Uno de los rasgos distintivos del Gobierno kirchnerista, además de la corrupción y la ineficiencia en la gestión pública, fue el ataque sistemático a la prensa independiente y a las opiniones críticas a su gestión.
En la ofensiva desatada por el “gobierno nacional y popular” no se salvó ni Jorge Bergoglio, a quién Néstor Kirchner definió como “el Jefe de la oposición” solo porque el entonces Cardenal Primado de la Argentina se atrevía a pedir un poco de mesura en medio del autoritarismo que se desplegaba desde arriba mientras la consigna “¡Vamos por todo!” era pronunciada sin pudor por Cristina Fernández.
Desde la crisis del campo en el 2008 las diatribas del oficialismo contra cualquiera voz crítica fue en aumento, con un aparato de propaganda privado solventado con millonarias pautas publicitarias pagadas por todos los contribuyentes, y con los medios estatales como el Canal 7 de televisión y la red de Radio Nacional para uso exclusivo del partido político gobernante. Como si eso fuera poco, dirigentes opositores y ciudadanos comunes que se atrevían a manifestarse en la calle fueron catalogados como “golpistas” y “destituyentes” y sometidos al escarnio público: sucedió, entre otros casos, con la protesta del campo y luego de la marcha para reclamar justicia por el asesinato del Fiscal Nismann.
El Kirchnerismo hoy está en retirada. Desde que el país pudo ver por la televisión como los hijos y empleados de Lázaro Báez contaban fajos de billetes verdes en La Rosadita y el ex Secretario de Obras Públicas revoleaba bolsos con diez millones de dólares por sobre los muros del convento católico de General Rodríguez, el grueso del Peronismo ha comenzado a tomar distancia de los fundamentalistas de Néstor y Cristina y estos ya se han dado cuenta que ahora tendrán que remarla solos, lo que hace aflorar su costado más duro y fascista.
Los muchachos están ahora sobrecargados y a la hora de despotricar y actuar contra el gobierno del Presidente Macri no se guardan nada, y si no van dos ejemplos.
“Vamos a hacer lo posible para no dejarlos gobernar”. “Es un gobierno que va a caer, y nosotros ayudaremos a que caiga”.
Quién así se expresaba es Fernando Esteche, el líder de la agrupación de ultraizquierda “Quebracho”, en un acto político realizado en el gran Buenos Aires hace sólo dos semanas. A su lado estaban Gabriel Mariotto, vice gobernador de la Provincia de Buenos Aires hasta Diciembre; Fernando Vaca Narvaja, comandante montonero e integrante de la Conducción de la “Orga” en los años de plomo; Osvaldo Papaleo, colaborador y hombre de confianza en los años setentas de José López Rega, el jefe de la Triple A junto con el comisario Rodolfo Almirón; y Luis D’Elía, piquetero en los noventas, hoy convertido en empresario tras su paso por el gobierno kirchnerista.
“Si no los echamos del Gobierno vamos a terminar todos presos”. “Si (los jueces) la tocan a Cristina tenemos que hacer un levantamiento kirchnerista y popular para echar a Macri”.
Estas frases se lanzaron en otro acto a pocos días de aquél, organizada por una hasta ahora poco conocida “Tendencia Piquetera Revolucionaria”, dirigida por jóvenes piqueteros de clase media que usan chombas “Lacoste” y jeans y camperas de primerísimas marcas. En el acto estaban también el “Cuervo” Larroque, dirigente de La Cámpora; el intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi, y el virulento D’Elía. Hubo adhesiones de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, que dirige Juan Grabois, hijo de uno de los fundadores (en los años setentas) de la agrupación filo fascista “Guardia de Hierro”, que militaba en el Peronismo y eran cercanos, también, al benemérito López Rega.
Los viejos militantes del Peronismo de Salta conocen bien estas historias, saben de qué estamos hablando.
Hay un viejo dicho, que no por gastado ha perdido vigencia: “El Diablo los cría y ellos se juntan”. Y si no vean, el comandante montonero Vaca Narvaja junto al fascista Osvaldo Papaleo, que en los setentas aplaudía a la Triple A mientras esta secuestraba y asesinaba a los militantes de la Juventud Peronista y a los combatientes de la “Orga”; la dirigencia de Quebracho, que echa sus raíces en el PRT-ERP y tiene hoy la asistencia del fundamentalismo iraní, junto a los herederos de “Guardia de Hierro”, la agrupación de sello maccartista que estuvo siempre en las antípodas de las agrupaciones marxistas.
Estos son los tipos que quieren voltear a Macri, estos son los golpistas sin disimulo en la Argentina de hoy. La voluntad popular expresada en las urnas no les interesa, no les interesó nunca; en su praxis las instituciones republicanas no cuentan.
Si fueran sólo ellos, que en definitiva conforman una minoría, nadie se preocuparía. Lo que sí es preocupante es que haya muchos idiotas útiles que no se resignan a perder sus privilegios, desde un contrato con el Estado hasta un sueldo en un despacho público o una pauta oficial, y se encolumnan detrás de estos verdaderos golpistas y destituyentes, términos con que el Kirchnerismo nos embistió durante más de diez años.
– Nota: en Youtube pueden verse los videos con los actos políticos de estos personajes donde lanzaron estas diatribas.
– Oscar A. González (El Tala)
Golpismo de izquierda y los conocidos de siempre
Por que mienten y hacen un rejunte trucho?