La era Romero se caracterizó por una presencia policiaca destacada en número y en algunas actuaciones terroríficas- como la del 1° de abril de 2005 y el desalojo en San Expedito 2007- para algunos sectores de la ciudadanía salteña. En su plan, estaba la idea de aumentar aún más los ingresantes: idéntica política para una nueva gestión.
El secretario de Seguridad, Jorge Skaf, afirmó que los supuestos básicos para la nueva gestión son “Vocación de servicio, entrega y respeto irrestricto a los derechos humanos». Esta frase está en consonancia con el discurso implementado a nivel nacional.
Las incorporaciones de los nuevos agentes suman 522 y se agregarán a la planta policial que actualmente cuenta con poco más de 7000 efectivos.
Sin duda alguna, la presencia de uniformados se verá reforzada. Durante los conflictos sociales sucedidos en Salta en los últimos años, se hablaba de “un estado policiaco” que seguía una política de seguridad basada en la violencia que más que velar por el ciudadano, protegía los intereses del gobierno. Tal es así, que las protestas callejeras se ampararon en contravenciones que favorecían esos intereses- y que no han sido modificadas- por lo que los manifestantes- en varios casos- tuvieron que recurrir a recursos de amparo preventivos o a la policía federal con intermediación de los jueces del área. El abuso policial dejó huellas sociales importantes sobre la gente con problemas habitacionales, en los casos más graves.
Del otro lado del mostrador, en las dependencias policiales, también se observó otra realidad: la falta de papel para imprimir una denuncia o entregar un certificado de residencia. En muchos casos, agentes motorizados se veían impedidos de realizar operativos de patrullaje por no tener nafta. Y de alguna manera, se modificó la burocracia con la disposición de un nuevo trámite que suplantó la denuncia: el acta policial. Actualmente, la Policía de la provincia recibió importante equipamiento informático y tecnológico en el marco del proyecto de digitalización de la información de las distintas dependencias. La entrega se realizó en la plaza de armas de Jefatura de Policía y estuvo presidida por el Secretario de Seguridad Jorge Skaf junto al jefe de Policía, Gerardo González. Se les entregó 44 computadoras, 24 impresoras y componentes hardware varios que serán distribuidos en las áreas operativas de la institución.
Este tema resuelve mínimamente la cuestión de la digitalización de la información y acelera la emisión de papeles para trámites simples. El director de Comunicaciones, Comisario Santos Velásquez, aclaró que el objetivo de la provisión es mantener actualizados los medios de comunicación e informáticos acorde al avance tecnológico.
Los nuevos agentes egresaron recientemente del curso de capacitación dictado por la escuela de suboficiales y agentes de la Policía. El alta se produjo mediante resolución Nº 31 de la Secretaría de Seguridad, que argumenta las necesidades de servicio para la incorporación de los efectivos.
La verdad de todo esto, a dos meses de gestión, donde comienzan a verse las medidas y avanza la política del nuevo gobierno, se dará en las calles cuando los ciudadanos puedan ejercer libremente sus derechos amparados en las garantías constitucionales. Y por otro lado, las políticas de resguardo de los derechos humanos para el trabajador en el libre ejercicio de sus reclamos, deben estar conforme a la seguridad social. El problema con el gobierno romerista fue que un trabajador o empleado público fue tratado como un delincuente por manifestarse en la vía pública. Se vivió una sensación de inseguridad insólita. Y los sectores carenciados, en el caso de brutales desalojos, vivieron sucesos nefastos que pasaron el límite moral soportable.
Memoria y control son pilares para la nueva generación ciudadana del cambio.