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sábado, abril 20, 2024

Globalización y cabotaje interior del circuito amazónico-platino: Operación “Fitzcarraldo” (*)

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Nuestro trabajo pretende entonces refutar las hipótesis etnográficas, geológicas e hidrográficas mencionadas, por cuanto en Sudamérica las relaciones entre la sierra y la selva fueron milenarias, al extremo de sostenerse que la población serrana no procede de Eurasia o la Polinesia sino de su interior amazónico.

I.- Introducción. Hipótesis historiográficas y análisis geológicos

En la historiografía política, económica y sociológica que debate el origen del subdesarrollo latinoamericano ha prevalecido una vieja y problemática hipótesis geopolítica que subestima la contradictoria realidad etnohistórica, hidrográfica y orográfica del continente y le resta fuerza a una conciencia común, a un destino manifiesto, y a un imaginario de expectativas transformadoras a construir entre todas las naciones de América Latina.

Esta vieja hipótesis, inspirada en José Martí –cuando elaboró Nuestra América—y en cierto determinismo geográfico (Ratzel, Mackinder), en la Escuela de los Anales, y en la obra de Fernand Braudel Felipe II y el Mediterráneo, sostiene que a diferencia de Europa, que por contar con el Mar Mediterráneo, pudo despegar del atraso y el subdesarrollo y alcanzar altos grados de cultura y civilización (con la exclusión del Maghreb en la margen sur del Mediterráneo), Sudamérica en la América Latina, como el África, al carecer de mares interiores, con cursos de agua que comuniquen entre sí sus regiones más profundas, se han convertido en complejos archipiélagos políticos, sin puentes, túneles ni viaductos pero poblados con múltiples Robinson Crusoes.

Estos archipiélagos están compuestos por islotes-naciones o ínsulas, entre sí incomunicadas en materia etnohistórica, geográfica, geopolítica, económica, cultural y lingüística, y transformados en inmensos cotos de caza donde prevalece en cada uno la endogamia, la corrupción y el atraso intelectual, científico y tecnológico. Por cierto, ese atraso se extiende a múltiples políticas en una diversidad de materias, tales como la etnográfica (estudios de las relaciones entre costa, sierra y selva), la geológica (estudios de suelos y lechos rocosos), la geomorfológica (estudios de relieve y topografía), la hidrográfica (estudio de cuencas, humedales, meandros, desecamientos, inundaciones, y vaguadas o thalweg), la socio-económica (globalización interior, reciprocidad en las redes sociales amazónicas, ver Hooper, DeDeo, et.al.), la geopolítica (dualismo geográfico), la demográfica (mestizajes y migraciones internas hispano-lusitanas, guaraní-arawak), la lingüística (para la reconstrucción de identidades lingüísticas y para las difusiones lingüísticas, ver Hornborgy Hill, 2011), la ecológica (cultural, antropológica, sistémica, histórica), la etno-teológica (sincretismos chamánicos), la etno-botánica (farmacopea), la agronómica (meteorización química de nutrientes en suelos y plantas amazónicas, en Ibáñez, 2006), la diplomática, de relaciones internacionales y derecho internacional público (internacionalización de hidrovias), y la ingenieril hidráulica (canalización en istmos o varaderos y en humedales previniendo desecamientos, controlando inundaciones y erosiones y reteniendo sedimentos), centrales para la integración continental. En materia comunicacional, estos archipiélagos han obligado a implementar un costoso transporte marítimo costero de larga distancia entre dos océanos conectados sólo por el Cabo de Hornos, y más luego por el Canal de Panamá; y en el caso de África, por el Cabo de Buena Esperanza y más luego por el Canal de Suez; pero que perpetuaban sus mutuas y estériles rivalidades y chauvinismos.

