Repudiado por trabajadores de medios y acusado de fraude en las elecciones del Sindicato de Prensa Juan Carlos Marocco se quedó solo, apenas secundado por José Aramayo, tras una desafiliación masiva. Ahora ficha periodistas para el nuevo gobierno.
Miércoles 5 de diciembre. Suena el teléfono de mi casa. Una mujer me pregunta mi DNI, mi estado civil, cantidad de hijos y relación laboral. Le pregunto para qué es: “Una encuesta para el nuevo gobierno”-dice
La mujer que llamó a mi teléfono fijo dijo varias cosas: “debe ser para algo bueno”, “el nuevo gobierno nos encargó”, “estamos completando los datos de varios periodistas”, “en poco tiempo recibirá noticias”, “no sé para qué es”, “algunos dijeron que no tienen relación total”.
En síntesis: no dijo nada pero al final dio un dato: Alvear 354, Sindicato de Prensa.
El jueves 6 por la mañana me dirijo a esa dirección, sobre todo porque se trata del Sindicato de Prensa que se asocia a un nombre: Juan Carlos Marocco.
Sólo estaba la secretaria que llamó por teléfono y el señor Marocco. Les pregunto para qué están averiguando datos, cuál es el tema por el que me llamaron.
Me presento y sacan mi ficha: “quiero dejar en claro que no pertenezco a este sindicato”- les aclaro. Y solicito que me devuelvan la ficha con mis datos.
El señor Marocco se presenta ante mi pedido de dar su identidad, dice “el Doctor Urtubey nos encargó la encuesta a periodistas”. Lo extraño es que no daban datos concretos de este trabajo, fines ni causas, sólo que es para el nuevo gobierno y por encargo preciso del ahora gobernador.
“Si quiere no le damos sus datos”-me dice. “No hay problemas”.
Insisto en que “no pertenezco al sindicato”. Le dije exactamente tres veces: “no se enoje, tengo derecho a preguntar”.
Marocco expresó varias cosas: “después van a pedir plata al gobierno y no están ni registrados”,”algunos trabajan en negro”, “el nuevo gobierno necesita saber qué situación laboral tienen los periodistas”, “también pasarán por su casa”, “nos encargaron el trabajo y colaboramos, nada más”.
Le expreso que no quiero estar ligada a “este” sindicato y que un nuevo sindicato se está formando, a lo que Marocco, enojado me contesta: “¿sabe lo que piensa Urtubey del nuevo sindicato? Ni en cuenta lo tiene, ellos buscan sacar dinero a los empresarios”.
Le digo entonces: «este sindicato es romerista», y el señor Marocco contesta: “esas son macanas que dicen los periodistas, lea ese comunicado” (me señala dos hojas en la pared que no pude leer).
No me devolvieron la ficha aunque insistí. La secretaria me decía: “quédese tranquila, no es para afiliarla, usted no firmó nada”.
Marocco se molestó bastante, el lugar desolado no daba buena imagen ni ganas de detenerse más tiempo.
Me acordé de mi colega Darío Illanes, a quien le dieron una paliza después de impulsar su propuesta del nuevo escalafón para el nuevo sindicato de prensa. ¿Casualidad?
La postura de Marocco es clara: defiende los intereses del empresario y está con el gobierno (de turno).
Me quedé pensando en el cambio: así no sería posible. Me sonaban las palabras: “¿sabe lo que piensa Urtubey del nuevo sindicato?”