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viernes, abril 19, 2024

Estreno de la zarzuela El Dúo de La Africana: amar, actuar, vivir…

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Un romance contrariado entre La Antonelli y Giuseppini destacándose la soprano González y el tenor Iaquinta. Esta zarzuela reviste la estructura de una caja china: una ópera dentro de una zarzuela. Acertada selección en el reparto de artistas.

Anoche se estrenó en el Teatro Provincial a las 21, 30 hs. la zarzuela “El Dúo de la Africana” – en un acto y tres escenas- con música del Mtro. Manuel Fernández Caballero y Libro de Don Miguel Echegaray. En esta oportunidad, se puso bastante más enfoque sobre el trabajo escénico, tanto de parte de los actores como de parte de los cantantes. De nuestro teatro salteño formaron parte los siguientes actores: Inés Montanarini (Amina), Guido Nuñez (El bajo), Hilda Guzmán de Kubiak (Doña Serafina), Jorge Rodríguez (El inspector) y Goldy Ulivarri (La nana).

Me preguntaba quién, justamente, hizo la selección de los cinco actores de la zarzuela: ¿los habrá propuesto Claudio García Bes (subsecretario de Cultura, director de teatro), Raúl Costaguta (director general del Teatro Provincial, escenógrafo, productor), Alejandra Kubiak (Administración del Teatro Provincial), Sebastián Magnasco (Jefe de escenario y sala del Teatro Provincial, actor, productor), Inés Montanarini (Patrimonio de producciones del Teatro Provincial, actriz)…? Interesante. Porque por ejemplo, la misma Montanarini que se lleva un protagónico, es empleada del Teatro Provincial.

La participación de los actores es muy buena, su trabajo es notable, salvo por el sonido del micrófono que obstaculiza sus dicciones. Los actores que aparecen en la zarzuela, tienen buena voz sin micrófono, por eso me llamó la atención que muchos parlamentos se perdieran. ¿Será por eso mismo que casi no se oyó a Pérez, interpretado por el tenor Fabián Mignani?

Alberto Jáuregui Lorda (barítono) hace de Querubín, el marido de La Antonelli, parlante italiano, idioma que a fuerza de ser lengua romance como el español, tratamos de entender a como dé lugar. Los “aparte” al público son los que van trazando la parte narrativa de la historia acentuada con un efecto de humor que recae en su propia autocrítica: todo le viene bien mientras sea gratis. Es el director de la compañía que debe interpretar la ópera “La Africana” de Giacomo Meyerbeer y el padre de Amina.

jpg_duo-2.jpgY aquí viene el conflicto: los protagonistas de su ópera son su esposa y Giuseppini, Patricia González y Carlos Iaquinta respectivamente, que son los enamorados “reales” en la zarzuela y “ficcionales” en la ópera. La ficción dentro de la ficción tiene un sentido metateatral al convertirnos en espectadores de una historia dentro de otra historia como amplificación del sentido teatral. Es un teatro que habla del teatro, una metarepresentación. Asistimos a la preparación de la ópera y su ejecución, con los entretelones que implica su armado, los líos sentimentales y los entuertos del modo de producción.

En el estreno se produjo un ajuste de la iluminación. Y esta Antonelli que vi anoche, sí puso el acento necesario para ser una sevillanita. González, dulce y afinada, entonada y rítmica, lleva su voz a un plano de soltura profesional que eleva el nivel de la obra toda. Acompañada felizmente por el tenorísimo Iaquinta, que a fuerza de seducirla como el Vasco da Gama, personaje de la ópera y como Giuseppini, el tenor, dulcifica su canto y se apasiona por la letra.
Las cosas se complican más porque Amina, hija del director de la Compañía, ama a Giuseppini a la vez que el bajo (Guido Nuñez) muere de deseo por Amina. Casi como en “Sueño de una noche de verano”, cada cual se fue a enamorar de quien no debía.

Y la preciosa aparición de Hilda Guzmán de K como Doña Serafina, madre del tenor, produce un efecto cómico en la representación doble: sale a escena de la ópera interrumpiendo y en sus entretelones, comprando a su propio hijo al empresario Querubín. Un inspector, Jorge Rodríguez, pide que el dinero se devuelva.

El Coro de Cámara de la UCS es el coro también de la compañía y ofician de “comentaristas” de los contrariados hechos. Representan la voz del pueblo en donde las cuestiones de honor surcan las esferas sociales, sobre todo, tratándose de un romance entre una casada y un soltero que para colmo de males pertenecen al mundo artístico, sin alcurnia y con la sola reputación basada en su talento.

En todo momento acompaña musicalmente en su tono la Orquesta Sinfónica de Salta, y coro y orquesta, van de la mano de Jorge Lhez. Alejandra Espectro y José Darío Innella merecen un aplauso, la primera por el vestuario y el segundo por la dirección escénica conjuntamente con sus asistentes Zulema Villalonga y Virginia Goitya.

Y por supuesto, un bravo por la realización de esta temporada 2009 que se viene con la pasión de una africana muy picarona.

– Nota relacionada:

Otra vez la zarzuela

https://www.salta21.com/spip.php?article2054

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