El ferrocarril Sarmiento, una trampa mortal para 49 personas, con un tremendo saldo de 600 heridos y que hay que ver cómo evolucionan, dio otra vez la nota macabra, como aquel 13 de septiembre de 2011 en Flores.
Lamentable suceso, que no fue un accidente y sí un asesinato, por negligencia empresarial y del estado nacional, de compañeros trabajadores.
¿Por qué?
1- Porque el tren siniestrado es de la década de 1960.
2- Porque las vías no están en condiciones de ser transitadas con la frecuencia con la que se lo hace.
3- Porque el personal contratado no es idóneo, sino que es reclutado entre las huestes de los sindicatos que se han apoderado del ingreso del personal desde hace años. Sintetizando: no ingresa el que por actitud o condiciones debería hacerlo, sino el que tiene mejores contactos en el sindicato.
4- Porque la velocidad que alcanza el tren en algunos sectores no es la adecuada para la relación vías, tren y cantidad de pasajeros.
5- Porque la contención de la estación de Once debió amortiguar el golpe y acompañar, no frenar. Porque de acuerdo a la magnitud del siniestro y teniendo en cuenta que el segundo vagón ingresó 6 metros dentro del primero, si en lugar del sistema de contención hubiese habido un muro de acero, hubiese dado exactamente lo mismo.
6- Porque el país está lleno de profesionales inútiles y creo que la mayoría “trabaja” en los ferrocarriles.
7- Porque los dueños de la “concesión” no han invertido un peso en la manutención de vagones, estructuras, vías, etc.
8- Porque el ente encargado de controlar el buen funcionamiento de los ferrocarriles se reunió 3 veces en los últimos tres años.
9- Porque esta catástrofe se veía venir desde hace años y para cualquiera de nosotros, pasajeros de una línea que desde las 5 de la mañana circulaba con los vagones llenos, con tiempos anárquicos y sin ningún tipo de protección para el usuario. He viajado en trenes que se han detenido por más de una hora y sin explicación alguna, he visto vagones quemados, ventanillas con vidrios polarizados y cerradas permanentemente, mal funcionamiento de los molinetes, robo de monedas en las ventanillas e incautación de las mismas por parte de la empresa.
10- Porque el tren salió del taller ayer (talleres de Castelar), porque si había estado en reparaciones hasta ayer se debió controlar con personal técnico capacitado el funcionamiento durante el día de hoy y hasta corroborar el estado satisfactorio de la formación.
11- Porque a la empresa que gestiona el Ferrocarril Sarmiento, o a Claudio Cirigliano (dueño de TBA y Grupo Plaza), sólo le interesa facturar, seguir cobrando el subsidio del estado y participar de todos los negociados (televisión satelital) a los que es invitado por su innegable afinidad económica con el gobierno.
12- Porque al secretario de Transporte de la Nación pareciera importarle una carajo la vida de los pasajeros, que se juega a cara o seca, todos los días, y en cualquier medio de transporte que circule por suelo argentino.
13- Porque no fue yeta, ni mala suerte, ni el azar, ni otro puto accidente, fue ni más ni menos que la obscena exhibición de la inoperancia del sistema capitalista y en su máxima expresión de desidia.
Mi más sentido pésame a los familiares de las víctimas que viajaban en el tren y mis mejores deseos para el pronto restablecimiento de los heridos.
– Juan Romero
Prensa independiente
Nota de Redacción: Estamos profundamente conmovidos por esta tragedia argentina. Pobre gente, gente pobre. Es un gran lamento por los afectados. Esto revela las condiciones en que día a día se mueven los ciudadanos de nuestro país para llegar a sus trabajos. Nos queda la fuerza para resistir, para reclamar, para esperar seguridad, para evitar más dolor. Acompañamos a los familiares de fallecidos a quienes desde Salta 21 les expresamos nuestro más sentido pésame.