La bandera argentina fue pintada con aerosol y la de Río Negro quemada por un grupo que ocupó el municipio y que incitaba a sus hijos a arrojar ladrillos contra el busto del Libertador derribado de su base.
«Adoctrinaban a los niños que estaban con ellos para que lanzaran pedazos de ladrillos contra el busto de San Martín, que habían sacado de su pedestal en la entrada de la municipalidad. Les decían que era la primera persona que había permitido la llegada de extranjeros y colonizadores; era algo increíble las cosas que decían…»
Este es el relato de Bruno Helrriegel, secretario de Desarrollo de Políticas Públicas de El Bolsón.
El ataque al busto de San Martín, una estatua donada al municipio por un artista local hace ya varios años, no fue un daño colateral sino una agresión deliberada.
«A comienzo de la toma, que empezó a las 10 de la mañana, mantuvimos la atención al público -cuenta Helrriegel-. los manifestantes estaban en la entrada pero no habían ingresado al sector de oficinas. Pero hacia las 12 del mediodía, cuando el ambiente se puso algo denso, evacuamos el edificio. Entonces ellos, al ingresar, rompieron libros de actas y destruyeron también cinco cámaras de seguridad».
Por estos hechos, el intendente, Bruno Pugliano (Juntos Somos Río Negro) presentó una denuncia por «daños» en la Comisaría 12 de la Policía provincial. Algunos de los agresores están identificados.
(Infobae)