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domingo, noviembre 24, 2024

El 8N, la Unión Democrática, el pasado y el presente

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Y pasó el denominado 8N, sigla que alude al día 8 de Noviembre de 2012 en que fuera convocada una movilización ciudadana en varias partes de la Argentina y del exterior, merced a las ventajas de las redes sociales informáticas. Escribo intencionalmente que ese movimiento fue convocado porque nadie podría afirmar ahora que ese evento ha sido una cuestión espontánea, como neciamente se empeñan en afirmar muchos de sus participantes y/u organizadores.

Durante semanas y a partir del llamado 13S –que alude a la anterior convocatoria del pasado 13 de Septiembre- una serie no determinada de operadores en red se ocuparon con un gran trabajo logístico, con recursos, publicidad en los grandes medios masivos de comunicación y una tan insistente como profusa campaña de difusión sobre lo que finalmente se definió como el “mapa del 8N”, que señalaba en todos los portales virtuales una Argentina dibujada y marcada con precisión en todos y cada uno de los puntos de encuentro.

En paralelo y varias horas antes del comienzo del acto en el país, se comenzó a transmitir desde Australia, Alemania y así sucesivamente en cada huso horario. La movilización en las grandes ciudades –Buenos Aires, Rosario, Córdoba- mostraba pancartas de impresión gráfica muy prolijas y costosas con diversas leyendas cuyo texto indicaba casi con precisión quién o quiénes eran los interesados en difundirla, como por ejemplo esa en que se leía “Press Freedom”. No hace falta ser un iluminado para deducir quién pagaba las mismas.

Pero también es cierto y objetivo que muchas personas concurrieron a las marchas con carteles improvisados, caseros, que contemplaban los más diversos temas de queja, desde la seguridad hasta una oposición a la ley de discapacidad (¿). Lo cierto y contundente es que el número de concurrentes fue muy importante, y que la organización fue muy prolija. Pero una vez finalizado ese acto, comenzó la inevitable ronda de interpretaciones que resultaron tan variadas como sectores interesados en hacerlas hay en el medio.

Y así se pudo escuchar la voz de los necios, como el dirigente Luis Ángel D’elía que afirmaba sin hesitar que fueron solamente cincuenta mil manifestantes, sentado frente a una pantalla de televisión que lo contradecía sin remedio. También opinó el inefable Mauricio MACRI, quién dijo sentirse emocionado de ver la marcha, sentimiento que viniendo de quien viene genera muchas dudas de ser verificable. Previamente otorgó asueto administrativo a los trabajadores del municipio para que pudieran ir al Obelisco. Un verdadero caradura.

También entre otros tuvo cámaras a su disposición el rabino devenido en legislador de la Ciudad de Buenos Aires, Sergio BERGMAN, que ante el espanto del entrevistador opositor reconocía que había mediado un gran aparato logístico. Un gran desubicado habrá pensado la producción del evento que insiste hasta hoy que la marcha no la convocó nadie y la convocaron todos, como quiera que esto se pueda llegar a entender.

Fue lógico acordarse en estos días de aquella muletilla no muy lejana de la vergüenza nacional que machacaba hasta el cansancio que “el campo éramos todos”, hasta que lograron la derogación de la famosa Resolución 125 con voto no positivo de Cleto COBOS, momento en el que cada uno de los finqueros y exportadores volvieron inmediatamente a sus tierras para seguir juntándola con pala, totalmente olvidados de todos los zonzos que habían ido a sus marchas sin haber conocido otra cosa que el asfalto. En esta oportunidad se repetirá inevitablemente el mismo esquema: en el momento que los grupos de presión logren mantener sus privilegios, nadie organizará ninguna otra marcha.

Y así desfilaron ante las cámaras de televisión personajes como Patricia BULLRICH que adhería fervorosamente al reclamo de devolución del 82% para jubilados y pensionados, totalmente olvidada que ella como Ministra del Trabajo y la Seguridad Social de Fernando de La Rúa en connivencia con el traidor serial Domingo CAVALLO, decidieron mediante la firma del Decreto 926/2001 quitarle el 13% a más de quinientos mil de los mismos jubilados que ahora apoya, con la excusa de que era para equilibrar el déficit fiscal.

Y finalmente también opinó la Presidenta Cristina FERNÁNDEZ, ironizando de que todos los que se convocaron para esa marcha no tienen quién los represente, con aire de triunfalismo cuando ese triste panorama se trata en realidad de una situación más que preocupante, porque revela que nuestra Argentina no ha superado las dicotomías del pasado. En el año 1946 el naciente peronismo predicaba la necesidad del movimiento popular, y la Unión Democrática conformada por el arco opositor de conservadores a comunistas, marchaba atrás del rechoncho embajador Spruille BRADEN sin siquiera sonrojarse.

