Flamenco Teatro: Valeria Villagra se lució con La Casa de Bernarda Alba

Coreografiada por Valeria Villagra, la Adela de Lorca, y producida por Luis Leguizamón, este espectáculo llega a feliz término en el teatro. Intervinieron excelentes músicos y bailarinas que caracterizaron a Bernarda y sus hijas. Colaboró en la dirección de actores Cristina Idiarte.

Valeria Villagra es profesora de la Academia de Danzas Españolas y es la protagonista de la casa más famosa del teatro español. La sorprendente Bernarda tiene 16 años (Juana San Millán), sobrina de la conocida actriz Chechu (Cecilia) San Millán. La adolescente compone de manera destacable un personaje de una vieja de 60 años, represora, autoritaria y castigadora. Muy bien caractaerizada Angustias (Celia Chacón Dorr), la más fea y la más grande (39) de las hermanas, pero además, de distinto padre. Y merecen menciones especiales Lucía López Medina (Amelia), Patricia DeBock (Madalena), Ana Belén Arce (Martirio), Alejandra Paredes (María Josefa, la madre de Bernarda, de 80 años), Natalia Grillo (Poncia, el otro yo de Bernarda), Kelvy Alancay (Pepe el Romano, futuro esposo que no fue). También participaron Ana Abán, Milagros Rossi, María Eugenia Vargas, Eva Piscoli, Juliana Fontanilla y Patricia Romero como parte del pueblo.

Los músicos invitados fueron: Emiliano H. Cabrera (guitarra), Adrián Barrionuevo (canto), Luciano de Franceschini (guitarra), Martín Morales (percusión) y Fernando Subelza (violín). Ellos nos transportaron desde Granada (Valderrubio), la casa real de Frasquita Alba y sus hijas, hasta Andalucía, en vuelo artístico directo.

La narración del drama estuvo a cargo de Rosa María Gómez Guillet (España), quien con música de fondo fue contándonos la historia de esta obra que se subtitula “Drama de mujeres en los pueblos de España”, porque para Federico García Lorca, poeta y dramaturgo de la generación del 27′, era un drama. Esta fue su última obra escrita antes de su muerte, convertida en un clásico de teatro y representada infinidad de veces en el mundo. Pero la obra “La Casa de Bernarda Alba” es una tragedia porque la reunión de elementos dramáticos determinan la inexorabilidad de la muerte con el suicidio de la joven Adela, encarnación abierta de la rebeldía, mujercilla enamorada de Pepe, atrevida y desafiante para con Bernarda.

Esta recreación posee todos los elementos lorquianos ineludibles para rescatar su esencia. El poeta español más amado del siglo XX vivió allí, encendido de pasión junto a la déspota. Frases de la música como “Cuando salga la luna yo voy a verte” tiene también toda la connotación de los símbolos lorquianos. O “Verde que te quiero verde…” Podría ser la frase de la obra, una que se escuchó entre las canciones flamencas: “Nadie puede abrir semillas en el corazón del sueño”.

Salta 21 apostó a este espectáculo, nos quedamos incluso con las entradas en la mano para la Orquesta Sinfónica, pero valió la pena. Nos llevamos bellas imágenes de un espectáculo que logró integrar la danza y el canto flamenco con el teatro. La entrada de Bernarda y sus hijas pintó la atmósfera del luto y del encierro que travestiría la casa. Con rítmica composición, las bailarinas trabajaron muy bien sus manos, su cuerpo y sus pies, acentuaron el movimiento mínimo para no perder la música y lucieron sus tristezas en rostros parcos.

Quizás sobre el suicido, faltó esa potencia trágica, pero luego, hacia el final, la aparición de Adela pureza, fantasmal y liberta, supo envolver la fragancia de nardos que trasciende a Federico. Irreversiblemente, la muerte viene a ser la alegoría de la vida y la perpetuidad de lo tirano. Vamos como seres en caravanas, acompañando la infeliz revancha del amor, de la pasión que nunca será. Alba también es el despertar del poder, la suma endiablada de los dioses espantando al amor.

Valeria Villagra se retiró de la Casa de la Cultura muy complacida por la recepción del público y dijo a Salta 21 que era difícil reponer la obra porque traían con esfuerzo a los músicos desde Buenos Aires. Sí la llevaron a Orán el domingo 15 de agosto.

Esta joyita flamenca nos hizo repensar en los lenguajes escénicos y sus posibilidades, nos permitió volver a disfrutar del genio Lorca. Sabemos lo difícil que es trabajar con una obra tan conocida, siempre se corre el riesgo de repetirse o de anular un clásico. Pero esta Casa es un excelente homenaje a Federico. Conmovedora, plástica y estéticamente bella.

– Fotos de Salta 21 tomadas el sábado 14 de agosto durante la función