El pasado 26 de de mayo, a horas 16 aproximadamente se produjo una colisión en Avda. Tavella y el acceso al Bº Pablo Saravia.
Un camión, marca Volvo, dominio SSB 155 con acoplado VOI 778, realizó una maniobra por la banquina de la arteria principal de la Avda. Tavella, por la que circulaba para evitar colisionar con los vehículos detenidos ante el semáforo en rojo sobre dicha arteria, tomó por la banquina y he aquí que arrasó con la trompa del auto Fiat Uno que se prestaba a pasar con la indicación de la luz verde del semáforo. Las cuatro ruedas del camión incontrolado por su chofer el Sr. Daniel Luna guillotinaron el frente del auto. Este individuo se justificó diciendo que los frenos le fallaron y que no es fácil dominar 25.000 kgs. de carga y además que no era intención de él salir a matar gente con el camión.
Gracias a la mano de Dios, realmente este accidente no terminó en una tragedia mayor, resultando ilesos los dos ocupantes del Fiat. El auto estaba en perfecto estado en lo que respecta a papeles y mecánica exigida por la ley.
Ante tamaño susto los dos vehículos sobre avda. Tavella y el que se encontraba junto al Fiat pronto a cruzar la arteria hacia el Bº Pablo Saravia, se ofrecieron inmediatamente como testigos de tremendo accionar del camionero que estaba acompañado por una pareja de edad avanzada ambos.
¿Cuál es la cuestión de este hecho que parece no tener relevancia ante tantos accidentes que a diario se producen?
Inmediatamente de producida la colisión, una agente de la Provincia de Salta, que se prestaba a tomar el colectivo sobre la colectora, dio la alarma a los móviles correspondientes y al 911 que patrullaba la zona, se aseguraron que el camión no escapara y que de haber accidentados la ambulancia también se apersonara… también convocaron a tránsito para que intervenga según lo que corresponda. Luego de insistir por unas tres veces y casi una hs de espera llegó un camión de esta dependencia con unos cuatro agentes y se hicieron cargo de la situación retirándose la policía.
Fue patético ver cómo se exigían los papeles al damnificado como si hubiera provocado lo que podría haber sido una tragedia mayor y cómo se acomodaban los papeles del camión, que en más de una oportunidad el conductor del Fiat Uno exigió se fijaran bien por la cuestión del seguro y del carnet del chofer que para nada parecían estar en orden ya que solo se mostraban fotocopias simples y recibos pocos claros.
Así es que en unos 15 min. el asunto cocinado y se tenía que liberar las calles para la circulación normal, a pesar de que no había ninguna obstrucción al paso. El chofer del Fiat insistía a la policía de Tránsito capitalina que se debía hacer un peritaje para corroborar la maniobra y también detener al camión por los papeles dudosos y la falla mecánica (frenos) expresada por el mismo chofer. Pero para estos todo estaba en orden y sin ni siquiera haber podido extraer datos fehacientes del camión y su respectivo seguro contra terceros se los dejó ir y se procedió a sacar el auto para que quede despejada la calle aduciendo que no habían heridos en este accidente y que es todo lo que se tenía que hacer.
En el mismo día se concurrió a hacer la denuncia correspondiente a la Dirección de Tránsito y se pidió una audiencia con el Director de esta dependencia Pública, el Sr. Gerardo Montaldi. Este expresó su desconcierto y solicitó una nota del denunciante para viabilizar un respectivo informe de lo sucedido y ver si los agentes actuaron correctamente, porque de lo contrario ¿quién paga el vehículo dañado gravemente si se dejó ir a los causantes tan fácilmente? ¿Cómo se puede dejar ir un camión en el estado que estaba y con el daño causado y con la infracción cometida como si nada hubiese pasado? Siguieron su viaje, tranquilamente sin ni siquiera despedirse con unas disculpas del conductor del Fiat y autorizados por estos agentes, hacia el Sur de donde es su origen: La Plata, Bs. As.
Vamos a esperar la repuesta del Sr. Montaldi para saber cómo termina esta historia de desgracia e injusticia.