Ayer se repitió una escena casi idéntica de quejosos por no poder comprar dólares, pasando por nostálgicos golpistas, integrantes de la izquierda desorientada y hasta el odontólogo Ricardo Alberto BARREDA, que caminaba entusiasmado entre las pancartas que reclamaban contra la inseguridad. Y en el mismo barro “todos manoseaos”, indiferentes a las insalvables casualidades –¿o causalidades?- de la jornada, que coincidía con el cumpleaños número sesenta y uno del asesino Alfredo ASTIZ, y el segundo aniversario de la muerte del genocida Emilio MASSERA.

En un contexto como el actual, sería bueno que los gobernantes de este momento se remonten a aquellos tiempos para no reiterar los mismos errores, época en la que el empecinamiento del oficialismo en no convocar a todos los argentinos sino solamente a los peronistas, llevó a una crisis social por todos conocida. Años más tarde -muy tarde se podría decir- un envejecido Juan Domingo PERÓN trocaría la frase de que “para un peronista no hay nada mejor que otro peronista” por la de “para un argentino no hay nada mejor que otro argentino” De esa lección debería aprender nuestra Presidenta, en vez de ahondar las diferencias con ironías absurdas.

Es hora de unir no de dividir; es tiempo de construir consenso y no imponer autoritarismos. Y fundamentalmente es tiempo de definir modelos en vez de predicarlos. Porque de tanto repetir la muletilla de que hay que defender “el modelo” parecen haberse olvidado de los contenidos del esquema que se predicaba desde el partido al cual dice pertenecer la Mandataria, como Justicia Social, Soberanía Política, e Independencia Económica, ya que con acuerdos mineros, pago de deuda fraudulenta, protección de la especulación bancaria, concesiones petroleras, acuerdos con la burguesía sojera para asociarse en los beneficios de las altas cotizaciones de los commodities ampliando la frontera agropecuaria para esos negocios, desplazando a los pueblos originarios y afectando el ambiente de todos mientras se cierran acuerdos de inversión con los envenenadores que fabrican los plaguicidas e imponiendo la partida de defunción a la soberanía alimentaria, no se camina precisamente hacia esos postulados, sino todo lo contrario.

8 COMENTARIOS

  1. El 8N, la Unión Democrática, el pasado y el presente
    Y tambien era el aniversario de la primera vez que el tuerto desaparecido se afano una bolsita con bolitas de sus compañeros de escuela… Ya que buscamos coincidencias, agreguemos tambien que fue la primera vez que recibieron una valija con los intereses de los 500 millones de dolares de la provincia santacruceña. Incluso, aunque no lo tengo confirmado, parece que fue el aniversario del acuerdo con los narcos de la efedrina, para aportar a la campaña de la actual presidente… Quevachache! cuando uno busca datos, los encuentra.

  2. El 8N, la Unión Democrática, el pasado y el presente
    Que la marcha haya sido convocada prolijamente mediante las redes sociales con algunas ayudas no muy visibles está claro y también que a una parte de la población le resulta ya intolerable la constante y crispada proclama amigo-enemigo escrita y dirigida por los «filósofos» peronistas, sobreactuada por la millonaria actriz Cristina K y ampliamente difundida por la corporación mediática gubernamental que, de alguna manera, también convocó a la marcha.
    En algo sí están de acuerdo gobierno y marchistas: el sistema capitalista no se cuestiona. Igual que en la época de la disputa peronismo vs. unión democrática.
    Las diferencias son de formas o procedimientos y no de fondo. Rápidamente podrían intercambiarse personajes de un lado al otro del 54/46 y nada cambiaría.
    No existe el gobierno bueno que hace lo que el pueblo desea y se junta con sus opositores para encontrar lo mejor para todos. Existe el poder económico que establece las reglas del juego y que deja el manejo del Estado a las bandas de políticos profesionales que luchan por llegar y hacer sus negocios privados.
    Por lo tanto si la marcha fue más o menos espontánea, si es momento de sumar y pedir que el gobierno atienda parte de los reclamos, que el gordo D’Elia deje de vociferar, que el rabino Bergman deje su sonrisa cínica o que Boudou reconozca que es corrupto no cambia la ecuación.
    Entonces, en mi opinión es necesario pensar en otra dirección, el sistema capitalista no tiene soluciones para la humanidad, al contrario, es el que ha generado el actual estado del mundo.
    Es para pensar y entablar una batalla ideológica para imaginar otras alternativas.
    Saludos

