Un elenco de figuras principales de alto nivel. Momentos exigentes, bellos y atractivos que el oyente se llevó en sus oídos: dramático dúo entre Aurora y Miguel, momento mágico entre Aurora y Germán, convincente fin del cuadro primero del segundo acto con el trío Aurora, Germán y Miguel. Una hermosa zarzuela pedida desde hace tiempo por la gente.
Salta, miércoles 14 de mayo de 2014. Teatro Provincial. La del Soto del Parral de Reveriano Soutullo y Juan Vert (música). Antonio C. Carreño y Luis Fernández de Sevilla (libro). Aurora (Guadalupe Maiorino – mezzosoprano). Germán (Leonardo Menna – barítono). Miguel (Enrique Folguer – tenor). Catalina (Gisela Barok – soprano). Damián (Iván Maier – tenor). Tío Sabino (Fabian Mignani – tenor). Tío Prudencio (Luis Carám – actor). Mº José Darío Innella (Director de escena y Diseño de escenografía y vestuario). Zulema Villalonga (Asistente de dirección). Luciano Garay (Director del Coro del Instituto de Música y Danza). Daniela Pérez (Directora y coreógrafa del ballet Sol de Portocarrero). Bettina Robles (Iluminación). Silvina Ortiz (Realización escenográfica). Jorgelina de los Angeles Collar y Tatiana Yael Urzagasti (Coordinaciones de Pintura Artística, escenografía y utilería). Raúl Aquenes Agüero e Inés Montanarini (Coordinación de vestuario). María Beatriz Casermeiro de Goytía (Coordinación general) Orquesta Sinfónica de Salta. Director Musical maestro Jorge W. Lhez. En recuerdo de Jorge Velarde. Apoyo para Críos (Centro de rehabilitación Integral Oral para Sordos e Hipoacúsicos). Aforo 100%.
Una casa del campo cercana al centro de Segovia, a pocos kilómetros de Madrid. El matrimonio de Aurora y Germán su dueño. Germán guarda un secreto que se refiere a Miguel, hijo del hacendado que les vendió la casa al matrimonio. Germán y Miguel son amigos. Miguel está enamorado de Angelita -personaje que no aparece en la obra- y el secreto tiene que ver con esta última. Ella fue amante del padre de Miguel -que tampoco aparece pues murió- y por respeto Germán calla hasta que apremiado por los celos de Aurora, decide revelar la verdad a Miguel evitando el mal casamiento que haría con Angelita. En el medio, la reserva de Germán es tomada por su mujer como que su marido tiene relaciones con Angelita. Luego de hechos intermedios: casamiento de dos empleados de la propiedad, Damián y Catalina, la aparición del Tío Sabino y del Tío Prudencio, la fiesta de casamiento, los bailes, etc. todo se aclara y Aurora con Germán reencuentran la felicidad de su unión. Básicamente es la idea del argumento de una zarzuela llena de momentos agradables, textos graciosos, música que se recuerda sobre todo por sus logradas melodías y encantador lirismo.
La romanza de Germán, “Ya mis horas felices” donde cuenta su amargura y ruega a su mujer confíe en él, el gracioso dúo de Catalina y Damián, el lírico pasaje coral “Ronda de Enamorados”, el dramático dúo entre Aurora y Miguel, la flauta solista con la que cierra el primer acto, entonando los sonidos que caracterizan a Germán, el exquisito coro femenino “…de la consulta”, otro momento mágico entre Aurora y Germán, el convincente fin del cuadro primero del segundo acto con el trío Aurora, Germán y Miguel más las galas finales del cuadro segundo del mismo acto con el tema de Germán, fueron los momentos más exigentes, bellos y atractivos que el oyente se llevó en sus oídos.
El elenco de figuras principales de alto nivel y si bien no estuvo Cecilia Diaz reemplazada por la estupenda mezzo Guadalupe Maiorino, ésta, junto al tenor Enrique Folger rayaron a gran altura convirtiéndose en los más aplaudidos protagonistas. El barítono Leonardo Menna, de voz más pequeña, mostró impecable afinación en su personaje de atormentado hacendado. Muy bien la soprano Gisela Barok, lo mismo que su pareja el tenor Iván Maier, desenvueltos y divertidos. A similar altura el tenor Fabián Mignani y el actor Luis Caram que arrancó carcajadas con sus imposibles. Se lució el coro del I.M.D. y ocurrió lo mismo con el magnífico cuadro a cargo del ballet Sol de Portocarrero.
La iluminación irreprochable y la escenografía acertada. Se lució José Darío Innella con su dirección. La orquesta respondió con su ya reconocida calidad la cuidadosa batuta del maestro Lhez que no se pasó de decibeles y que además manejó los “tempi” en el acompañamiento preciso de los personajes. También hay que decirlo, mejor dicho repetirlo: la ecualización o la calidad del equipamiento sonoro para los parlamentos no está al nivel de lo que ocurría en escena, y el texto sobre impreso debe corregirse para que los ocupantes del pullman superior puedan leer con facilidad.
Se debe elogiar haber dedicado media página del programa de mano a Jorge Velarde, por su aporte al patrimonio cultural de Salta y en particular, al empuje que brindó a las temporadas de zarzuela que la ciudad vivió hasta ahora. El mejor homenaje a su memoria, será mantenerlas en el tiempo.