La inflación ha sido el tema de la semana frente al alza del nivel general de precios y que el mismo no se hizo esperar en los bolsillos de los trabajadores y consumidores que forman parte de la sociedad argentina.
Uno de los interrogantes que nos surge es si el oficialismo tiene un plan alternativo frente al incremento de los precios generalizados en todos los sectores de la economía argentina; al parecer habrá un acuerdo de precios con diferentes sectores en especial la carne, el pescado y la canasta escolar afectada a los aumentos del mes de febrero.
Ya es repetitiva la vieja historia que los acuerdos de precios no han dado resultados óptimos en la práctica y aún con clima de incertidumbre difícilmente las empresas estén dispuestas a arriesgarse a perder costos y asumir pérdidas a largo plazo mas allá de la voluntad de cumplir y en caso de cumplirse, como se va a monitorear o controlar esos acuerdos de precios.
Frente a este panorama, muchos aprovechan la especulación y la ganancia temprana frente a la necesidad de productos básicos que los consumidores en muchos casos harán una sustitución de bienes y servicios por otros que resulten más económicos, sin tener en cuenta quizás la calidad o la marca que obtengan, siendo la idea de sobrevivir al fin de mes y que el ingreso rinda o alcance a los trabajadores.
Mientras la inflación siga pulverizando la restricción presupuestaria de los trabajadores, los costos laborales serán elevados y los empresarios estarán en un punto de inflexión defendiendo sus intereses y maximizando sus beneficios frente a la batalla terrible del incremento de los precios.
La inflación afecta también al mercado laboral, puesto que las paritarias harán sus reclamos de aumentos de salarios a partir del 20 %, pero se le impondrá un piso y un techo a los fines de no despertar un proceso inflacionario como han acontecido en nuestra historia argentina.
Además habría modificaciones y cambios en los acuerdos ya que los gremios prefieren firmar convenios por seis meses frente a la inestabilidad económica actual y el incremento del nivel general de precios.
Lo cierto es que la recuperación económica se ve nuevamente amenazada y sin dudas podrían suceder presiones en el dólar y en el tipo de cambio, haciendo más volátil el funcionamiento de los mercados financieros.
A tenor de las dificultades actuales en la economía argentina, es necesario un plan alternativo a los fines de revertir este incremento o “reacomodamiento de precios” que significa uno u otro inflación y es necesario diagramar un cronograma a corto plazo a los fines de no sufrir consecuencias macroeconómicas negativas que lamentar en el futuro, recordando las medidas propuestas:
– 1-Reducir el gasto público.
– 2-Fomentar la inversión, inyectando nuevos puestos de trabajo.
– 3-Reducir los costos laborales del trabajador y del empleador.
– 4-Evitar las presiones en el tipo de cambio y en el dólar.
– 5-Implementar políticas fiscales y monetarias que alienten a los mercados financieros.
– 6-Aplicar políticas sociales aptas para recudir la pobreza y la marginalidad.
Todo ello conformaría un modelo de plan alternativo económico indispensable frente a los nuevos tiempos que nos obliga enfrentar la inflación, el nuevo fantasma de la economía argentina.
– La autora de la nota es Jefa de Trabajos Prácticos de las cátedras Análisis Económico y Financiero y de Elementos de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Buenos Aires – Facultad de Derecho. Master en Derecho y Economía (tesis en preparación). Universidad de Buenos Aires – Facultad de Derecho.