      • El 8N, la Unión Democrática, el pasado y el presente
        Propongo imaginación viejo, se puede imaginar un mundo sin papá Estado, arroz a la cubana o pizza con champange. El Estado, las instituciones, los partidos políticos, los países y muchas cosas más no son productos de la naturaleza, se pueden cambiar igual que a ésta. Es solo animarse a imaginar algo diferente y no pasarse la vida asombrándose de como los gobernantes roban, las instituciones no funcionan y mirando la tele a ver como matan a un policía bueno o a un jubilado.
        Si la gente se juntara para pensar y decidir por si misma y no esperar que ocurra lo que fatalmente ocurre que las desiciones las toman otros y luego quejarnos, tal vez
        el mundo sería diferente.
        Pensalo.
        Saludos

        • El 8N, la Unión Democrática, el pasado y el presente
          ¿Qué opinás de un cambio en las personas? De todas las personas, de las que gobiernan y de los gobernados, de los dirigentes y de los dirigidos, de la aplicación de los derechos humanos pero también de las «obligaciones humanas»… Cualquier sistema político requiere de MORALIDAD. Más MORALIDAD que ÉTICA. La ética muchas veces se confunde, queriendo o sin querer, con la hipocresía. Por eso, la Moralidad está por encima de la Ética. Cualquier sistema de gobierno, incluyendo las monarquías, funcionaría perfectamente si es que los que mandan fuesen buenos y justos, y los pueblos también. Porque con MORAL no habría injustos, ni ladrones, ni corruptos. Con MORAL existiría la verdadera Justicia. Independientemente del sistema político. Porque sin MORAL, cualquier sistema, por más ‘democrático’ que sea, es susceptible de ser corrompido por las ‘trampas’ a la Ley, por las vivezas criollas de cada comunidad y de cada tiempo. La ÉTICA, en cambio, se presta muy seguido a pegarse a leyes injustas, corruptas, ventajeras… pero ¡legales! porque fueron dictadas por el … ¡Congreso! Sea el tal congreso del signo político que sea.
          O sea, amigo Juan, mientras las sociedades sigan relativizando a la MORAL, sus dirigentes y gobernantes seguirán representándolos tal como se merecen.

  3. El 8N, la Unión Democrática, el pasado y el presente
    Me parece una exageración gratuita llamar a Tort oficialista, por no decir otra cosa. Basta leer el artículo para inferir esto o leer los sucesivos de este periodista.

  4. El 8N y las críticas desde el Relato
    Daniel Tort, como buen periodista oficialista no sos el primero que sale a plantear la dicotomía Pueblo-Antipueblo para denostar la expresión ciudadana del 8 de Noviembre.

    Yo estuve en la jornada del 8N, y puedo contarte qué ví allí.

    – Ví a un viejo jubilado que me decía que estaba allí porque había aportado mas de cuarenta años al sistema previsional público, y se sentía indignado al ver que, mientras le niegan el 82% móvil, la plata del ANSES se dilapida en elevados sueldos para los hijos de los intendentes ultrakirchneristas, o para los hijos de Luis D’Elia y otros políticos afines, o para bancar los mensajes panfletarios de “Futbol para Todos”. Le daba bronca comprobar como, en lugar de pagar los juicios ganados por los jubilados, se usan los fondos previsionales para financiar a multinacionales como General Motors o a empresas semi-estatales como YPF, o cómo se usan los mismos fondos para pagar la deuda externa de la que aún nadie sabe que parte es legítima y que parte no.
    – Ví a viejas reclamando porque sufrieron asaltos a mano armada en sus casas; una de ellas me decía que la última vez a su hijo le habían abierto la cabeza de un culatazo. Quise hacerles entender que mientras subsistan las condiciones de miseria y exclusión en que viven cientos de miles de personas en este país no habrá una solución definitiva a la inseguridad, pero no me escucharon mucho.
    – Había gente que reclamaba el fin de la corrupción, y mencionaban los casos de Skanska, de la valija de Antonini Wilson, del enriquecimiento escandaloso de la Presidente y su familia, del escándalo de Ciccone y los negociados del “compañero” Amado Boudou, de los subsidios millonarios a los Cirigliano y otros concesionarios del transporte, de los negocios que trataron de hacer en YPF con sus amigos Eskenazi y que les salió mal.
    – Había gente que no entendía como existían jueces venales como Oyarbide, que fue servil del menemismo y ahora lo es de este Gobierno; y no entendían como siempre le tocan los juicios más sensibles que involucran al poder político.
    – La mayoría reclamaba el derecho a ser escuchado, y que no se los lleven por delante.

