en nuestro país actuaron de esa manera, luego del exterminio de millones de seres humanos de todas las nacionalidades, incluido el Holocausto del pueblo judío, pero como este es un «pueblo con memoria» [como la tengo yo y la deberíamos ejercitar todos los argentinos para no tropezar con la misma piedra], los persiguieron, los encontraron, los juzgaron, condenaron a muerte o a pudrirse en las cárceles, como corresponde a sanguinarios de esta calaña, no como en la Argentina que por tener más de 70 años viven el resto de sus días confortablemente en sus casas.
A mi leal saber y entender, Sanguinetti debe tener, al menos, una condigna sanción moral por parte de la sociedad argentina, no permitiéndole ejercer cargos públicos en democracia cuando jamás la respetó.
Por toda la violencia del pasado reciente, por tanta sangre derramada, por favor: NUNCA MÁS!!!
Por todo lo precedentemente expresado, peticiono respetuosamente ante el Señor Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lo siguiente:
– 1. La remoción inmediata de su cargo de Horacio José Sanguinetti, por los antecedentes invocados y por permitir la auto contratación de los nuevos funcionarios «artistas» – que además de sus sueldos cobrarán por sus actuaciones – en las temporadas anunciadas 2008/2011, de las que era acérrimo crítico y ahora las consiente, obviamente con los dineros que no son suyos, si no de todos los ciudadanos de la Ciudad que sufragamos con nuestros impuestos.
– 2. El nombramiento en su lugar de una persona especializada en el metier operístico a la altura del Teatro Colón, que como bien usted debe saber – fue, es y será su principal razón de ser –
– 3. Remover al Subsecretario de Gestión Cultural, Pablo Batalla de triste y bochornoso recuerdo por su anterior paso por el Teatro, no por querer imponer Cultura si no justamente todo lo contrario, por sus actitudes patoteriles, durante la gestión del ex director general Tito Capobianco 2004/2005, antecedente que no explica el por qué de su designación nada menos que en CULTURA.
– 4. Remover al Director de Ópera, el ciudadano italiano Salvatore Caputo contratado por el ex director general Tito Capobianco en el 2004 como Director del Coro Estable – quien nunca fue director de ningún coro en Italia – por carecer de antecedentes para esta nueva función de «Director de Ópera» [en los hechos «Director Artístico» ] (ver su currículo en la web).
– 5. Remover al Director de la Orquesta Estable, Mº Carlos Vieu, quien fue también contratado para dirigir casi todas las obras en los cuatro años anunciados por usted, además de percibir su remuneración mensual como Director.
– 6. Reponer en sus funciones como Director de la Orquesta Estable al Conductor Mº Stefan Lano, director y compositor norteamericano con amplia experiencia internacional, despedido por los diarios por Sanguinetti después de 16 años de actuación en nuestro medio.
– 7. Remover a la Coordinadora General del Master Plan Arq. Sonia Terrero, nombrando en su reemplazo a alguien competente experto en conservación de Patrimonios Históricos – ya que el Teatro Colón fue declarado Monumento Histórico Nacional – estando a 120 años del comienzo de su construcción, profesional que no ha tomado en consideración ninguna de las sugerencias y críticas del Instituto de Restauro de Roma y de numerosos especialistas en restauración extranjeros y locales [todos ellos con honorarios ya pagados], desoyendo también los severos reparos de la Comisión Especial de Patrimonio Arquitectónico y Paisajístico de la Legislatura que emitió en noviembre de 2007 un frondoso y lapidario estudio con todas las anormalidades, lo mismo que de todo el acervo cultural trasladado de un lugar hacia otro para efectuar las obras (cuadros, fotos, partituras, cintas magnetofónicas y videos de las óperas y conciertos y de todo recuerdo personal de los artistas que pasaron durante 100 años por su escenario y que estén con las condiciones ambientales para su perfecta conservación, pues en caso contrario también se perderá parte de los mismos que se encuentran en la Biblioteca Nacional, ya que es vox populi que se habría «perdido para siempre más de un 20% de los bienes por estar tirados en los pisos [como lo estuvo el famoso telón de embocadura y seguiría aún mal estibado]» por inundaciones, bienes manchados por el agua, por materiales de construcción, polvo, etc., todo debido a la mala praxis del equipo restaurador, haciendo la pertinente denuncia penal contra la responsable, y más aún, de no encontrarse los restos de este acervo histórico dentro del edificio del Teatro – ya que no se habría destruido por incendios – cabría la posibilidad de analizar su restauración.
