24.2 C
Salta
domingo, noviembre 24, 2024

Gobernador Urtubey, usted discriminó y estafó a Salta 21

Notas más leídas

Anunció que la pauta oficial no se utilizaría para “comprar opinión”. Prometió que no habría favoritismos ni exclusiones. Salta 21 hizo todos los trámites y la consecuencia fue nefasta: no nos pagaron y hoy adeudamos en impuestos más de tres mil pesos.

Los medios independientes miramos con expectativa su llegada al gobierno de Salta. Aunque no tenemos una legislación como la que rige en las democracias más desarrolladas que impide usar fondos públicos para extorsionar a los medios obligándolos a ser oficialistas, usted, Juan Manuel Urtubey, ciudadano que es hoy el primer mandatario provincial por elección democrática, prometió terminar con una política que rigió durante décadas en la provincia para someter a la prensa a los designios del gobierno de turno.

Finalmente usted accedió a la jefatura del Ejecutivo Provincial y algunos medios independientes -hasta entonces discriminados- corrieron a pedir la pauta oficial. Se la dieron. Parecía una confirmación de que las promesas no eran falsas.

Acostumbrados al trabajo periodístico más que a la faz comercial, seguimos enfrascados en nuestra tarea de prensa. Tal vez cierto escepticismo o desconfianza hacia los gobernantes y políticos no nos dio el reflejo aconsejable en estos casos.

Celebramos que muchos medios alternativos e independientes que en la época de Romero eran discriminados recibieran el dinero de la publicidad oficial.

Más tarde, realizamos los trámites necesarios para recibir la publicidad oficial. Los lectores que nos siguieron durante el 2008 pueden confirmar que Salta21 colgó la publicidad oficial desde agosto de ese año. La mantuvimos ininterrumpidamente hasta agosto de este 2009. La levantamos cuando ya no tuvimos duda alguna -tras el ejercicio de una paciencia china- de que habíamos sido vilmente estafados y discriminados. Esperamos un mes, dos, tres, cuatro, un año. Nunca nos dijeron que no. Nos dijeron siempre que sí. Pero nada.

No fuimos a “gritar” ni a hacer “escándalo”. Procedimos formalmente. Seguimos los pasos solicitados para obtener ese aporte como el resto de los medios. Por esa credulidad y transparencia hoy acumulamos una deuda de más de 3.000 pesos en AFIP, Rentas y el banco donde nos hicieron abrir una cuenta.

Esto constituye una ESTAFA:

Periodística: tuvimos un año colgada la publicidad y ella aparecía realmente como un viraje en la historia de la política de medios en la provincia en tanto por primera vez un periódico crítico e independiente no era discriminado por un gobierno.

Económica: la reconversión de un medio alternativo en uno sistémico implicó una inversión que se transformó en un pasivo que hoy pesa sobre su entidad y su misma existencia.

Pública: se inscribió a nuestro medio a través de la emisión de la publicidad oficial que no fue pagada dentro de una conciencia democrática que hizo pensar a muchos ciudadanos que es posible la igualdad en la opinión más diversa y hasta contraria a las acciones del gobierno.

Legal: a través de tramitaciones oficiales y de la aceptación de funcionarios que admitieron y canalizaron la solicitud de la publicidad para luego incumplir los compromisos asumidos violando la normativa vigente en las contrataciones realizadas de buena fe.

Ética: la mentira jpg_Urtubey_10.jpg

Psicológica: la presión ejercida en largas esperas, en inminentes liberaciones de fondos, en cínicos reconocimientos a nuestra tarea. Funcionarios que prometieron una pauta de 2 mil pesos para luego bajarla a 500 y finalmente a nada.

Laboral: horas de espera y peregrinaciones al Grand Bourg
sustraídas a las tareas productivas y periodísticas. Funcionarios que desaparecían o pasaban raudamente con un “todo está bien, ya sale, vení después que me tengo que ir urgente con el gobernador a Nazareno”.

Moral: recriminaciones y burlas de colegas como: “y vos te creíste que te iban a dar la pauta?” o “ya cobraste, si vi la publicidad en la página” o “ustedes son oficialistas” o “yo no puedo creer que no les den, si les dan a todos, están mintiendo!”

Ideológica: somos discriminados por nuestra particular visión del mundo. No somos del Opus Dei ni lo queremos ser. Sería ridículo fingir catolicismo dogmático y abstinencia sexual para recibir el dinero de la pauta oficial.

Contra la libertad de expresión: consejos dados en forma indirecta y sutil que se pueden traducir en estos términos: “bajen el nivel de crítica y tendrán la pauta” , o bien: “ustedes no están acompañando a la gestión de Juan Manuel”.

