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martes, noviembre 26, 2024

El espectador activo que exige «Kotidiana» para ser más de lo que somos

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Anoche a las 22:30 en el Arístene Papi se produjo un acontecimiento convivial: “la reunión, el encuentro de un grupo de hombres y mujeres en un centro territorial, en un punto del espacio y del tiempo” (Dubatti).

Aunque hay que replantearse el concepto de convivio porque no se inicia sólo con la apertura del telón, esto es, un espacio tradicional, y tampoco son sólo mujeres y hombres sino niños, adolescentes y jóvenes, viene bien la idea de reunión y de encuentro, una especie de individuación social.

Más que buscar una historia a la obra “Kotidiana”, un hilo argumental, un sentido o la reconstrucción coherente de las imágenes, interesa en Kotidiana el delgado límite que hay entre artista y público.

No hay historia ni hay personajes, al menos no en el sentido convencional. Los artistas son buscadores de respuestas, conductores de una experiencia teatral: o la transitás, o te quedás afuera. El espectador al confundirse en el espacio escénico con los artistas, no sólo interactúa sino que se convierte en el protagonista de la propuesta: baila, canta el cumpleaños feliz, observa, rechaza, acepta… en definitiva, actúa.

Este espectador actuante del Teatro Sanitario de Operaciones de TSO.jpgC.A.B.A. es fundamental en la propuesta. De allí que el elenco interroga ¿somos más que humanos cotidianos? Y lo que hacen es mostrarte una secuencia de acciones cotidianas: levantarse, bañarse, vestirse, trabajar, comer, parir, chatear, ir a una fiesta, tener sexo, masturbarse, ir al baño, dormir, soñar. Acciones que de ninguna manera se aggiornan, se hacen con total descaro, con la impunidad que el teatro te permite y que a más de uno sonroja. Pero buscan generar sensaciones con el olor a comida, con la ducha en vivo, con el forro usado que arrojan, con el traste fofo y celulítico de él, con la grasa en el abdomen del tipo, con la toalla que se le cae a ella y está desnuda, con el sexo oral, con el bailongo que se arma, con el dolor cotidiano, con la experiencia de vivir…

Alba Farina, Valentina Aparicio, Jacqueline Miller, Tatu Mergen, Damián Janza, Pato Turchi, Gonzalo Llanes y Esteban Marecos dirigidos por Quique López se animan a desandar el realismo desde la vanguardia. Trabajan con el hiperrealismo desnudando y desnudándose. Es un teatro visceral cuya concepción del espacio se rompe y el espectador ingresa al tren fantasma, a la montaña rusa o a la calesita. Depende del grado de participación de cada uno como público.

Estos muchachos son como el aleteo de una mariposa. Su pregunta busca generar un cambio a corto, mediano o largo plazo. Entonces mi conclusión es que el TSO emplea el efecto mariposa, concepto que hace referencia a la noción del tiempo (de allí el reloj digital en la pantalla) y que “dadas unas condiciones iniciales de un determinado sistema caótico, la más mínima variación en ellas puede provocar que el sistema evolucione en ciertas formas completamente diferentes”.

Para que esto funcione tenemos que tratar de responder la pregunta filosófica sobre si somos más que humanos cotidianos o no. En lo personal considero que sí, porque hacemos arte y lo hacemos en conjunto, espectadores y artistas.

Si el público se pregunta “¿estos tipos están locos?”, deja de responder-se y de responder-les. Es un juego que exige el compromiso del espectador, es el efecto mariposa.

La propuesta cierra en todas sus formas. Qué hermosa locura tienen estos artistas. ¿Qué es la locura? Hoy un loco es el que ama, el que lee, el que estudia, el laburante, el que ríe, el que baila, el que hace el amor, el que sueña, el que piensa y el que hace teatro; el artista es loco.

Dinámicos y con una locura creativa a cuestas, estos seres Kotidianos te arrancan de la butaca (que no hay) y te proponen el teatro como rutina extra cotidiana. Díganme si no es hermoso.

Anexo

Antes de ingresar al teatro, la actriz y profesora de teatro Roxana Lugones junto a los alumnos de la EAD (Escuela de Arte Dramático de Salta) presentaron una performance circense callejera. Se adjuntan fotos 11 y 12 en el portafolio.

– Fotos tomadas por Salta 21


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