Llevaba una vida de auténtico gitano. Vale la pena leer su biografía para tratar de entender su “swing” poderoso y personal. Este fue el hombre recordado. Un conjunto de instrumentistas de muy buen nivel unieron sus talentos para este homenaje.
Salta, Setiembre 4 de 2014. Salón Victoria del Teatro Provincial. Fernando Nocetti (guitarra 1ª). Walter Guzmán (guitarra 2ª) Rodrigo Rizzitano (contrabajo) Marcelo Gutiérrez (clarinete). Invitada: Constanza Bosso Galli (violín). Temas de Django Reinhardt, “Duke” Ellington, Henry Mancini y otros.
El jazz ha dejado de ser lo que hoy se conoce como música popular para convertirse, de alguna manera, en música académica, sobre todo cuando nos encontramos con intérpretes de nivel superlativo. Este recital dado por el grupo mencionado en el epígrafe, lo fue en homenaje del extraordinario guitarrista Django Reinhardt. ¿Quién fue? Un tipo completamente fuera de toda clasificación. ¿Cómo fue posible pensar que un chico nacido en Bélgica, criado por los gitanos que rodeaban la periferia parisina, con enorme y natural talento, haya contribuido con su arte, aportando características, estilos y formas que significaron innovaciones en relación a lenguajes de los músicos nacidos en Estados Unidos, la cuna del jazz?
Los estupendos Charlie Christian y Les Paul, entre otros, con el advenimiento del sonido de la guitarra eléctrica, tal vez no hubieran existido sin la aparición previa de Django, como se solía llamar a Jean Baptiste Reinhardt. Nacido en 1910 en la pequeña localidad belga de Liberchies, murió joven en París en 1953. Llevaba una vida de auténtico gitano habitando un viejo carromato que en un descuido se incendió y si bien Django, que ya era un ejecutante de alto nivel, salvó su vida y su pierna derecha, quedó con dos dedos de su mano izquierda inutilizados por la malformación que dio a sus tendones el brutal calor del incendio. Se recuperó e inventó un sistema para tocar su guitarra en diferentes variantes con los dedos restantes. Vale la pena leer su biografía para tratar de entender su “swing” poderoso y personal. Este fue el hombre recordado.
Un conjunto de instrumentistas de muy buen nivel, nombrados más arriba, unieron sus talentos para este homenaje. En la época de Reinhardt la guitarra tenía la doble función de la línea melódica o lírica mediante escala, notas, etc. o la de “keeper-time” con el acorde golpeado a tempo o ritmo definido, que luego quedó para el contrabajo y la batería. Nocetti y Guzmán, de excelente solos, hicieron eso. El primero con su formación de Berclee y Guzmán con esa posibilidad que tiene un artista. Rizzitano es un buen contrabajista que se lució en los solos de “Minor Swing” de Django y “Te veré en mis sueños” de Khan. Del clarinetista Gutiérrez he hablado varias veces en su condición de músico ecléctico aunque particularmente dotado para el jazz. Fue de relieve su parte en diferentes temas pero brilló en “Sweet Georgia Brown” de Bernie y Pincard. Finalmente la violinista invitada Bosso Galli, Su juventud anuncia buen futuro.. Tal vez atrapada aún por la partitura, cuando se libere de ella seguramente volará cerca de los grandes violinistas de jazz argentinos y del exterior porque estará en el campo de la libertad que el jazz requiere.