Política: usted -ciudadano empleado de los salteños por elección democrática para ocuparse de los asuntos públicos comunitarios- prometió cambiar las prácticas antidemocráticas de las administraciones anteriores.

Hipócrita

Entre dos males, preferimos la verdad cruel de la injusticia deliberada y jpg_arton1548.jpgfrontal, a la mentira y a la hipocresía que usted cultiva. Sin vergüenza.

El ex gobernador Juan Carlos Romero tenía en este aspecto un criterio transparente en su deliberada injusticia: entregaba la pauta a los oficialistas, no fingía que apoyaba a la prensa independiente y crítica.

Todo esto contrasta violentamente, señor gobernador, con el compromiso asumido por usted con la Asociación de Periodistas de Salta, cuando era presidida por Gregorio Caro Figueroa -quien hoy es funcionario de su gobierno- de no discriminar a los medios por su orientación ideológica, política o editorial.

A tal punto creímos que con usted sería posible la democracia informativa que no dudamos en subir la pauta apenas tuvimos el OK de sus funcionarios del área y hubimos cumplido todos los requisitos legales. Nos arriesgamos a que nos tildaran de oficialistas. Pensamos que eso era natural porque habitualmente no se daba publicidad oficial a medios independientes u opositores. Apenas subimos el banner oficial perdimos de inmediato 100 lectores de los 1.000 ingresantes diarios que teníamos entonces. Pero los que se quedaron advirtieron que no modificamos la línea editorial, y seguimos creciendo hasta llegar a duplicar la cantidad de lectores.

Su gobierno anunció a fines del año 2008 una baja en la pauta que reciben todos los medios por la crisis económica y que no se haría publicidad oficial en las vacaciones. Pero en muchos casos esa norma “general y absoluta” no se cumplió.

En la mesa de Año Nuevo un funcionario de su gobierno comentó: “le bajamos a Peña la pauta mensual de 80 mil pesos a 60 mil, pero comenzó a pegarnos fuerte y tuvimos que volver a pagarle lo que le dábamos, porque nos estaba haciendo mucho daño”.

O sea que se sigue fomentando el periodismo extorsivo y mercenario y liberando fondos de acuerdo a criterios que nada tienen que ver con la honestidad, la transparencia y el espíritu democrático.

Señor gobernador de la provincia: le agradecemos que no nos haya dado la pauta, porque eso nos ha permitido conocer un aspecto poco difundido de su gobierno: la hipocresía. La seguiremos reclamando y vamos a mantener nuestra línea editorial con ella o sin ella.

Importante : Si se lee esta nota que linkeamos a continuación se comprobará el impacto que significó para Salta 21 la incorporación de una publicidad oficial que nunca se pagó. Salvo 500 pesos autorizados en diciembre por Gonzalo Quilodrán que se los tragó el rojo furioso de una cuenta bancaria que nos habían obligado a abrir 5 meses antes para recibirla:

Atención, no lea esta página porque somos oficialistas

http://www.salta21.com/spip.php?article980

– Fotomontaje: Carlos Tejerina

Para leer notas anteriores de los autores del sitio hacer click en el nombre

9 COMENTARIOS

  1. Paguen los impuestos como cualquiera de nosotros…
    Deben $ 3.000.- por no tener publicidad? Seria bueno que aclaren que con publicidad o sin ella ustedes siempre tuvieron que estar inscriptos en la AFIP.
    Son las reglas de juego en un pais civilizado. Yo no tengo pauta publicitaria y pago mis impuestos como cualquiera.
    Ustedes estan a favor del trabajo en negro, del comercio en negro?
    Paguen muditos. Y si tienen o no tienen pauta del gobierno no le importa a nadie. Busquen publicidad de otro lado, que no esta prohibido.
    Saludos.
    Daniel

    • Si no le interesa para que lee
      Para estar inscripto en AFIP hay que tener con que pagar. Ud. Daniel seguramente tiene Facebook, hotmail y algún triste blog. Si todos los medios denunciaran el manejo de la pauta, las reglas del juego serían más parejas para todos. Conozco un amigo que que tampoco recibe la pauta porque no tolera que le digan lo que tiene que decir, que le armen las preguntas y lo encajonen. Queda claro que los tramites exigidos son muchos y queda claro porque no le dan a este medio la pauta… Sigan como están, saludos.

