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viernes, abril 19, 2024

Fidel Castro alerta sobre un ataque de EE.UU. a Irán

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Cuando estas líneas se publiquen en el periódico Granma, el 26 de julio, fecha en la que siempre recordamos con orgullo el honor de haber resistido los embates del imperio, quedará distante, a pesar de que faltan sólo 32 días.

Los que determinan cada paso del peor enemigo de la humanidad –el imperialismo de Estados Unidos, una mezcla de mezquinos intereses materiales, desprecio y subestimación a las demás personas que habitan el planeta–, lo han calculado todo con precisión matemática.

El famoso evento ha entrado en sus momentos más emocionantes. El fanatismo deportivo crece incesantemente, cautivando a cientos y tal vez miles de millones de personas en todo el planeta.

Habría que preguntarse cuántos, en cambio, han conocido que desde el 20 de junio naves militares estadounidenses, incluido el portaaviones Harry S. Truman, escoltado por uno o más submarinos nucleares y otros buques de guerra con cohetes y cañones más potentes que los de los viejos acorazados utilizados en la última guerra mundial entre 1939 y 1945, navegaban hacia las costas iraníes a través del canal de Suez.

Junto a las fuerzas navales yankis avanzan buques militares israelíes, con armamento igualmente sofisticado, para inspeccionar cuanta embarcación parta para exportar e importar productos comerciales que el funcionamiento de la economía iraní requiere.

El Consejo de Seguridad de la ONU, a propuesta de Estados Unidos, con el apoyo de Gran Bretaña, Francia y Alemania, aprobó una dura resolución que no fue vetada por ninguno de los cinco países que ostentan ese derecho.
Otra resolución más dura fue aprobada por acuerdo del Senado de Estados Unidos.

Con posterioridad, una tercera, más dura todavía, fue aprobada por los países de la Comunidad Europea. Todo tuvo lugar antes del 20 de junio, lo que motivó un viaje urgente del presidente francés, Nicolás Sarkozy, a Rusia para entrevistarse con el jefe de Estado de ese poderoso país, Dmitri Medvédev, con la esperanza de negociar con Irán y evitar lo peor.

Ahora se trata de calcular cuándo se desplegarán las fuerzas navales de Estados Unidos e Israel frente a las costas de Irán, y unirse allí a los portaaviones y demás buques militares estadounidenses que montan guardia en esa región.

Lo peor es que, igual que Estados Unidos, Israel posee modernísimos aviones de ataque y sofisticadas armas nucleares suministradas por Estados Unidos, que lo convirtió en la sexta potencia nuclear del planeta por su poder de fuego, entre las ocho reconocidas como tales, que incluyen a la India y Pakistán.
El Sha de Irán había sido derrocado por el Ayatollah Ruhollah Jomeini en 1979 sin emplear un arma. Estados Unidos le impuso después la guerra a aquella nación con el empleo de armas químicas, cuyos componentes suministró a Irak junto a la información requerida por sus unidades de combate y que fueron empleadas por éstas contra los Guardianes de la Revolución.
Hoy, en 2010, tanto Estados Unidos como Israel, después de 31 años, subestiman al millón de hombres de las Fuerzas Armadas de Irán y su capacidad de combate por tierra, y a las fuerzas de aire, mar y tierra de los Guardianes de la Revolución.

Creía, por mi parte, al analizar la actual situación, que la contienda comenzaría por la península de Corea, y allí estaría el detonante de la segunda guerra coreana que, a su vez, daría lugar de inmediato a la segunda guerra que Estados Unidos impondría a Irán.

Ahora, la realidad cambia las cosas en sentido inverso: la de Irán desatará de inmediato la de Corea.

La dirección de Corea del Norte, que fue acusada del hundimiento del Cheonan, y sabe de sobra que fue hundido por una mina que los servicios de inteligencia yankis lograron colocar en el casco de esa nave, no esperará un segundo en actuar tan pronto se inicie el ataque en Irán.

Es muy justo que los fanáticos del fútbol disfruten a su antojo de las competiciones de la Copa del Mundo. Absolutamente desprevenidos.
Me duele pensar en tantos sueños concebidos por los seres humanos y las asombrosas creaciones de las que han sido capaces en sólo unos pocos miles de años.

Cuando los sueños más revolucionarios se están cumpliendo y la Patria se recupera firmemente, ¡cómo me gustaría estar equivocado!.

– Fidel Castro Ruz – Cubadebate

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