Cafayate, sábado 20 de octubre, hs 13, 42ºC. El sol calienta demasiado el asfalto, casi no se ven personas en el centro del pueblo. Los turistas están en los restaurantes con aire acondicionado, los lugareños se refugian en los zaguanes frescos de sus casonas…
Pero en la entrada junto al puente Chuyastay y a la lejanía, en una difusa imagen -como un espejismo provocado por la alta temperatura- se los ve avanzar.
Son los Autoconvocados Contra la Minería Contaminante en los Valles Calchaquíes. Algunos con banderas, otros con trompetas, mujeres con pancartas, jóvenes, niños y ancianos bajando de los valles.
Si, señores. No es una fábula. Ellos se identifican como vallistos que salen a luchar para defender la propia vida de la radiación nuclear. Aunque algunos turistas ingleses se rían de ellos al pasar.
Cafayate, sábado 20 de octubre de 2007, a horas 13 y con 42 grados centígrados de temperatura. No, no es un espejismo. Pero todo transcurre como en un buen cuento. De a poco van apareciendo y presentándose los protagonistas, armados algunos solamente con una bandera, otros con una corneta
Ellos luchan contra un problema que en realidad nos compete a todos: la contaminación ambiental. Sin embargo por momentos parecen demasiado solos. Quijotes vallistos que denuncian una locura y que son tomados como locos que se oponen al progreso. ¿Al progreso de quién?
En sus caras transpiradas se nota el cansancio muy propio de la zona donde hay menos oxígeno y más esfuerzo al andar porque es zona de montaña. Hay gente que viene caminando desde Animaná distante a 13 Km y San Carlos, que está a 15 km. Algunos incluso llegaron desde Cachi, pueblo ubicado a 160 Km al norte de este extenso valle que comienza al sur de La Poma y se extiende hasta el norte de Catamarca.
LLegan a participar del encuentro en repudio de las mineras contaminantes. Esta Asamblea Ambientalista de los Valles Calchaquíes propone desde Cafayate la toma de conciencia del pueblo argentino sobre el peligro que se cierne sobre la región norte del país.
paneles, turistas y videos
Mariana Araujo, artesana de Cafayate nos da el cronograma de actividades que se llevan adelante en la plaza central a partir de las 13. Cuenta que hace un tiempo vienen trabajando sobre el tema minero y que la población de la zona, en un 95 por ciento, se manifiesta negativamente a la explotación de uranio en los valles. «A excepción de algunos políticos», aclara.
El encuentro se inicia con paneles que brindan información a la ciudadanía en general y a los turistas en particular. Turistas y vecinos se aproximan a ver los paneles informativos colocados en la plaza. Se asombran, miran con interés. Muchos comentan que no sabían nada de todo esto, que nunca se enteraron del problema de la contaminación minera en el Valle.
Luego se exhibe un video. A partir de las 15 se reanudan las actividades con la «Asamblea de los pueblos» y a las 18 será el momento del debate con el planteo de distintos temas.
A las 19 es el acto «por la vida de los Valles Calchaquíes». Se entona el himno Nacional y se proyectaron videos documentales. Hay números artísticos. Las actividades terminan a las 21 con una marcha por las calles del centro del pueblo.
Problema interprovincial
Miriam Genisan es ecologista y reside en Tafí Viejo, Tucumán. LLegó a Cafayate como lo hicieron otros vallistos que arribaron desde Quilmes, Amaicha o Animaná.
Ella tiene un enfoque regional del tema y está preocupada por la catástrofe ecológica que se cierne en toda la región. «Ahora a nadie se le mueve un pelo, pero esto matará a miles de personas y muchos micro ambientes desaparecerán con los años», se alarma. Ve al avance de la contaminación como a una masacre silenciosa. «¿De qué sirve que la medicina nuclear emplee su tecnología en unos cuantos (que puedan pagarla por supuesto) si miles de personas estaremos muriendo a causa de ella?», pregunta. «No se dan cuenta que la naturaleza tiene un límite y ya no puede renovar los recursos naturales como por ejemplo el agua».
Una estudiante de Centroamérica informó que allí afrontan el mismo problema.
«En San Juan ya están aplicando la ley antiterrorista para prohibir las reuniones de los ambientalistas», denuncia Genisan. Dice que es prioritario luchar contra la contaminación y la deforestación en nuestra región y que Salta, Tucumán y Catamarca comparten el aire y el agua y que los efectos contaminantes en la zona afectarán también a Santiago del Estero. Señala como particularmente nocivo el mineraloducto de Bajo La Lumbrera y denuncia que el proyecto de «Agua Rica» en el Aconquija es tres veces más grande que el de La Lumbrera.
La ecologista tucumana señala que en la lucha deben unirse todos los sectores sociales: pobladores, estudiantes, profesores universitarios y ambientalistas. Como ejemplo de ello trajo a Cafayate 604 firmas en apoyo al pedido de los vallistos salteños al gobierno nacional para que interrumpa de inmediato toda acción destinada a la explotación de uranio en la región.
Para ellos sí es un cuento
Tony Mercado llegó caminando desde Cachi, junto a otro vecino de ese pueblo. Se queja de la inacción de los políticos y denuncia que mientras ellos están en la cumbre de Cafayate tanto Walter Wayar como Juan Manuel Urtubey están -como si nada- haciendo campaña en Cachi. Intendentes, concejales, diputados también brillan por su ausencia.
«Nuestros representantes hacen oídos sordos a esta Asamblea, ni siquiera nos escuchan; nos ignoran como si fuéramos unos idiotas paranoicos», denuncia Tony.
Pero quienes sí están dispuestos a escuchar y a apoyar la lucha son los vallistos más pobres. Mercado cuenta a Salta21 cómo durante los tres días que caminaron desde Cachi a Cafayate por la ruta 40 (salieron el miércoles a las 8,30) la gente más humilde los recibía al llegar a sus parajes y le brindaba todo lo poco que tienen. El ambientalista usa una remera verde con la leyenda «No a la minería contaminante en el Valle Calchaquí». Y cuenta: «en el camino recogimos un ciento por ciento de apoyo».
Mercado denuncia que hay personas que trabajaron en mina don Otto que se enfermaron y murieron a causa de la contaminación con uranio. Y que están intimidando a pequeños productores de subsistencia para que vendan sus tierras en la que los cateos marcan la existencia de yacimientos.
Quilmes, coyas y guaraníes
Como por un llamado de la Madre Tierra a sus primeros hijos, la causa ecologista une a descendientes de quilmes, guaraníes y coyas. «Esto nos afecta directamente a los pueblos originarios que aparte de los saqueos que siguen realizando en nuestro territorio nos roban las tierras donde nuestros ancestros nacieron», dice Yasque, un joven quilme.
Cuenta que a su familia la privaron de acceder a un camino hacia el monte de donde ellos sacan leña. «Ponen carteles de zona peligrosa para impedir que entren a las minas, ¿por qué entonces dicen que no hay riesgos para la población?», pregunta. «Desde ya se sabe que la exposición de una mujer embarazada al rayo de la radiografia puede provocar un aborto o malformaciones en el feto, entonces de donde sacan que no hace daño alguno? Los ácidos que emplean que son el sulfúrico, el nítrico y otros agentes son los que envenenan nuestros ríos y acequias, y secan los vegetales», advierte Yasque.
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