El mobbing o acoso moral y los testigos mudos

En muchas oportunidades hemos hecho referencia al mobbing o acoso moral como un riesgo laboral psicisocial para los trabajadores quienes son víctimas de las conductas acosadoras u hostigadoras de quien teje las estrategias del mobbing.

Sabemos que las conductas o comportamientos que se suceden en el mobbing son pequeñas actuaciones no muy intensas pero que se van encadenando en el tiempo, donde dichas actuaciones del hostigador no son casuales ni culposas, sino por el contrario son dolosas y previamente planificadas por el mismo.

Dichas actuaciones no son en un principio advertidas por la victima, sino por el contrario, va generando en ella dudas y además el interrogarse que esta pasando con ella y con su entorno laboral.

A partir de allí ingresa la víctima de mobbing en un estado de indefensión, donde no puede hacer pie en su entorno laboral, y que los tipos de violencia repetitiva sumergen a la victima a un verdadero calvario.

Uno de los primeros efectos en la victima del mobbing es no poder hacer frente a la situación frente al hostigador que ha perfectamente planificado su crimen perfecto que no es más ni menos que el mobbing.

Porque decimos que el mobbing es un crimen perfecto tal como IÑAKI PINUEL lo define, sencillamente porque el mismo no deja huellas, hace creer a los demás que la victima es la falla de la organización, que no sirve, que es perjudicial para la empresa, que es inoperante. [1]

Esto lleva a la victima a una situación insostenible incapaz de poder defenderse no sólo frente al propio hostigador sino frente a los demás integrantes de la organización, ya que su desestabilización emocional provocada por el mobbing, la lleva a cometer errores tras errores en la que la victima se autoculpa de los mismos.

Uno de los interrogantes es saber que sucede con los demás de la organización, con los compañeros de trabajo, con quienes hace tiempo han establecido un lazo laboral de importancia y que ahora esta aislada, se siente extraña frente a las actitudes que asumen sus pares que han compartido muchas horas de trabajo.[2]

BOSQUET LLORENTE hace mención de la denominada “comparsa” en el mobbing, es decir quienes acompañan al hostigador en este proceso de hostigamiento frente a la victima de mobbing , siendo los que en definitiva cooperan de una manera activa o pasiva ; de allí que surgen dentro del mobbing los denominados “testigos mudos” o cómplices que provocan silencio alrededor de la víctima. [3]

EVA VENTIN hace mención de tres grupos de testigos dentro del mobbing: [4]

– 1-Primer Grupo: Son aquellas personas de confianza del hostigador que ayudan al proceso de destrucción de la victima.

– 2-Segundo Grupo: Son los aquellas personas propagadoras que comportan una doble personalidad en la víctima, denominada como aquellas que llevan y traen, son verdaderos agentes de espionaje y si la víctima de mobbing es astuta, puede utilizarlos en provecho propio a los fines de saber sobre lo que esta haciendo el hostigador con ella.

– 3-Tercer Grupo: Son los testigos mudos, aquellos que callan por miedo, pero que saben de la injusticia que cometen con la víctima y apoyan al hostigador que es ni mas ni menos que un “delincuente en serie” debido a que éste cuando finaliza con una víctima, continua con otra.

El comportamiento del testigo mudo en el mobbing es llamativo ya que siempre esperan del hostigador un premio, o bien están como deudores frente al hostigador por antiguos favores o para mantener su status dentro de la organización.

Frente a estos comportamientos de sus compañeros de trabajo, el hostigador puede llamarse satisfecho lo que ha conseguido ubicar a la víctima en un estado de plena indefensión a consecuencia de los comportamientos deliberados de propio acosador del mobbing.

De modo tal que esta violencia psicológica repetitiva ejercida por el hostigador provoca efectos psicológicos que derivan en daños que afectan a la victima que hacen que la misma no soporte la situación de hostigamiento y dejan sus empleos tempranamente debido a que no soportan la misma ya que se torna insostenible en el ámbito laboral.

Esos posibles daños que sufre la victima de mobbing son los siguientes:

– 1-Dudar de sí misma.

– 2-Estar en permanente asedio.

– 3-Vive una situación insostenible.

– 4-Pierde la autoestima.

– 5-Falta de concentración.

– 6-Ingresa en adicciones como el tabaco, el alcohol, comer en forma desmedida, trastornos digestivos.

– 7-Insomnio.

– 8-Irritabilidad.

– 9-Temblores en las manos.

A MODO DE CONCLUSIÓN:

El mobbing o acoso moral constituye una violencia psicológica repetitiva lo cual hay una plena intencionalidad del hostigador lo cual no es casual ya que los comportamientos del hostigador no son culposos, sino intencionales y dolosos cuya finalidad es eliminar al amenazante que es la victima del mobbing y que alrededor de ella circunda el silencio de los testigos mudos cómplices del proceso de hostigamiento que emprende el hostigador creador de la situación insostenible de la victima.

[1] Pinuel, Iñaki: “Conferencia de mobbing en la Universidad de Alcalá” – España. (ver video).

[2] Comentario de la autora.

[3] Bosqued Llorente, Marisa: “Mobbing: como prevenir y superar el acoso psicológico”. Editorial Paidós.

[4] Ventin, Eva: “Por los derechos de los trabajadores y trabajadoras contra el mobbing = acoso laboral”.
(www.evaventin.com) (ver video).

– La utora es Jefa de Trabajos Prácticos de las cátedras Análisis Económico y Financiero y de Elementos de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Buenos Aires – Facultad de Derecho. Master en Derecho y Economía (tesis en preparación) – Facultad de Derecho. Universidad de Buenos Aires – Autora del libro Mobbing: el acoso moral en el derecho del Trabajo. Editorial Cátedra jurídica. Año 2008.