Menos del 25% de su presupuesto está afectado para atender los gastos médicos y de clínicas y destina menos de $ 150 por afiliado y por mes para pagar a las internaciones de sus afiliados. “Pagar lo menos posible para la salud de nuestros mayores”, parece ser la premisa del Instituto, denuncian.
Las clínicas y sanatorios de todo el país prestadoras del PAMI denunciaron un desfinanciamiento a raíz de que el Instituto, durante seis años, nunca pagó las tasas de incentivo por mayor número de internaciones, ni rindió cuenta del Fondo de Garantía. Asimismo, afirman que la obra social destina menos del 25% de su presupuesto a la atención de gastos médicos y de clínicas y menos de 150 pesos por afiliado y por mes para hacer frente a las internaciones.
Así lo denunciaron Adecra y Confeclisa en el marco de las Jornadas de Análisis y Sustentabilidad de la Atención Médica Sanatorial de los Afiliados del PAMI, a las que fue invitado Luciano Di Césare, Director Ejecutivo de la Obra Social , aunque declinó participar y señaló “que no asiste a asambleas de prestadores”, cuando en realidad Di Césare, fue invitado a una jornada de trabajo con la finalidad de analizar el nuevo modelo y evacuar las dudas que pudieran surgir por parte de los prestadores.
Asimismo, es necesario remarcar que tanto Adecra como Confeclisa, no mantienen un vínculo contractual con el organismo, pero son los prestadores los que solicitan a las cámaras que integran, que sus directivos expongan la problemática, ya que cuando un prestador lo hizo en forma individual con el organismo, fue el PAMI quien tomó represalias con dicho prestador.
El presidente de Adecra, Jorge Cherro explicó que “el modelo de remuneración del PAMI implicaba tres pagos: la cápita, la tasa de incentivos y el Fondo de Garantía Individual de Riesgo, sin embargo PAMI, en lo que respecta a internaciones sólo pagó la cápita y además les descontó el importe de internaciones producidas en otros establecimientos. Estos descuentos son totalmente improcedentes, hasta tanto no se resuelva la cuestión de las tasas de incentivo y se rinda el Fondo de Garantía. Además de improcedentes, estos débitos a las clínicas le son descontados a valores muy superiores a los que el mismo PAMI les hubiera permitido facturar”.
“Este sistema capitado llevó a que cada vez más clínicas dejaran de atender afiliados del PAMI, lo que llevó al Instituto a cambiar el modelo contractual, pasando al del pago por prestación”, remarcó Cherro y agregó: “Resulta tragicómico el comunicado que emitió el organismo el fin de semana donde “habla de pago adelantado y buena voluntad”; cuando en realidad lo que necesitan los prestadores es que le abonen en tiempo y forma por el servicio que brindan y no que le presten dinero”.
En el nuevo modelo «pago por prestación si bien Pami estableció un nomenclador con el cual se valorizan las prácticas que las Clínicas lleven a cabo y aceptó pagar todas aquellas atenciones que efectivamente se realicen, los valores fijados por Pami para facturar no siempre llegan a cubrir los costos reales de los sanatorios, pero lo más grave es que desde agosto de 2013 las clínicas que firmaron el nuevo contrato, sólo han recibido pagos parciales. En todo este tiempo Pami ha pagado por menor valor al calculado por las clínicas y los pagos que ha realizado han sido sin detalle alguno». Ante la solicitud de esos detalles, la Mesa de Ayuda de Pami responde “..que momentáneamente, no se brindará detalle de lo validado…”
Además aclaró que “para justificar estos pagos por importes menores, PAMI arguye errores de trasmisión de parte de los sanatorios, pero hasta el momento no ha dado a conocer cuáles son las prestaciones reconocidas o cuales no han sido validadas. Pami sólo se limita a informar cuál es el monto que pagará solicitando una factura por ese importe”.
“Resulta tan evidente la falta de correlación de lo pagado por Pami respecto a los costos de las clínicas, que el mismo Instituto para evitar un default generalizado del sistema ha inventado desde marzo el ítem “Ajustes negativos no aplicados”. Por este ítem, el cual es un reconocimiento implícito que el dinero que paga no alcanza, intenta alcanzar el equilibrio a través de un préstamo, intentando transformar a los Sanatorios en deudores de Pami”, destacó Cherro.
– ADECRA Y CONFECLISA