  2. Gobernador Urtubey, usted discriminó y estafó a Salta 21
    jua, esto no es nuevo; este gobierno llego al poder hablando mal de la gestion anterior, inventando mentiras sobre la compra de tramites o funcionarios, especialmente en trabajo y en medio ambiente. No les importo manchar el buen nombre y honor de gente que trabajo con honestidad y sacrificio y se gano el sueldo. Ahora, estos nunca te van a decir que no, siempre te pasan la vaselina, porque creen que son muy vivos y vos sos un gil de cuarta que no entenderas nunca cual es su estrategia. en fin, la culpa es nuestra por no saber decirles de frente que son unos hipócritas y que no se hace politica con la mentira o sobre la reputacion de gente honesta. Lo tenemos merecido porque al fin y al cabo, tienen razón, somos giles y ellos son mas vivos.-

  3. Pauta oficial: Urtubey discriminó y estafó a Salta 21
    A ver si acabamos con la hipocresía, señores.
    Leyendo éste y el artículo relacionado me sentí motivado a opinar.
    Son muy simpáticos.

    Interesante sería enumerar cuántos medios NO reciben pauta publicitaria de Gobierno. De lo contrario la lista es larga. Y no es de ahora. Pasó siempre y la receta funciona: para los que tienen que comer o mantener el sueño del «pibe periodista» transgresor, agerrido e «independiente» y para los que necesitan convencer a la opinión pública por medio de aquellos para luego enriquecerse a costa del estado (y de todos los que lo solventan).
    Vamos.

    Si la gente común se preocupara por informarse debidamente por sus propios medios o si los responsables de transmitir información divulgaran las verdaderas razones por las que el prójimo vive como la mierda, no le creería MÁS al 99,9% de los medios de comunicación, periodistas (de los pedorros y de los que se ponen traje), conductores, locutores, agencias de publicidad, licenciados porongas, etc., de aquí, de Buenos Aires y hasta de la China, pagados por el Gobierno o por la «oposición».

    Por supuesto, hay excepciones y me disculpo de todo corazón, desde ya, con esas personas y profesionales (vivos y difuntos) que, a pesar de que anduve mezclado en medios de comunicación por años, no tuve la suerte de conocer y que seguramente buscan/ron la verdad con honestidad y sin miedo.

    Caer de rodillas ante quien en algún momento se critica o se ataca, por hambre o, peor, por una debilidad transitoria, es poco serio. El perro que muerde la mano del que le da de comer termina recibiendo una patada en el culo, indefectiblemente. Y creo que cualquiera reaccionaría igual. Digo, cualquiera la daría una patada al caschi.
    Hay algunos que son más «vivos»: muerden despacito la mano del amo y éste les dá el mejor alimento balanceado porque en el falso mordisco hubo también una lamida. Hasta reciben una palmada cariñosa.
    Éstos son los ejemplares que después se compran camionetas tan grandes, que apenas las alcanzan a subir porque la puerta les dá a la altura del estómago.

    Hay otros que dejan la indumentaria de periodista por un hermoso banco en la cámara de diputados o en el concejo deliberante con el gastado y gracioso verso: «… ahora voy a trabajar por la gente».
    Es una cuestión de principios.

    Yo no tocaría la puerta de mi enemigo para pedirle unas monedas para el cumpleaños de mi hija. Me daría vergüenza. Y lo cierto es que Gobierno no toca la puerta de los medios para llevar las velitas del cumpleaños. Son ustedes, señores periodistas y dueños de medios de comunicación, que hacen una procesión para ser aceptados en el «club». Llenan infinitos formularios, hacen la cola, pagan sellados y van con la mejor sonrisa a pedir la bendita pauta.

    Por cierto, soy anarquista racional. Me dan igual los gobiernos y los medios. Cuando deseo saber la verdad busco por mí mismo. Y, ay, si habré visto situaciones, de color, irrisorias, avergonzantes, degradantes y de otros diversos tipos. Tampoco escribo desde algún oscuro resentimiento, tengo todo lo que necesito para vivir y jamás fuí un pedigüeño.

    Ahora que levantaron el polvo, qué esperan? Vamos (un guiñe).
    O esto fue sólo un pataleo (?).
    Les aclaro, no es con ustedes, es con el «género».

    El pueblo tiene los gobernantes que se merece.
    Los gobernantes son elegidos por cuán repetidas aparecen sus caras o sus nombres en los «medios de comunicación» o en la vía pública, no por su trayectoria y su hombría de bien, necesariamente.
    El Sr. Olmedo, por ejemplo, es un caso de estudio.
    Quiénes los ponen ahí? USTEDES. Por dos pesos o por un millón. Y después, que los han convertido en «semi-dioses» (una grasada por la cual se traicionan a sí mismos) pretenden escarbarles el bolsillo o lamerles las botas.

