«Francisco ya es de todos», titulaba la TV argentina en una transmisión histórica. El día que Bergoglio asumió como el Papa Francisco I.
Según informó TN, los cinco momentos clave de la asunción de Francisco fueron: el llamado a la Argentina en la vigilia en el que pidió acercarse a Dios y dio la bendición («sé que están rezando, gracias por haberse reunido a rezar»…; «cuidémosnos los unos a los otros, no se hagan daño, cuiden la naturaleza, cuídense la vida, cuiden a los niños, cuiden a los viejos», «no le saquen el cuero a nadie» dijo en la madrugada), el recorrido en papamóvil por la Plaza de San Pedro, el rezo ante la Tumba de San Pedro, la colocación del palio y del anillo del Pescador, y la homilía en la que pidió «cuidar a los más pobres».
El papa llegó a la plaza de San Pedro alrededor de las 08.50 (04.50 de Roma) y recorrió el lugar en un papamóvil descubierto. A la ceremonia asistieron delegaciones de 132 países y líderes religiosos de todo el mundo.
Ayer tras la asunción del Papa, las campanas sonaron exactamente a las 12 del mediodía.
Como Francisco es argentino, la Presidenta fue la primera Jefa de Estado en saludarlo tras la misa de asunción. Fue vestida de negro y con un pequeño sombrero, el dress code que se sugiere al visitar El Vaticano.
Asistieron también las presidentas de Brasil y Costa Rica y los presidentes de Chile, Ecuador, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Portugal e Italia. Asimismo la canciller alemana; los vicepresidentes de Cuba y de Estados Unidos, el primer ministro de Francia, las esposas de los presidentes de El Salvador y República Dominicana; el vicepresidente de Nicaragua y el de Venezuela, los ministros de Exteriores de Colombia, de Guatemala y de Perú.
El cartonero Sergio Sánchez, que en más de una ocasión se sintió bendecido por la visita del actual Sumo Pontífice, viajó hacia la deslumbrante Roma y estuvo en el Vaticano junto a la comitiva oficial para presenciar la unción de Francisco. La excursión de Sánchez no fue un lecho de rosas: según el abogado del MTE (Movimiento de Trabajadores Excluídos), el cartonero se sintió maltratado al llegar a Italia. «Lo sometieron a una revisión humillante y hasta le sacaron una placa de tórax para ver si tenía droga; todo porque no llevaba plata», explicó Grabois.
A pedido del papa, el anillo del Pescador es de plata dorada y no de oro, mucho más sencillo que los utilizados por los anteriores papas. Lleva inciso al Apóstol Pedro con las llaves y sujetando las redes para pescar y fue diseñado por el «escultor de los papas» Enrico Manfrini.
El pontífice eligió este modelo entre los tres propuestos por Monseñor Guido Marini, maestro de las celebraciones litúrgicas del vaticano. Francisco lo llevará hasta su muerte o renuncia, cuando el camarlengo se lo retire y lo machaque o anule para que nadie pueda usarlo y a la vez para simbolizar el final del Papado.
En tanto, el palio es una estola confeccionada con lana de cordero que simboliza al Salvador, que encontrando al hombre como la oveja descarriada lo carga a sus espaldas.
Mide 2,60 metros de largo y 11 centímetros de ancho y fue tejido con lanas de ovejas y corderos y sobre el mismo fueron colocadas cinco cruces rojas, que recuerdan las cinco llagas de Cristo, con alfileres, que recuerdan los clavos de la cruz. Acaba con unos flecos negros, que simboliza la pezuña del cordero.
En la homilía, el nuevo Papa pidió «cuidar a los más pobres» y remarcó que «el verdadero poder es el servicio». “Esto significa respetar a cada una de las criaturas de Dios y respetar el medio ambiente. Significa proteger a las personas, mostrando preocupación amorosa, especialmente por los niños, los ancianos, los necesitados, que suelen ser los últimos en los que pensamos», especificó.
Antes de concluir, el jefe de la Iglesia Católica instó a no «tener miedo de la bondad» ni de la «ternura» y llamó a «todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social» a ser «guardianes» de los demás seres humanos y del medio ambiente.
Una anécdota increíble
Luis del Regno, es el dueño del kiosco de revistas al cual Francisco le compraba el diario todos los días. El día anterior a la ceremonia de la asunción, el Papa llamó al hijo de Luis para decirle que no enviara el diario porque estaba en Roma y no regresaría a Buenos Aires. Aprovechó el momento para enviarle saludos al hijo y al padre, el dueño del puesto. Un acto único, realmente.