Asombrado leía la noticia de los $ 100 por única vez a los docentes y el levantamiento de las medidas de protestas que se venían llevando a cabo. ¡Tan poca plata para tanta lucha!
¿A quién adjudicar este fracaso de la lucha docente?
A veces en la teoría y la práctica sucede como a las personas en el querer: deberían ir de las manos pero fácilmente se llevan a las patadas. ¿Por qué?
En teoría la asamblea de un movimiento, es la soberana y con-lleva el poder para sus decisiones, que en el mejor de los casos se canalizan políticamente. Pero este fin de semana pragmáticamente la asamblea de los docentes se fracturó y no hubo mayoría conveniente para seguir con la lucha.
Algunos culpan a los dirigentes, pero estos no son más que delegados de la voluntad de los asambleístas, otros echan sus rabias sobre la astucia del oficialismo para confundir al movimiento docente, y en realidad la asamblea pierde poder al no tener un mismo sentir.
¿Cuál es la lectura más positiva de esta realidad?
A mi modesto entender se corta una lucha tradicional en su forma y métodos, pero la tradición de la lucha docente se vio enriquecida en los últimos años; quizás aquí los dirigentes innatos ( con o sin enrole político) carguen con la culpa de no haber actualizado métodos de lucha por los derechos indiscutibles del trabajador, quizás se manejaron anticuadamente dejando de lado astucia en las negociaciones, elementos que provienen de la lectura social (la cual debe ser integral, actual e íntimamente ligada al sentido común no sólo de sectores sociales sino de toda la sociedad en su conjunto).
En verdad, la dirigencia es la cabeza pensante de un movimiento popular al cual se le pueden adjudicar actitudes marcadamente afectivas y en realidad el acto coordinado de ambos provoca cambios para el bien o para el mal.
En nuestro país históricamente dibujaron al sistema escolar de la mejor manera pero fue frecuente la traición política, es decir, la falta de decisiones políticas para que la letra sea respetada y cumplida como se debe. Es aquí precisamente donde se debe dar la lucha por los derechos del trabajador y por la optimización del sistema educativo: el ámbito político, y de este en la legislatura y en la justicia porque estos son los encargados de hacer la letra y hacerla cumplir en nuestro sistema democrático y republicano.
Queda cada vez más claro que las presiones al ejecutivo con provocamientos de malestares sociales son un camino poco efectivo y con consecuencias negativas para terceros: alumnos, familias, otros trabajadores, turistas, etc…
De grises a negro
¿A quièn adjudicar este fracaso en la lucha docente? ¿A quièn mas? Al Partido, dicho Obrero, Unifamiliar del Plà- Fofani, claro. Solo a ellos se les pudo ocurrir montar: ese circo que es la carpa docente, manifestaciones diarias y bulla incesante. Lo importante es y fuè el paro, lo demàs es absolutamente inconducente. A nadie le importa que los maestros se agoten en la plaza. Su presencia se ve como una provocaciòn carente de fundamento y sus efectos resultan contraproducentes. Por ejemplo, a causa de esos comportamientos, la solidaridad de los padres de los estudiantes, no solo que se agota, sino que se convierte en antipatìa. Y sin su apoyo, olvidensè.
De grises a negro
Observador: ¿quiénes «suspendieron» ese paro que para vos es la herramienta más importante en nuestra lucha? ¿Fofani? ¿Del Pla?