A los oídos de hoy para aquellos no iniciados o carentes de estudios musicales, puede parecer de atractivos menguados y sin embargo constituye material muchísimo más que interesante.
Salta, sábado 2 de febrero de 2020. Foyer del Teatro Provincial. Ensamble Flauto e Corda de la Universidad Católica de Salta. David Gómez García y Zaira Olivera Hoyos (flautas), Pedro Del Val (violonchelo) y Nicolás Tolaba (guitarra). Temas de música antigua y sus ornamentos.
La música europea de los siglos XVII y XVIII está ubicada en el período llamado “Barroco” que puede decirse comienza en el 1600 y finaliza con la muerte de Johann Sebastian Bach en 1750. A los oídos de hoy para aquellos no iniciados o carentes de estudios musicales, puede parecer de atractivos menguados y sin embargo constituye material muchísimo más que interesante.
Uno de los detalles que ha convertido a la música de esos tiempos, es la ornamentación interpretativa. Lo escrito en la partitura es embellecido por medio de agregados en el ritmo, en las armonías, con adornos que en conjunto se denominan “Variaciones” -transformación de la idea musical a través de transposiciones, inversiones, disminuciones, etc.- también llamadas “Divisiones” como se usa en Inglaterra, cuyas formas dependen en gran medida de la libertad del ejecutante y de la habilidad de éste al realizarlas, aún cuando no siempre se tratan de improvisaciones sino que esa ornamentación está escrita por el mismo autor o por otro compositor. En este punto es bueno mencionar que el maestro Gomez García esta naturalmente dotado para llevarlas a cabo y transmite esa característica a sus alumnos de la universidad.
El programa de esta noche trajo páginas nuevas o repetidas a raíz que la intención de mostrarlas es justamente exhibir la ornamentación que se aplica a la obra musical de compositores como el inglés Robert Carr; otro inglés, el hermano del famoso Henry Purcell llamado Daniel; el italiano Francesco Scipriani; el fraile franciscano español Antonio Martín y Coll; la conocida melodía de Greenslevees atribuida al rey Enrique VIII compuesta para su futura esposa Ana Bolena de triste final, y otras más. Una noche para disfrutar y aprender.