Resulta común escuchar y leer publicaciones diversas sobre la educación tradicional vs la educación moderna, como si fueran opuestas, la mala versus la buena. Pero…lo más sintomático y curioso es que LOS/LAS Pedagogos no hablan por los medios ni escriben para orientar a una Opinión Pública, siempre ávida de conectarse con las corrientes de los nuevos tiempos, en plena era de la globalización informativa.
Y profusión de las redes sociales y comunicaciones en todo el planeta en tiempo real.
Si nos ponemos a pensar sobre nuestro trayecto escolar hace más de más de 30 años en adelante y observamos la educación hoy, podemos encontrar ciertas incongruencias en los discursos que la sostienen y legitiman, como si no hubieran transcurrido y transcurren cambios radicales en el mundo de la Educación en todas sus variantes.
La escolaridad formal, se constituye como el reflejo cabal de la persona que como Sociedad se quiere formar e integrar a través de sus Instituciones. Entonces, si nos situamos desde una Educación Tradicional, se pretendió formar una persona caracterizada por el individualismo, pasividad, intelectualidad, magistrocentrismo, verbalismo. En este modelo el docente, sería el centro de los procesos educativos, siendo el castigo y la disciplina, pilares fundamentales del objetivo académico deseado, utilizado como una suerte de disciplinador social.
Este modelo no fue capricho de los ilustrados de la época, se fundaba en políticas educativas que así lo legitimaban y socialmente aceptaba por esas épocas pretéritas, y sin duda, tenía coherencia desde la formación de los docentes, las normativas existentes, y las familias que admitían con total naturalidad y complacencia ajustadas al contexto de ese tiempo.
En el otro extremo, se encuentra la llamada “educación moderna o nueva”, centrada en el educando, que respeta sus ritmos de aprendizaje y particularidades individuales que atiende a la diversidad, donde junto al Docente como guía, va construyendo y descubriendo el mundo del saber con el docente que asume el rol del significante para hacerlo significativo y asequible para el educando. Este modelo pedagógico, además de asentarse en reconocidos pedagogos y educadores modernos, deberían plasmarse en diversos documentos oficiales, desde donde se emanan algunas políticas con relación a la materia específica en cuestión.
Por todo esto, sostengo que hay una gran falacia en éste último enfoque, porque en comparación con la Educación Tradicional, en la Educación Nueva, aún se ve desdibujada y en un clarooscuro, sobre qué clase de ciudadano se pretende formar de cara al futuro para esta sociedad. Puede observarse una especie de disociación involutiva entre la formación que reciben los Profesores, las innovaciones en materia didáctica que se inculcan, las actualizaciones normativas realizadas en los último años, en contraposición a una labor pedagógica signada por características propias de la educación tradicional, disfrazada con otras denominaciones y teorizaciones como la autodisciplina, el pensamiento crítico, la inteligencia emocional las que, realmente no se la trabajan en un proceso áulico y lo único que se logra es hacer perder el rumbo, siendo los niños y jóvenes los más perjudicados, sin que puedan desarrollar su masa y pensamiento crítico.
Creo que tenemos que detenernos a pensar cual es el origen de esta resistencia al verdadero cambio en las mentes de aquellos que tenemos la responsabilidad de formar formadores, en el fondo estimo, no queremos perder ese espacio de poder y dominación, simulando metodologías y estrategias pero al final terminamos valorando lo único que importa “cuánto sabe”, no lo que es capaz de hacer, pensar o reflexionar sobre el mundo que lo rodea. Quizá estamos muy cerca de lo que Paulo Freire sostiene y lo dejo a modo de interrogante “¿sería en verdad una actitud ingenua esperar que las clases dominantes desarrollasen una forma de educación que permitiese a las clases dominadas percibir las injusticias sociales en forma crítica y consciente?» ¿Será entonces para los tiempos venideros?
– Mabel Martínez Suarez
MBA Especializado en Educación
Master en Dirección y Desarrollo Directivo
Lic. Prof. Ciencias de la Educación
Mediadora