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sábado, diciembre 21, 2024

Fiesta Nacional de la Pachamama en el corazón de la Puna

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Hoy a las 16 hs. en Tolar Grande , departamento de Los Andes, se realizará el traslado al Sitio Sagrado para la Ceremonia del Cierre de la XII Fiesta Nacional de la Pachamama de los Pueblos Andinos. La Pachamama es quizá la más popular de las religiones del ámbito incaico que aún sobreviven con fuerza en algunas regiones del Noroeste Argentino (NOA) y muy especialmente en Jujuy. Mito y leyenda, creencia y religión se conjugan como homenaje a la Madre Tierra.

Tolar Grande, en plena frontera entre Argentina y Chile, es un pequeño poblado fundado alrededor de la Estación del Ferrocarril Belgrano (Ramal C 14), cuando la actividad minera estaba en pleno desarrollo en la Argentina.

Caminos de soledad conducen a Tolar Grande donde viven aproximadamente 80 familias, en el corazón de la Puna salteña.

Se trata de una cultura milenaria que rescata la tradición de pueblos originarios como vestigios de nuestros antepasados, un viaje a las raíces y a lo popular, paisajes de cielos azules y kollas, cerros, polvo y viento blanco.

En la región cercana a Tolar Grande, se pueden realizar diversos circuitos turísticos de altura por los sitios de interés natural, geológico, cultural y arqueológico. En la zona se conserva una parte importante del pasado prehispánico.

La Pachamama: deidad, mujer sagrada, madre tierra, tiempo andino

El 1 de agosto es el día de la Pachamama. La XII Fiesta Nacional se inauguró este día, en San Antonio de los Cobres, aunque el programa incluyó actividades desde el 18 de julio para la edición 2007 de la fiesta.

Ese día- el 1 de agosto- se entierra en un lugar cercano a la casa una olla de barro con comida cocida. También se pone coca, yicta, alcohol, vino, cigarros y chicha para alimentar a la Pachamama.

Ese mismo día hay que ponerse unos cordones de hilo blanco y negro, confeccionados con lana de llama hilando hacia la izquierda. Estos cordones se atan en los tobillos, las muñecas y el cuello, para evitar el castigo de la Pachamama. (Extraído del relato de un pastor colla de Yaví, Jujuy. (En: Vidal de Battini, Berta).

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A esta deidad periódicamente se le rinde homenajes mediante el acto ritual denominado Challa, en afán de reparar con este rito la acción humana de hollar en su seno, al mismo tiempo se agradece los bienes que ofrece para el sustento o las riquezas que guarda en su seno y con ello se le pide que siga favoreciendo con sus dones.

La Pachamama es por lo tanto la diosa femenina de la tierra y la fertilidad; una divinidad agrícola benigna concebida como la madre que nutre, protege y sustenta a los seres humanos. La Pacha Mama vendría a ser la diosa de la agricultura comunal, fundamento de toda civilización y del Estado Andino.

Según Huamán Luis Alberto Reyes, la Pachamama es una religión y no una costumbre. Hace hincapié en la mentalidad occidental que relativizó la representación de la idea de la Pachamama. Analiza puntualmente a los monumentos y en particular, al monumento que se encuentra en la entrada de Santa María, realizado por el plástico Raúl Guzmán. La mentalidad de los curas obstruyó la visión de esta religión que no fue aceptada y la tomaron como “costumbre” occidentalizando además de su representación, su significado.

Para los quichuas, Madre tierra, es la deidad máxima de los cerreros peruanos, bolivianos, y del nordeste Argentino. (en Diccionario de Mitos y leyendas). Adán Quiroga acota que Pacha es universo, mundo, tiempo, lugar, mientras que Mama es madre. La Pacha Mama, agrega, es un dios femenino, que produce, que engendra. Su morada está en el Carro Blanco (Nevado de Cachi), y se cuenta que en la cumbre hay un lago que rodea a una isla. Esta isla es habitada por un toro de astas doradas que al bramar emite por la boca nubes de tormenta.

Según Rigoberto Paredes el mito de la Pacha Mama debió referirse primitivamente al tiempo, tal vez vinculado en alguna forma con la tierra: el tiempo que cura los dolores, el tiempo que distribuye las estaciones, fecunda la tierra. Pacha significa tiempo en lenguaje kolla, pero con el transcurso de los años, las adulteraciones de la lengua, y el predominio de otras razas, finalizó confundiéndose con la tierra.

Lo cierto es que el de culto a la Pachamama como parte de la religión incaria sigue vivo. Las apachetas por el Noroeste se alzan como depositarios de esperanzas, las mismas que sostuvieron al originario. Los monumentos, las ideas que se cargan de sentido, las imágenes del tiempo madre, de la madre tierra, del tiempo andino, resucitan en la memoria. Los pueblos andinos forman parte del paisaje que engendra la tierra y nos devuelve, aún, su riqueza, que no pudo ser enterrada.

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