16.3 C
Salta
jueves, marzo 28, 2024

Del Colón a Salta

Notas más leídas

Primero fue el homenaje por los cien años de su nacimiento del que para muchos es el más grande compositor argentino, Alberto Ginastera, del que escuchamos una estupenda versión de la Pampeana nº 2. Luego los casi veinte minutos de un estreno en nuestra ciudad, la sonata del ruso Schnittke escrita en 1978. Finalmente, el carácter elegíaco de una sonata.

Salta, martes 9 de agosto de 2016. Teatro Provincial. Fernanda Morello (piano). José Araujo (violonchelo). Pampeana nº 2 (Alberto Ginastera – 1916-1983). Sonata nº 1 (Alfred Schnittke – 1934-1998). Sonata op.19 (Serguei Rachmaninoff – 1873-1943). Ciclo local “Todos al Escenario”. Departamento de Cámara del Ministerio de Cultura y Turismo de Salta. Auspicio del Ministerio de Cultura de la Nación.

El título de la nota se justifica cuando nos enteramos que el notable dúo de la conocida y brillante pianista Fernanda Morello más el sólido, dúctil y de elevada técnica, el violonchelista José Araujo, repetían en nuestra ciudad el programa que hacen pocos días tuvo desbordante aprobación del público porteño en el exigente Teatro Colón de Buenos Aires.

araujo_morello1.jpgPrimero fue el homenaje por los cien años de su nacimiento del que para muchos es el más grande compositor argentino, Alberto Ginastera, del que escuchamos una estupenda versión de la Pampeana nº 2. La línea del violonchelo, acompañada de recios acordes del teclado, fue el comienzo de uno de los más importantes recitales del ciclo que conduce María Fernanda Bruno cuyo esfuerzo por la música de cámara, al menos en este espacio, encontró un camino más que interesante. Morello ya alcanzó el nivel de los excelentes pianistas argentinos y nosotros la conocemos a partir de fantástico Prokofiev que hizo junto a la orquesta sinfónica local durante el año pasado. Pero si bien tenía noticias de Araujo, su primer escenario en Salta fue una relevante sorpresa. Un virtuoso de su instrumento, le permite una musicalidad imbatible. Ambos rindieron culto a Ginastera aprovechando su reciedumbre rítmica con los valles líricos de sus melodías.

Luego los casi veinte minutos de un estreno en nuestra ciudad, la sonata del ruso Schnittke escrita en 1978, o sea cuando en la antigua URSS comenzaba, bajo la presidencia de Brézhnev, a vislumbrarse un régimen que caería una década después. El compositor también vivía desolado por la guerra y las muertes ocurridas a lo que se sumaría el casi continuo ataque contra su arte ejercido por las autoridades soviéticas. Tal vez el origen habrá que buscarlo en las influencias que en su producción tenía la música de Shostákovich. Lo cierto es que la sonata de esta noche no puede menos que resultar un golpe furioso de lamento y tristeza. La ejecución no tiene divisiones si bien estas son notorias en la partitura (largo-presto-largo). Hay combinaciones tímbricas que son demoledoras para el espíritu mostrando su condición atribulada. Hay disonancias esperadas, un vals que es la contrapartida de la alegría. En conjunto, es casi como llorar en ruso si se me admite la descripción. En el medio, Araujo hizo un “presto” que casi no tiene calificativos por su altísimo nivel técnico.

Finalmente, el carácter elegíaco de una sonata cargada de romanticismo que al momento de conocerse quedó como relegada por el desbordante éxito del segundo concierto para piano, del genial Rachmaninoff. El diálogo violonchelo-piano fue un desafío para la conjunción estudiada de ambos músicos. El compositor fue un precoz y gran pianista de su tiempo. Esa condición, mas una prodigiosa memoria lo ayudó en su tarea de componer, no obstante la complejidad de sus diferentes momentos en esa tarea. Tal vez tuvo que ver en su eclecticismo sus cambios de residencia. Rusia, luego Alemania y finalmente Estados Unidos donde vivió hasta su muerte. Sin embargo su imaginación tiene talento y ello le permitió superar, con ayuda médica, el fracaso de su primera sinfonía que lo sumió en una depresión profunda. De ese momento es la sonata de esta noche, escrita casi a la par de su famoso segundo concierto para piano. Pero en la obra de hoy, existe algo propio del compositor ruso, su innegable melodismo que permitió lucir al dúo visitante. Gran noche.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -spot_img

Últimos Artículos