El público salteño con sus impuestos sostiene la agrupación sinfónica y tiene el derecho de asistir, si así lo desea, al concurso para director o cualquier otro concurso que se lleve a cabo en este ámbito.
Salta, Jueves 21 de octubre de 2010. Teatro Provincial. Orquesta Sinfónica de Salta. Director Invitado Maestro Francisco Varela. Obertura Coriolano op.62 de Ludwig van Beethoven (1770-1827). Suite nº 1 de Peer Gynt op. 46 de Edvard Grieg (1843-1907). Sinfonía nº 3 en la menor op.56 “Escocesa” de Felix Mendelssohn Bartholdy (1809-1847). Fuera de programa: Danza Húngara nº 6 de Johannes Brahms (1833-1897). Aforo 80%.
El concurso de este año, para ocupar por tres años el podio de director titular de la Orquesta Sinfónica de Salta fue en el Teatro Provincial, a puertas cerradas. Error que no debe repetirse. El público salteño con sus impuestos sostiene la agrupación sinfónica y tiene el derecho de asistir, si así lo desea, al concurso para director o cualquier otro concurso que se lleve a cabo en este ámbito. Si hay dudas sobre ésto, seria bueno informarse cómo se procede en Europa o Estados Unidos para formar parte de una orquesta sinfónica, no importa si es solventada por el Estado o por la actividad privada. No sólo poseo esa información sino que en mi carácter de crítico musical, tuve ocasión de saber cómo se actúa en estos casos. Por tanto es bueno que se haya invitado al maestro Varela que fuera uno de los cinco finalistas del mencionado concurso. Ahora sólo falta el maestro Roberto Buffo pues a los otros ya se los conoce.
Coriolano, la hermosa obertura que tiene que ver con las acciones del general romano Cayo Marcio Coriolano, trata musicalmente el carácter épico del guerrero y sus sentimientos de amor profundos para con su madre y su esposa. De ambas ideas surge el tramado de una breve página que la tradición informa obliga a un tempo que permita sea dicha en no mas de siete minutos y medio. Un diez por ciento más larga, puede ser discutido desde la estética bethoveniana aunque grandes maestros desde la década de los sesenta en el siglo pasado la han hecho más “pesante”. Ese fue el enfoque del maestro visitante.
Lo mismo sucedió en la Suite Peer Gynt aunque aquí tal vez suene mejor así porque en el amanecer del primer movimiento y en la muerte de Ase se aprecian mayores significaciones. Los dos movimientos restantes fueron normal y muy bien dichos.
Pero en la sinfonía de Mendelssohn descubrí que el maestro tiene predilección por el discurso lento quizás buscando mayor claridad expositiva. Todos los pasajes de figuraciones rápidas como el “vivace del scherzo” o el “allegro vivacísimo” del final no fueron expuestos en el tempo imaginado por el autor. A pesar de todo Varela sí mostró majestuosidad, fuerza, un sonido empastado aprovechando la disciplina y la sonoridad de la orquesta local con lo que la estética musical de las tres obras no se perdió, revelando que a despecho de sus juveniles treinta y tres años, aparece como conductor de buen futuro.
