Las composiciones de Luis Ochoa (Caracas, 1959) suenan a Venezuela. Cada movimiento tiene impreso el sello nacional.
Pero lo que se escucha en las obras que creó para la celebración de los 80 años de la Orquesta Sinfónica Venezuela no gira entorno al nacionalismo. Sus piezas más bien suenan a verdad. En una muestra la ironía del día a día caraqueño, sus contradicciones, su sarcasmo. O, también, dibuja la tradición popular La Llora, que se cultiva en Aragua. A eso suenan los dos discos que salieron al mercado de la mano de la orquesta. Se tratan de La Llora, suite sinfónica, dirigido por Felipe Izcaray y Concierto para Orquesta, dirigido por Carlos Izcaray.
«Mi creación ha sido libre. Con ninguno de los dos discos he tenido patrones. Cuando me encargaron la obra para orquesta, en el 2005, en Venezuela tan solo contábamos con un Concierto para Orquesta compuesto por Antonio Estévez. Por eso quise aportar una visión personal. Fue un reto desde el punto de vista del formato. Aquí tenemos la tendencia a componer obras cortas, conformadas por varias partes. Pero no, los compositores latinoamericanos también tenemos derecho a componer obras largas», asegura Ochoa.
La obra está dividida en tres movimientos y fue grabada en vivo en el 2007, en la Sala José Félix Rivas del Teatro Teresa Carreño.
«En el primer movimiento del disco, Concierto para Orquesta plasmo la luz que enamoró a Reverón. La magia que tiene la luz caribeña que nos baña. En el segundo, cuento la historia de un cura jesuita que viene en la colonización y se enamora de una mujer indígena. Ahí está lo religioso, lo profano, lo divino. Y el tercero, es lo urbano. Suena a desfile de Los Próceres. A una Caracas convertida en un gran circo», afirma Ochoa.
En La Llora, suite sinfónica también realiza un tributo a la Venezuela real. El compositor lleva al sonido orquestal basado en una manifestación popular en una suite de danzas pantomímicas con elementos indígenas, africanos y europeos, que es cultivada por los niños desde la escuelas de La Victoria y Zuata.
«Hubo una necesidad simbólica de llevar a la sonoridad esta manifestación. Se trata de una obra nacionalista aunque tiene algunos elementos orquestales y que su desarrollo no necesariamente está ligada al nacionalismo puro».
Los discos pueden encontrarse en la sede de la Orquesta o a través de los números (212) 5781266 y 5780509.
– El Universal
– Tapas y folletos de los Cds
Composiciones de Luis Ochoa en CDs dirigidos por Felipe y Carlos Izcaray
El público salteño tuvo la oportunidad de escuchar una importante obra del Maestro Luis Ochoa.
En efecto, el 8 de Junio de 2006, en un programa que titulamos «Gran Fiesta Latinoamericana», con obras de Arturo Marquez, Heitor Villa’Lobos, y Arturo «Chico O’Farrill» se interpretó una importante obra del Mtro. Ochoa, su INTRODUCCIÓN Y MAMBO CAPRICHOSO» para cuarteto de guitarras y orquesta.
En esa ocasión actuaron como solistas cuatro jóvenes excelentes guitarristas salteños, que deslumbraron al público presente con su excelente ejecución. Se trata de Oscar Barbosa, Diego Grifasi, Rogelio Lauthier y Guillermo Rubelt.
El Maestro Ochoa, consumado ejecutante y docente de guitarra, escuchó el concierto por la transmisión directa de la Radio de Martín Grande vía Internet, y quedó fascinado con los guitarristas y la orquesta y así lo manifestó en un emotivo mensaje a la Secretaría de Cultura.
Es parte de los innumerables y hermosos recuerdos que atesoro de mi estadía en Salta la Linda.