Nuestro trabajo pretende entonces refutar las hipótesis etnográficas, geológicas e hidrográficas mencionadas, por cuanto en Sudamérica las relaciones entre la sierra y la selva fueron milenarias, al extremo de sostenerse que la población serrana no procede de Eurasia o la Polinesia sino de su interior amazónico. Y a semejanza de África, que posee en su interior grandes lagos (Chad, Victoria, Tanganyica) que son la naciente de los ríos Nilo, Níger y Congo, Sudamérica detenta al menos tres cuencas hidrográficas perfectamente conectables entre sí (la del Orinoco, el Amazonas y el Plata), separadas por cuatro macizos orográficos intermedios (macizos andino, charqueño, platino y guyanés) que operan entre sí como barreras o cuñas y cuyos orígenes arrancan desde hace millones de años. Viene al caso referir, geología histórica mediante, que hace diez o veinte millones de años, el Amazonas desembocaba en el Océano Pacífico, y que cuando un millón de años después; mediante choque, separación y deslizamiento de la placa tectónica de Nazca, emergió la Cordillera de los Andes, se fue formando simultáneamente una inmensa cuenca o mar interior (Than, 2006).

Este mar, cuando Sudamérica se separó de África, fue buscando su salida primero al Caribe (Golfo de Maracaibo), y luego al Atlántico, hasta que en tiempos geológicos lejanos, entre el cretácico tardío y el pleistoceno, hubo al menos seis fases de alza y quietud tectónica, época en la cual el enorme espacio se fue desecando (para la tectónica andina como causa de los cambiantes patrones de drenaje en el mioceno del norte de Sudamérica, ver Horn; Guerrero; Sarmiento y Lorente, 1995; y Guerra-Turín, 2011). En esa compleja epopeya geológica se fueron produciendo crecientes zanjeados naturales de cuencas hídricas, con inundaciones, avalanchas, aludes de rocas, minerales procedentes de erupciones volcánicas, desprendimientos de laderas y polución química natural o eutrofización, y acompañadas por la resistencia del sustrato geológico para descomponerse y formar suelos, donde las cuencas mayores fueron capturando y decapitando a las cuencas menores, y donde los suelos fueron escoltados por múltiples aportes de sedimentos y nutrientes (nitrógeno, fósforo, calcio, zinc, manganeso). El escurrimiento de aguas y consecuente floración y proliferación de algas y larvas fueron drenando la vida acuática, formando películas bacterianas, humedales, pantanos y ciénagas, y suelos ácidos, y fue apareciendo vegetación emergente dando lugar con el correr de los milenios a inmensos sistemas forestales y muy posteriormente a primitivas faunas silvestres (Cleary, 1990; Albergaria de Queiroz, 2013).

Para el propósito de estos análisis historiográficos, etnográficos, geopolíticos, geológicos e hidráulicos nos hemos propuesto indagar los proyectos pioneros de canalización comenzando con las expediciones de Tabares, Fritz, La Condamine, Rodrigues Ferreira, y Humboldt, y siguiendo con la lucha entre tesis geopolíticas opuestas para el análisis de la integración de las cuencas hídricas. Entre esas tesis hemos jerarquizado el dualismo geográfico, el desplazamiento de los límites fronterizos, y la consecuente fragmentación del espacio amazónico en un continente hidrográficamente desintegrado. Como derivación de esa disputa y esa fragmentación estudiamos los frustrados congresos de ingenieros latinoamericanos que se convocaron para estudiar la integración de las cuencas fluviales y sustituir los planes ferroviarios. Para analizar los intentos de romper la dualidad geográfica estudiamos la globalización y el cabotaje interior del circuito amazónico desagregado en seis (6) grandes tramos o corredores y sus respectivos afluentes, y su impacto en el mercado interno sudamericano (laboral, productivo, educativo, cultural, etc.), la operación “Fitzcarraldo” y la faraónica mudanza de la capital brasilera a Brasilia, seguida por el enfrentamiento entre las opciones integradoras y las mutiladoras. Para investigar la integración hidrográfica pan-amazónica analizamos las obras de ingeniería hidráulica y las ponemos en contraste con varios ejemplos históricos mundiales. Y como conclusión tomamos conciencia de las malversaciones del BID-Banco Mundial, de la esterilidad de la pugna entre las ínsulas mayores (Brasil y Argentina) y de la necesaria internacionalización de las hidrovías interiores de América Latina.

