Las perspectivas de la economía argentina en el 2010 arrancó con el enfrentamiento entre el oficialismo y el BCRA finalizando con la salida de Redrado y con una conducción de la entidad quizás favorable pero no alentadora en lo que se refiere al funcionamiento de los mercados.
El impacto de los precios de la canasta familiar tuvo un duro revés durante los dos primeros meses del año, apareciendo la inflación nuevamente en el escenario económico y despertando nuevas incógnitas e incertidumbres en lo que hace al crecimiento económico.
Muchos son los pronósticos de los economistas que le indican al oficialismo que tomen medidas en torno a la inflación, como disminuir el gasto público y bajar el índice de desocupación que se ha incrementado nuevamente desde fines de diciembre de 2009.
Lo cierto es que la inflación afectaría el crecimiento de la economía argentina en los próximos meses disminuyendo el incremento del PBI y ello llevará consigo la merma en materia de inversiones, aumento del gasto público y menos puestos de trabajo, lo cual el panorama económico argentino sería difícil y complicado durante el transcurso del año.
Uno de los interrogantes a plantearse es qué sucederá con los salarios y el funcionamiento del mercado laboral frente a una inflación que nos indica que seguirá su curso y como afectará el poder adquisitivo de los trabajadores.
Las perspectivas del mercado laboral durante el 2010 serán difíciles y complicadas, dado que si se acelera la inflación, afectará al mismo incrementando más desempleo y menores puestos laborales, creciendo en consecuencia el nivel de pobreza de los trabajadores.
De modo que el funcionamiento del mercado laboral argentino será asimétrico ya que habrá una mayor demanda de salarios más altos que reclamarán los sindicatos y gremios, creciendo en consecuencia los conflictos y reclamos sociales complicándose las relaciones laborales entre trabajadores y empresas.
Las empresas han considerado que las subas de salarios irán de un 10 a un 20 %, pero frente a la tasa de inflación si se desacelera, dichos porcentajes serán insuficientes provocando un congelamiento del poder adquisitivo de los trabajadores que se irá reflejando en el consumo.
Lo cierto es que el panorama del mercado laboral argentino durante el año 2010 ofrecerá variaciones macroeconómicas de importancia al ritmo de la inflación, que a largo plazo podrían configuran importantes costos laborales para las empresas y los trabajadores en el futuro.
– La autora de la nota es Jefa de Trabajos Prácticos de las cátedras Análisis Económico y Financiero y Elementos de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Buenos Aires – Facultad de Derecho. Master en Derecho y Economía (tesis en preparación). Universidad de Buenos Aires – Facultad de Derecho.
