Los milagros existen, eso se viene demostrando desde épocas antiquísimas. En Caná, Jesús comienza sus milagros y sus signos eficaces para la salvación de todos los hombres.
Cansados de pedir que ya no se tire desechos a los ríos, esta emblemática lucha llevada a cabo por muchas organizaciones, la Justicia y Conciencia Ambiental Tucumán por la salud de la Cuenca Salí Dulce, la cual fue reconocida por varios medios de comunicación y que trajo muchos inconvenientes y a nosotros directamente nos costó pasar a la vereda del frente en la estima de los empresarios industriales de la provincia, aparentemente al fin llegó a dar sus frutos.
Declaraciones del Defensor del Pueblo de la ciudad de Santiago del Estero, hacen cuenta sobre la situación formal del embalse y explicó que: se hacen monitoreos dos veces al día para tener alertas tempranas de cualquier anormalidad, “todos los afluentes están cargados de agua con niveles de oxígeno normales y de conductividad muy bajos, totalmente normales y con el PH neutro”, y «no se detectan la presencia de vinaza o cenizas… difícilmente puedan tirar vinaza cuando no la hay”, palabras vertidas a los medios por el mismo.
El funcionario santiagueño afirma que por el momento no existe el vuelco ni siquiera de un litro de vinaza.
Excelente pronóstico de que el trabajo realizado no cayó en sacos rotos, destaco la participación de muchos otros, entre ellos el Defensor del Pueblo de la Provincia de Tucumán que participó activamente en este logro.
Dando vuelta la página, pero siguiendo con el mismo tema del dique, deseo hacer hincapié al mal trato que recibe el lago, al cual sinceramente nosotros los tucumanos sentimos como si fuese de nuestra pertenencia, por parte de los pescadores furtivos que en forma desaprensiva y a la vista de todos sacan bolsas arpilleras completas de especies de todo tamaño, los parten y limpian en el mismo cauce y los que no concuerdan con los tamaños requeridos los tiran muertos al agua. Estos animales no son sacados con cañas, se los extrae con trasmallos ilegales, provocando una depredación impresionante y un desvarajuste ecológico importante dentro del ecosistema del preciado perilago.
Destaco esto ya que a la mirada de todo el mundo y a plena luz del día supuestos pescadores pasan con más de treinta o cuarenta piezas puestas en palos, más las bolsas de arpillera antes mencionada.
Vinaza cero, las culpas ya no vendrán más al norte!!!, ahora nos queda una triste imagen de depredación animal que se hace a todas luces, y sin lugar a dudas esa constante agresión a la fauna itícola por parte de los pescadores furtivos traerá sus malas consecuencias…ya los sordos escucharon; ahora falta otro milagro, que se deje de depredar el lago que es de pertenencia de la humanidad, porque acá no existen santiagueños ni tucumanos, sólo existe el futuro que les vamos a dejar a las generaciones por venir, debemos cuidar los recursos de los cuales nosotros disfrutamos, pero a este paso, para los futuros adultos, lo que nosotros pudimos disfrutar, solo será un cuento de fantasías. Matemos el “egoísmo” el problema es de todos y cada uno de nosotros.
– El autor pertenece a Conciencia Ambiental Tucumán (concienciambientaltuc@hotmail.com)