– 8. Nombrar a una comisión de personalidades notables en el metier con poder de decisión – con emisión de informes de desvíos en las obras dirigidos directamente al Sr. Jefe de Gobierno – para recuperar la Sala Mayor del Teatro en las mismas condiciones en que estaba – con respecto a su magnífica acústica – antes de iniciarse las obras, en particular sobre los textiles y otras obras que puedan afectarla como así la eliminación de la construcción de un montacoches que tenga por objeto la «compra llave en mano» de producciones extranjeras, olvidando que el Teatro es una verdadera fábrica integrada – desde hace 100 años – que produce desde zapatos hasta escenografías completas en sus talleres.
– 9. Iniciar una exhaustiva investigación administrativa interna y una auditoría contable externa – a cargo de un estudio de primera línea, convocado por licitación pública – sobre los fondos destinados al Master Plan que se desfinanció durante la última parte de la gestión del ex Jefe de Gobierno, Sr. Jorge Telerman, como usted lo expresó en la citada conferencia de prensa al explicar la total paralización de las obras, si se concretó o no el préstamo del BID, y en caso afirmativo qué partidas se entregaron y cómo fueron utilizadas, iniciando las acciones judiciales pertinentes para el caso que, de lo aconsejado por los auditores externos, se verificara, prima facie, alguna conducta ilícita.
– 10. RESPETAR LA TEMPORADA DE ÓPERA 2008 EN EL AÑO DEL CENTENARIO DEL TEATRO, sea en el lugar que fuere, pues los habitués sabremos comprender lo del malhadado Master Plan, como ocurrió con la decorosa Temporada 2007 [que hasta se dio el lujo, a pesar de la precariedad existente, de llevar por primera vez a toda la Compañía para la brillante puesta de Turandot en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México que admiraron miles y miles de personas] porque el no hacerla por un mero capricho, es como sacarnos un año o más de nuestras vidas al no poder gozar de una obra de arte completa como lo es una ópera, ya que ningún teatro del mundo del nivel del nuestro dejó de funcionar en salas alternativas cuando se produjeron catástrofes como incendios o restauraciones (Liceu, la Fenice, la Scala, etc.). En este sentido, deberían eliminarse los innumerables conciertos por los que se la reemplazó so pretexto de que la sala alternativa del Teatro Coliseo no tenía acústica, era cara, no les gustaba, etc., para que luego de cancelada la Temporada y, en una flagrante incoherencia del Sr. Sanguinetti, se vuelva a utilizar esa Sala en la anunciada en las temporadas informadas. Además, Sanguinetti dijo en reportajes que la Temporada no se podía hacer por que todos los cuerpos estables estaban incompletos por haberse dispuesto la jubilación de muchos de sus integrantes y resulta que ahora sí se puede hacer la del 2009; cuándo llamó a concursos para cubrir las vacantes? Nunca.