    Y cuando la lamida no consigue un puñado de alimento o el bolsillo se quedó sin monedas, se enojan. Pucha.
    En resumen, para mí, un claro acto de debilidad de parte de ustedes. Pero gracias, me entretuve un rato.

    Juan C

    • No es divertido, es patético: el periodismo no existe
      Si usted es un anarquista con mucho tiempo y con mucho dinero y tiene el privilegio de poder buscar por sí mismo toda la información que quiera o que necesite, bueno, su caso es una excepción.

      La mayoría de la gente trabaja en las aulas, los quirófanos, las oficinas. Entonces se informa por los medios. Si usted se para con un megáfono en una plaza podrá transmitir información o expresarle una opinión a algunos cientos de personas. Si habla en una radio lo escucharán miles.

      Yo por lo menos no me hubiera enterado que Nixon espiaba la sede el partido demócrata, que Cantarero recibió y repartió en el Senado coimas pagadas por De la Rúa, que hay minas antipersonales en la frontera de Chile, que Menem traficó armas a Croacia, que el origen de la fortuna de Romero está en el narcotráfico, etcétera, si periodistas no lo hubieran investigado y dado a conocer.

      Porque incluso si usted que tiene tiempo y dinero y es un diletante que busca su propia información seguro que mientras se aboca a investigar un tema habrá muchos otros que estará dejando de lado.

      Denunciar esto –lo que hace Urtubey con la prensa- no nos hace débiles, creo yo, sino al contrario, ponerlo sobre el tapete ayuda a seguir luchando contra un sistema perverso.

      No es algo utópico, aunque entre nosotros la meta esté aún lejana. En las democracias más avanzadas se ha logrado limitar el poder de los políticos de corromper a la prensa y aniquilar a los medios críticos.

      Tampoco es de vida o muerte, aunque sí transforma la democracia en una farsa siniestra. De última nosotros podemos sobrevivir sin la pauta oficial. O si nos cansamos ponemos FIN y nos dedicamos a leer poemas de Borges.

      Pero no reclamar ni denunciar lo que hace Urtubey –que, por otra parte tiene usted razón: lo hicieron siempre todos los gobiernos- es de una irresponsabilidad enorme. Que la gente crea que todos los medios y los periodistas trabajan en igualdad de condiciones es lamentable. El Tribuno tiene hasta un helicóptero para desinformar y como es el medio oficialista número uno Urtubey le esta enviando más dinero del que le giraba el propio Juan Carlos Romero durante su gobierno. En una ocasión, hace unos años, con un colega nos tuvimos que trasladar a dedo hasta Pichanal para averiguar sobre torturas en la comisaría del lugar. No me quejo ni me arrepiento. Pero esto es algo sobre lo que sería bueno reflexionar.

      Insisto, su caso es una excepción. Usted sabe que tiene que desconfiar de la prensa y los periodistas. Pero el 90 por ciento de la gente cree lo que dicen los diarios, la radio, la televisión. Cortinas de humo. El asunto es lo que no dicen. Y en esto están condicionados por el poder del dinero del estado usado en forma corrupta por el gobierno para comprar a los medios y a los periodistas.

      Es algo que se tiene que saber y que es necesario denunciar. Y seguir denunciando.

      Por todo esto es que cuando me invitaron a un debate en la Unsa, al que asisteron alumnos de la carrera de Comunicaciones Sociales, dije que en realidad EL PERIODISMO NO EXISTE.

      En estas condiciones una prensa libre e independiente es imposible. Y eso –en esto difiero con usted- a mi no me parece divertido. Me parece patético.

      • No es divertido, es patético: el periodismo no existe
        Miguel, tal vez esté sensible con este tema, pero por si no lo notó hice incapié en el ámbito periodístico en general, no particularmente en su persona o en su canal de comunicación. De hecho le agradezco haber publicado mi opinión.
        No me voy a disculpar con Usted por lo que dije de Olmedo por lo mismo que expreso más arriba. Es simple: no se haga cargo de lo que no le toca. Deje eso para los verdaderos involucrados. Por favor, usted debe haber entendido algunas de mis metáforas.

        Como mencioné, a mi estos temas me divierten, sí, más allá de que el fondo de la cuestión sea una situación patética, como usted dice. Me divierten porque puedo discernir y aceptar o no la información que me ofrezcan y es una lástima que la gente común no esté mejor informada y tenga esa chance; una responsabilidad que les corresponde a ustedes; aunque, «la sabiduría y la disciplina son lo que han despreciado simplemente los tontos». -Proverbios 1:7- *
        * Le cuento: no soy católico, ni filántropo ni adinerado (al menos no por ahora).

