Figúrese lector, de haberse controlado el Juzgado de Lona en los inicios de la etapa constitucional del País por un Cuerpo de Auditores Judiciales como existen hoy, lo que podía haberse detectado y no tener que aguardar largos y humillantes 35 años.
Un soleado mediodía del 11 de octubre los bufones rentados del régimen “U” falaz y descreído, preparaban con desparpajo y aparatosidad, un escenario en los accesos de la Ciudad Luz de la zona norte de esta Ciudad, para una esperada multitud que no llegó, razón por la cual el Gobernador Urtubey se guardó en el bolsillo el discurso politicoide de ocasión.
Mientras, en el Salón de los Grandes Juicios, se iniciaba la lectura de imposición de sentencias cuasi simbólicas a octogenarios sindicados como autores mediatos y materiales del secuestro y crimen del ex gobernador de Salta Miguel Ragone.
Pero en ese banquillo de acusados faltaba uno, tal vez el único y más grande corresponsable por acción y omisión criminal, cómplice indispensable y ejecutor de la represión y control ideológico instaurado en Salta, mucho antes de la venida de Videla y Cía. Su nombre? Ricardo Lona Albrecht, de quien se dice no es salteño. No obstante el Hombre supo enquistarse y hacerse reconocer en la sociedad conservadora y derechosa de esa época.
Este sujeto, después de ser designado como Juez Federal de Salta por cercanía política con Roberto Romero, ex gobernador provincial, tuvo la rara virtud de ocultar sistemáticamente sus metodologías y prácticas dentro de un Juzgado Federal, hermético a la vista de la Opinión Pública, habitual coto de caza y refugio laboral de una reducida oligarquía local de apellidos dobles y estirpe social muy venida a menos.
Figúrese Lector, de haberse controlado el Juzgado de Lona en los inicios de la etapa constitucional del país por un Cuerpo de Auditores Judiciales como existen hoy, lo que podía haberse detectado y no tener que aguardar largos y humillantes 35 años.
Claro, por eso y otras cosillas internas Lona fue “premiado” como Camarista Federal y, el Caso Ragone como los 240 desaparecidos en Salta por la dictadura y la Masacre de Palomitas, seguían guardados y olvidados, merced a consabidos tecnicismos y artilugios y con Jueces No Salteños.
La Administración del Fuero Federal de Salta sigue en la actualidad, con escasos y tibios atisbos de remozamiento funcional y de recursos humanos. Lamentablemente, tanto en los archivos judiciales provinciales y del Juzgado Federal local, siguen bien ocultos gran parte de la historia político-institucional y social de la Provincia de Salta, que los salteños de bien tenemos el sagrado derecho de conocer y saber. La Historia personal de Lona es una de ellas.
– El autor es Periodista (De la Asoc. de Periodistas de Salta) – Columnista Político
Caso Ragone (1976 – 2011): los bufones de la Corte
No faltò sòlo Lona. Lona, buen nombre para semejante tipo. Buen nombre digo, ya què, como las buenas lonas de camiòn, el juez Lona fue impermeable a toda moral y èticas jurìdicas. Y asì morirà. Còmo todos los «justos» diarìa yo. Y felizmente, añadirìa
Tambièn faltò el inefable marinerito de cabotage, de aguas poco profundas, devenido, por obra y gracia del malòn militar en gaucho, «patricio» de tierra adentro y, al final de su mandato, ciego, sordo y mudo, en relaciòn con lo que hacìan sus subalternos: Ullòa. Con èl tambièn faltò su horda «renovadora».
Caso Ragone (1976 – 2011): los bufones de la Corte
Me parece ejemplar la propuesta del periodista Yañez, marcando la responsabilidad de la estructura judicial federal en el tema. Seria muy oportuno si los medios pusieran sobre la lupa nombres como LONA, MIGUEL MEDINA, RAIMUNDO SOSA. Gracias Ramon.