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jueves, marzo 28, 2024

¿Esperar para qué? (Sobre el modelo neoliberal macrista)

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En columnas anteriores, hemos efectuado un reconocimiento expreso de lo que consideramos es un eficientísimo sistema de marketing político institucional del equipo de CEOS, a cargo del ejecutivo nacional y agrupados en el denominado frente político Cambiemos.

En el espectro televisivo –que es de fundamental importancia para formar opinión- se han montado, aún antes del cambio de gobierno, espacios generalmente nocturnos con rueda de panelistas, que ponen en escena en cada jornada un show de aparentes discusiones, pero con evidente direccionamientos en las conclusiones, de apoyo solapado al oficialismo.

Basta recorrer los distintos canales abiertos y de cable, para advertir sin necesidad de escudriñar demasiado en el análisis, que desde diversos pero no muy distintos segmentos de opinión en los contenidos, se repiten esas conclusiones en diversos horarios y canales, dando la apariencia de uniformidad de criterios en todos los sectores.

El entramado del otrora oficialista programa de publicidad del kirchnerismo que se llamaba “6,7,8” más allá de la evidente parcialidad a favor del esquema vigente entonces, fue en ese sentido muy útil para poner al descubierto la colosal campaña que se había montado desde los sectores de la economía dominante vinculados al hoy gobierno, para generar este efecto.

Cuantitativa aunque no cualitativamente superior desde entonces con ese sistema, se lograron acuñar algunas frases hechas que rápidamente fueron asimiladas por el desprevenido espectador, que curiosamente las sigue repitiendo hasta hoy, como si fueran verdades reveladas.

Basta para ejemplificar este estado de cosas, la remanida frase: “se robaron un PBI”, aunque posteriormente esa cifra unitaria quedó un poco desvirtuada cuando ELISA CARRIÓ afirmó que en realidad, según la privilegiada información que ella maneja y que algún día nos hará conocer, en realidad parecería que la anterior gestión se robó dos PBI.

Muy pocas personas conocen a cuánto asciende el monto que compondría un PBI, y nadie repara en que ese dato estadístico es una valoración estimativa del conglomerado de la producción total de bienes y servicios del país, pero nunca es un galpón gigante repleto de billetes como se lo imaginan.

Ese mito del robo de un PBI, surgió –para quienes no lo recuerden- de una entrevista realizada a un adicto en crisis de abstinencia por estar detenido, y que a cambio de ser favorecido en su situación procesal estuvo dispuesto a decir cualquier cosa.

Hablamos de LEONARDO FARIÑA, quien desde el penal de Ezeiza fue entrevistado por JORGE LANATA, y afirmó que había lavado dinero para el matrimonio KIRCHNER por un PBI, por ciento veinte mil millones de dólares, aclaró.

Nunca nadie reparó que un PBI ese año alcanzó los seiscientos mil millones de esa moneda, y que la afirmación del procesado declarante no tenía la más mínima seriedad, pero el repique posterior de esa frase absurda en todos los programas que antes hemos mencionado, logró imponer la popular frase que mencionamos.

El mismo esquema de las empresas de medios interesadas en mantener el actual estado de cosas, reiteramos, es lo que logra seguir sosteniendo increíblemente las mentiras oficiales, y terminar haciendo creer que –como lo dijo MACRI- se han creado 700.000 nuevos puestos de trabajo, cuando el mismo INDEC da a conocer datos contrarios, es decir, hay pérdida de puestos laborales.

Y con el mismo efecto nocivo de confusión e implementación de falacias, se dan a conocer cifras y datos estadísticos que terminan ocultando los reales vaivenes de la economía, tales como inflación, endeudamiento, fuga de capitales, ocultamiento de divisas en paraísos fiscales, recesión, y cierre de PYMES.

Balance comercial negativo, subordinación al FMI, despidos masivos en el Estado, aumento del dólar el 300% desde el comienzo de la gestión, emisión desenfrenada de títulos, especulación con tasas usurarias, corrida cambiaria, lavado de aportes truchos a la campaña, tarifazos, rebaja de jubilaciones, y 62% de niños pobres.

Rebaja de retenciones a grandes exportadores, depresión salarial, paritarias a la baja, condonación de deudas a empresas de energía, combustibles liberados, exorbitantes ganancias de los bancos, y aumentos de tarifas de transporte.

Represión de comunidades originarias, asesinatos por la espalada de luchadores, implementación de la doctrina “Chocobar”, gatillo fácil, permiso para ejercicios de tropas extranjeras (EEUU), asentamiento de bases del Comando Sur norteamericano en Neuquén y Tierra del Fuego, todo con aval expreso de MACRI y BULRRICH, coronado con la reciente autorización del ejército para intervenir en asuntos internos, entre ellos la necesidad de contar con un mayor aparato represivo si la reacción popular se hace sentir.

La lectura de estos párrafos describe sintéticamente la puesta en ejecución de un modelo neoliberal que siempre operó como parte del poder real (establishment, círculo rojo, etc.) en periodos de facto y en dictaduras, y que hoy, lo hace al amparo del sistema demoliberal electivo.

Y bajo el amparo de que llegaban a imponer el orden, la moral, la honestidad, una economía sana, pobreza cero, trabajo para todos, cero inflación, esperanza y oportunidades, lograron seducir al 51% del electorado de que eran, para unos la solución a todos los problemas, y para otros el mal menor para salvarnos del populismo.

Y desde el primer día (vgr; devaluación de la moneda) empezaron a reiterar el perverso modus operandi que siempre tuvieron, de oligarcas usureros, privilegiados de la elite económica-financiera especulativa.

Y hace dos años y medio que fugan divisas, generan ganancias sólo para los bancos (el mercado), con emisión de títulos de la deuda pública con altas tasas de interés, engordan a los panzones de la Sociedad Rural con baja de retenciones, favorecen a los exportadores de granos concentrados, a los importadores que destruyen las PYMES nacionales, y a los prestamistas externos.

En este contexto, aparece como muy probable que haya llegado el momento inevitable, de que los engañados y seducidos de la exitosa prédica mediática, comiencen a preguntarse lo obvio: ¿por qué tengo que esperar hasta diciembre de 2019 para que me dejen de engañar y robar?

1 COMENTARIO

  1. ¿Esperar para qué? (Sobre el modelo neoliberal macrista)
    no hay que esperar nada, tenemos que salir a la calle en todas las provincias hasta que se vayan los yanqui-sionista-ingleses que nos gobiernan.

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