    Es verdad que no ví carteles contra la minería a cielo abierto, contra el asesinato de aborígenes y criollos por las policías provinciales, contra los señores feudales aliados del Kirchnerismo como Gildo Insfrán y José Luis Gioja; lo cual no deja de ser un alivio para el Gobierno. Tampoco protestaban contra la cooptación de los organismos de derechos humanos y de las organizaciones sociales como la UTD de Mosconi, que ahora recitan el machete que le bajan desde la Casa Rosada.

    Afirmar que una manifestación opositora como el 8N reedita la vieja Unión Democrática, es una chicana producto del Relato oficial. Si eso fuera la Unión Democrática, en la vereda de enfrente estaría el Campo Popular del ’45. Analicemos la cuestión y veamos si es así.

    En las multitudinarias manifestaciones del Kircherismo conviven los desharrapados del connurbano (que después de diez años de crecimiento económico siguen fuera del sistema laboral) con dirigentes multimillonarios como Cristina, Amado Boudou, Julio De Vido, Ricardo Jaime, Abal Medina (cuyo papá es asesor político del capitalista mas grande del mundo), Juan Manuel Urtubey, Gioja (lobbista de las mineras), Jorge Capitanich o Jorge Sapag (lobbista de las petroleras); conviven obreros del connurbano bonaerense, que utilizan todos los días el servicio ferroviario público, con los funcionarios que hacen negociados con los concesionarios de los trenes, y que provocan tragedias como las de la Estación Once. Los amigos de Cristina hoy van desde Jorge Brito, uno de los banqueros mas poderosos del país, que en estos años la alzó con pala, y José Mendiguren, titular de la UIA, hasta militantes del Partido Comunista, como Sabatella y Carlos Heller. Entre los gremialistas aliados del gobierno están el antiguo espía de la Dictadura, Gerardo Martínez, o José Lezcano, de Luz y Fuerza, que convalidó la venta de SEGBA y las empresas provinciales de energía en los noventa, y el consiguiente despido de miles de trabajadores. Entonces, Daniel Tort, ¿te parece que las concentraciones del Kirchnerismo reeditan los históricos Cabildos Abiertos del Primer Peronismo y tienen enfrente a la Unión Democrática? El Relato dice eso, pero vos ¿realmente lo crees?

  5. El 8N, la Unión Democrática, el pasado y el presente
    Obviamente que la marcha del 8N estuvo organizada. Estuvo organizado el día, la hora, los lugares… la no portación de banderas políticas y otras yerbas en ese sentido… Obviamente que los medios fueron transmitiendo la noticia a medida que se acercaba la fecha. Obviamente que muchísima gente concurrió a la marcha enterada por los medios. Y muchísima gente también (como yo) supimos por mail y otros medios llamados «redes sociales».

    Pero lo que es ESPONTÁNEA ES LA ADHESIÓN masiva y multitudinaria. A nadie se lo presionó ni se lo extorsionó para que concurra. A nadie se lo transportó ni se le dió un ‘refrigerio’. A nadie se le proveyó un letrero ni un cartel.

    ¿Quién organizó? No lo sé. No solamente pudo haber sido en parte Clarín… en parte Macri… No lo sé, no me importa. A mí, ni a nadie que yo conozca que haya participado el 13S o el 8N, no me lo dijo ni Clarín ni Macri, ni nadie en especial. Fui recibiendo cadenas de mails de contactos particulares conocidos míos.

    ¿Por qué participé? FUNDAMENTALMENTE porque estoy triste y asustado por la manera en que este Gobierno Nacional fogonea el odio y la división entre los argentinos. Por supuesto que además por el garantismo casi sin límites de la Justicia, por la pobreza creciente de los más marginados, por la subsistencia miserable e indigna de los subvencionados con planes, por el enfrentamiento con el mundo… etc. etc. etc. No me importa el cepo al dólar, sé que es importante para muchas actividades útiles, pero no me afecta directamente a mí.

    La corrupción, el vertiginoso enriquecimiento obsceno de los popes del kirchnerismo ¿no es acaso un motivo de indignación de la gente?

    ¿Unión Democrática? ¿de ánde, Dr. Tort? Yo más bien diría «unión de espantados»…

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