        La gente común no está interesada en las denuncias acerca de las pautas publicitarias de los medios, Miguel.
        Está enfocada en cómo sobrevivir. Con ese espíritu, con el desconocimiento de la verdad y de las alternativas disponibles para mejorar su calidad de vida es difícil para ellos perseguir un cambio que los reivindique. Son manipulados descaradamente y viven aturdidos por un aluvión de información innecesaria que no les aporta nada.
        Éso no me conmueve, pero estoy seguro que en algún momento de esta historia la situación se hará insoportable y la gente tendrá una necesidad propia de cambio, no de ese «cambio» propiciado por gobernantes o del articulado por los medios de comunicación.

        Para entonces, se habrán acabado las «pautas publicitarias» y no habrá nadie a quien intentar convencer.

        Juan C

        • Olmedo avanza pese al periodismo uni/soli-tario
          Juan Carlos: sería bueno que dé nombres de los chupamedias de Olmedo, que se difunda quiénes son los que apoyaron su candidatura. Salta 21 no lo hizo. Fueron pocos los candidatos a los que referenciamos porque la mayoría se reciclan. Sabemos que las tierras de Olmedo se las regaló Romero y que hoy, le parecen escasas para cumpir su plan conservador: todo para él y nada para el pueblo. Sabemos que no hubo derrame económico sobre Anta sino uso y abuso por parte de él y de su familia para quedarse con el oro verde. Pero su mayor ofensa se plasmó en Ley.

          En algo Ud. tiene razón: el periodismo crea dioses y semidioses, los eleva a la enésima potencia y luego uno se tiene que comer los resultados. Y como los endiosan por dinero o canjes pulicitarios o acomodos políticos, los jóvenes nada saben de las correrías de este personaje; y lo votan.

          Pero para colmo de males, una vez que algún medio nacional se da por enterado o en medios menos masivos se dijo la verdad, ya es demasiado tarde: lo tenemos recontra instalado autodefendiéndose y sintiéndose agredido por la prensa.

          No coincido con Ud. en eso del «guiño» que hacemos y que ahora que levantamos polvo- como dice- qué esperamos; cuando se despeje el polvo las cosas quedarán más claras. Esperamos decir la verdad, las cosecuencias no las sabemos nosotros, las intuimos. No fuimos a lamer las manos ni las medias de nadie por ninguna moneda, reclamamos simplemente lo que el gobernador prometió a todos por igual en su discurso triunfal de la madrugada del 29 de octubre, de 2007 que grabé y desgrabé para publicar en nuestro medio. Y mintió, sigue mintendo y descaradamente lo hará.

          Los quilombitos de los políticos en los Semanarios que sí gozan de publicidad y cuyos dueños operan para promoción de sus candidatos, son poco creíbles. Observe Ud. la Tv salteña: rueda de mentirosos y periodistas obsecuentes. Escuche Ud. la radio cuando habla un funcionario: se usan para excusar o para desmentir, para atacar al pueblo y defender las políticas truchas. A esos sí que hay que tenerlos contentos con la pauta.

          Y por no lamer ningún zapato, aguantamos la discriminación y a los perejiles que manejan la pauta, que sin ningún talento más que para ningunear, se pasean por el Gran Bourg como pinches de cocina. Hasta que salta un pez más gordo, más horrible, más corrupto, a señalar con el dedo: «a este sí a este no». Son las damas de compañía del gobernador que cuando este se aburre, les tira un tablero para que jueguen a las damas o un poco de agua hervida para que se entretengan matando hormigas.

          • Olmedo avanza pese al periodismo uni/soli-tario
            Romina, es aceptable que defienda su verdad, pero para evitar «malos entendidos» siempre es mejor mantener distancias con las cosas que pueden ocasionarnos un perjuicio innecesario. La confianza se consolida con el tiempo, pero se puede perder en un segundo. De estas situaciones se aprende.

            Saludos cordiales,
            Juan C

            (La «C» no es de mi segundo nombre)

    • Yo no lo puse ahí a Olmedo por dos pesos ni por un millón
      Con respecto a su acusación infundada de que yo lo puse ahí a Olmedo por dos pesos o un millón, le recomiendo que lea todas las notas y las referencias publicadas en este sitio sobre ese siniestro personaje. Ponga Alfredo Olmedo y Salta 21 en google y podrá acceder a ellas. Y luego de leerlas reconsidere si en este caso no le corresponde disculparse. Pero mejor no se preocupe. Estamos acostumbrados a ataques de este tipo. El único espejo no distorsionado es la propia conciencia.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -spot_img

Últimos Artículos