La tragedia tocó a las puertas de una humilde familia galponense, aquí en la Tierra; pero abrió las puertas allá en el Cielo para recibir a un ángel.
Maru contrajo coronavirus y toda la familia López sufrió la enfermedad.
Amigos y vecinos se solidarizaron con Los López no solo con medicamentos, sino con palabras de cariño; todos se sumaron de corazón.
Muchísima gente inundó las redes sociales con mensajes, ruegos y plegarias que manifestaron el deseo de que Maru pueda regresar pronto con su familia y conocer a su bebé al que ella nombró como Noah Emilio.
Así se expresaba una allegada a la familia: «Fuerza Maru López , tu bebé, tu familia y todo el pueblo imploramos tu recuperación, una familia muy amiga los López, han sufrido momentos difíciles y confío en la Misericordia de Dios.»
Lo más doloroso y hasta casi incomprensible para los suyos y para quienes la conocieron fue que Maru no pudo, en vida, conocer a su bebé. Ahora lo abraza desde ese otro lugar, infinito y eterno. Maru sabe que Noah quedó en los brazos más fuertes de su familia: los de Lucas, su amado hermano. El pequeño trajo luz y nuevas esperanzas no solo para su hogar sino para todos los que conocieron a su madre.
El 15 de agosto amaneció triste con la irreparable pérdida de Maru. El pueblo la despidió con tanta pena, que las aves detuvieron su vuelo, lloraron los montes y crecieron los ríos… Hubo en lo alto una inmensa luz… y se vio un ángel, a lo lejos, despidiéndose de los que amó.
Se la recuerda por su bondadosa mirada, su ímpetu, su carácter amigable, su amorosa compañía, pero por sobre todo, por ser una grandiosa mujer: buena hija, buena madre, buena amiga, buena gente.
Lucas Pablo López, su hermano, subió a su red social: «Ojalá pudiera detener el tiempo para darte un abrazo y nunca soltarte, pero Dios te ha llamado para estar a su lado; así Él lo quiso. Te amaré por la eternidad…»
Y dedicó, con una voz que le sale del alma, esta canción, un dulce homenaje:
Acaso la música pueda ser ese otro cielo.
Lucas López (en el centro)
El dolor de haberla perdido es algo que no se entiende. mi Maru fue una persona tan alegre, que amo la vida y siempre supo contagiar a todo el que estuviera a su alrededor. Se que te fuiste tranquila por que nuestro pequeño Emi esta creciendo rodeado de tus locas amigas que lo amamos como un hijo.
Danos fuerzas para poder saber llevar el dolor, por que superarlo no se puede y mucho mas a tu mami.
Te amo siempre mi gorda.