– 11. Avalando mi pedido de los puntos 1 y 4 precedentes, deseo agregar algo de suma trascendencia. A usted, los Sres, Caputo y Sanguinetti le hicieron anunciar en su conferencia de prensa del 13/2/08 – consentido por su presencia como así por la Vice Jefa Lic. Gabriela Michetti – que el Mº Stefan Lano ha sido contratado para dirigir el 10, 11, 13 y 14 de diciembre de 2008 la Sinfonía Nº 3 de Gustav Mahler y los días 20, 21, 23, 24, 25, 27 y 28 de octubre de 2009 la ópera Madama Butterfly, siendo que eso es absolutamente falaz, pues dicho Conductor informó por e-mail del 15/2/08 al Dr. Héctor Miguel Galia – cuya copia ya obra en su poder desde ese mismo día – que tan sólo fue contactado por el Sr. Caputo, pero que no existía ninguna confirmación de su parte, por lo que declinaba venir a Buenos Aires mientras permaneciera la actual conducción pues no está de acuerdo con el ofrecimiento al resultarle ofensivo para su trayectoria, lo que como usted advertirá, es un fenomenal baldón por la manifiesta falta de seriedad en la totalidad de los anuncios si existen más yerros como el de marras, y más cuando se informaron títulos hasta el 2011 con el Teatro cerrado hasta el 2010, no como lo del lamentable episodio con el Mº Lano que era para DICIEMBRE DEL CORRIENTE AÑO Y PARA EL 2009, NO PARA EL 2011 (3).
Como el Sr. Jefe de Gobierno conoce a la perfección en su rol de empresario, debiera proceder como en la actividad privada ante subordinados que a su superior lo hacen incurrir en la convalidación de semejantes disparates, aunque no existan consecuencias económicas, haya o no puesto su firma, pero sí por su propio prestigio personal y la del Teatro Colón ante el mundo – y en este caso peor aún, pues la información fue pública y consta en todos los medios de prensa nacionales e internacionales y su nombre se expandió en todos los idiomas imaginables, y esa supuesta programación figura en la propia web del Teatro Colón – por lo que en mi opinión como ex ejecutivo en bancos, ya sea desde un CEO hasta el último gerente cuando incurren en un gravísimo fallo en su respectiva área de incumbencia, lo que corresponde, es lisa y llanamente el pedido de renuncia, y así se lo sugiero respetuosamente con relación a los Sres. Caputo y Sanguinetti, pues esta sola prueba es más que contundente; sería imposible para un melómano verificar la veracidad de una enormidad de títulos, personas, etc. de nada menos cuatro futuras temporadas anuales, que, permítame la duda sobre su total improvisación, con el consecuente descrédito internacional cuando todo eso se vaya cayendo».
Confío en que usted tomará esta petición muy seriamente y la llevará a cabo en debido tiempo y forma antes que la fama internacional de tan Magna Sala se trastoque por la de un pequeño teatro de provincias, dejando de lado cuestiones ideológicas que no atañen en lo más mínimo a la Cultura, respecto a la designación, como se ha hecho, de personas no idóneas para cargos tan relevantes en nuestro querido Teatro Colón.
Deseándole éxito en su gestión, lo saluda con la consideración más distinguida,
HÉCTOR MIGUEL GALIA
– (¹) FUENTE: www.revista-noticias.com.ar/comun/nota.php?art=1105&ed=1621
– (²) FUENTE: www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-97730-2008-01-20.html
– (3) FUENTE: www.lanacion.com.ar/archivo/nota.asp?nota_id=988068&origen=acumulado&acumulado_id=
Carta de Héctor M. Galia a M. Macri por nombrar un represor en Cultura
Sr. Galia, me parecen excelentes sus opiniones respecto a cómo deberían ser las cosas y que alguien tome una medida, pero lo insto a investigar tambien con igual fuerza y entusiasmo al «otro lado de la moneda», por que más allá de las causas cerradas en ocasión del fallecimiento del ex-presidente Kirchner hay mucho todavía por sacar a la luz, desde sus asociaciones ilícitas y malversación de fondos hasta los conocidos arreglos sindicales. Sería inmejorable contar con usted en en amplio espectro judicial y no solamente en un cerrado y obtuso desenvolvimiento político.