En las Primeras Jornadas del Folklore organizadas por la Academia del Folklore de Salta, realizadas en Pro Cultura Salta, entre los días 10 y 11 de noviembre se resolvió, entre otras cosas, promover las raíces más profundas en una asignatura.
Dada la importancia de conservar la cultura tradicional, folklórica y popular en nuestros ciudadanos y especialmente en los niños para promover la vuelta a sus raíces más profundas.
Y dado que el Folklore abarca diversos aspectos como ser las creencias, las costumbres, y las tradiciones.
Y considerando que en nuestra época se están perdiendo los valores tradicionales de nuestros padres, por medio del folklore se impartirían valores como la solidaridad, el respeto, la ayuda mutua y el trabajo cooperativo.
Como una manera de hacer frente a la aculturación y/o homogenización de la cultura de la globalización, y rumbo al bicentenario de nuestra nación, se debe implementar el gusto por ella que no es otra cosa que la identidad colectiva de la comunidad; de esta manera estaríamos formando un ser no repetitivo sino creativo. Un joven orgulloso y seguro de sí mismo, que comprenda que cada ser humano es un universo y que él mismo es un milagro.
Considerando –además- que una de las funciones más importantes de la escuela es la transmisión de la herencia social y cultural de nuestro pueblo, porque la educación debería realizarse a partir de esas raíces que posee dicho pueblo, de vivencias autóctonas de sus familiares o antepasados, en distintos ámbitos como el musical, artesanal, entre otros.
La educación estaría –además- al servicio del rescate, enriqueciendo culturalmente a docentes, alumnos y toda la comunidad, con el más firme propósito de preservar y difundir ese patrimonio ancestral que encierra la genuina sabiduría popular.
Por lo expuesto, se resuelve para el año 2010, formular desde la Academia del Folklore de Salta con el aporte de las organizaciones que componen el Plenario de Organizaciones para el Bicentenario en Salta, un anteproyecto de ley abarcativo, desde el nivel inicial hasta el superior, que integre a las actividades curriculares con el folklore, promueva la interacción grupal, el aprendizaje a través de la música, la danza, los cuentos, leyendas, poesía, costumbres, coplas y refranes con la finalidad de estrechar lazos entre la escuela, lo social y la comunidad. Propicie el desarrollo de expresiones creativas y comunicativas apropiándose de los distintos lenguajes; y que promueva el rescate de la sabiduría popular en su propio hábitat donde se encuentra la escuela y con la ayuda de especialistas que nos instruyan por el camino del folklore como ciencia.
La futura asignatura serviría, entonces, para evitar la deshumanización, para vivir preocupados por el otro, por el “sentir con” ya que el individuo afianzaría de esta manera su identidad personal, también acentuaría las relaciones interpersonales que impone la vida en comunidad.
Por último, sabedores que en la actualidad, y a excepción de algunas parciales y breves experiencias desarrolladas en unos pocos centros escolares, el folklore, en sentido estricto, no es fácil de aplicar, se crearía un equipo multidisciplinario constituido por profesionales en Ciencias de la Educación, Antropólogos y Folklorólogos a fin de realizar con éxito la tarea encomendada.
Importancia del Folklore en la Educación
Folklore con «k» no está aceptado por la real academia, si folclore con «c».