II.- Utopía de integrar las cuencas hidrográficas y las expediciones de Tabares
Rodrigues Ferreira y Humboldt

La utopía de integrar las cuencas hidrográficas del Orinoco, del Amazonas y del Río de la Plata comenzó muy lenta y esporádicamente. Se inició con la aventura expedicionaria del bandeirante portugués Antonio Raposo Tabares (que violaba la línea fronteriza del Tratado de Tordesillas), a través de los ríos Guaporé-Madeira hasta la boca o estuario del Amazonas luego de producida la rebelión de Portugal contra la dominación Habsburga (1648); y siguió con las expediciones cartográficas del jesuita Samuel Fritz en el Amazonas de fines del siglo XVII, y de la llegada al Ecuador del hijo de la Ilustración Francesa el explorador Charles Marie de La Condamine en 1735; la expedición amazónica del portugués Alexandre Rodrigues Ferreira (1783-1792), patrocinada por la reina María I, y los descubrimientos en Venezuela del naturalista prusiano Alexander von Humboldt en 1799.

Humboldt conocía los intentos de construir canales en Grecia, Egipto, China y Rusia. En la Grecia antigua, el Canal de Corinto conectaba el Egeo con el Golfo de Corinto. En el Antiguo Egipto, el canal de los Faraones ligaba el Río Nilo con el Mar Rojo a través de la depresión de Wadi Tumilat, y la obra fue comenzada por Darío el Grande cuando Egipto estuvo invadido por los persas (510 A.C.), y más tarde desarrollada por Ptolomeo II Filadelfio (282 A.C.), nieto de Alejandro el Grande, luego por el emperador romano Trajano (117 D.C.), y finalmente en el siglo XIX por el ingeniero francés Ferdinand de Lesseps (1869). En China, el Gran Canal de 1800 kilómetros, que venía de Pekin y unía los ríos Amarillo y Yang-Tsé, construido por los emperadores a lo largo de sucesivas dinastías había sido mencionado por Marco Polo y el sinólogo jesuita Matteo Ricci (Needham, 1986; Avarello, 2015).

Como Humboldt también estaba al tanto de los avances en Rusia del Canal Mariinsk, que ligaba el Río Volga con el Mar Báltico (de 368 kilómetros de largo), habría querido emular esos antecedentes históricos y remontando el Orinoco y las bifurcaciones del Casiquiare, en la Amazonía, descubrió la función natural de este último (esta expedición fue repetida dos siglos más tarde por otro alemán Klaus Reckling).Y en un intento de extender sus investigaciones hidrográficas (Del Orinoco al Amazonas. Viaje a las Regiones Equinocciales del nuevo continente), Humboldt envió a su socio y colega, el botánico y naturalista francés Aimée Bonpland al Paraguay, para que explorara la integración fluvial de la cuenca del Plata y el Alto Paraguay con el Río Amazonas, lo que se frustró por la anacrónica actitud del dictador José Gaspar Rodríguez de Francia, crudamente retratado por Augusto Roa Bastos en Yo el Supremo (Kohlhepp, 2005).

http://www.scielo.br/scielo.php?pid=s0001-37652005000200010&script=sci_arttext

(*) Este artículo es una versión muy mejorada de trabajos previos publicados electrónicamente que llevaron por título primero “Hidropolítica y combate contra la Ferrovía extractivista y la desintegración Latinoamericana”, publicado en Agulha Revista de Cultura (Fortaleza, São Paulo), Fase II , Número 11 , Junho de 2015; y más luego “Fragmentación del espacio amazónico y criminal negligencia de nuestros dirigentes en la caracterización de las hidrovías de América Latina”, publicado en InComunidade (Porto, Portugal). Los títulos –fiel reflejo del contenido– fueron cambiando de tenor a medida que el estudio fue avanzando en profundidad y en nuevas líneas de investigación. Cabe consignar que este trabajo no hubiera sido posible sin el apoyo moral e intelectual de mi esposa María Cristina Mendilaharzu.

– Ver nota completa en archivo adjunto

– Por Eduardo R. Saguier
Museo Roca-CONICET

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– Notas relcionadas:

Hidropolítica y combate contra la desintegración Latinoamericana
https://www.salta21.com/Hidropolitica-y-combate-contra-la.html

Hidropolítica y combate contra la Ferrovía extractivista y la desintegración Latinoamericana
https://www.salta21.com/Hidropolitica-y-combate-contra-la-10819.html

Fragmentación del espacio amazónico y criminal negligencia de nuestros dirigentes en la caracterización de las hidrovías de América Latina (*)
https://www.salta21.com/Fragmentacion-del-espacio.html

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