Las explicaciones del gobierno sobre la caída del techo de una escuela y las sospechas de corrupción. Las niñas víctimas son pobres. Sus familiares -lejos de agradecer al gobernador, como escribe El Tribuno- denunciarán penalmente al estado provincial.
Tres metros de losa, un material de concreto de unos diez centímetros de grosor, se desprendieron del techo del 1º 4ª EGB 3 a las 14,30 de lunes en la Escuela América Latina de Villa Lavalle. Escenas de pánico se vivieron en el aula. Varios alumnos fueron atendidos por lesiones leves y tres niñas fueron hospitalizas, dos de ellas con lesiones graves.
El gobernador Juan Carlos Romero y los ministros de Salud y Educación, José Luis Medrano y María Ester Altube fueron -en la misma tarde del lunes- a ver a las alumnas heridas en el Hospital de Niños, desde donde fueron derivadas a una clínica privada de Tres Cerritos.
Con el rostro desfigurado
La alumnas heridas -niñas de séptimo grado de entre 12 y 14 años- Gabriela Zurita, Gladis Aleman y karen Silvia Tabarcache pertenecen a familias pobres que viven en inmediaciones de la escuela América Latina, ubicada en una barriada humilde del sureste de la capital de la Provincia.
Gladis Aleman sufrió quebradura de antebrazo y lesiones en la muñeca, según informó una fuente del hospital. Tras recibir atención médica fue derivada a su hogar.
Gabriela Zurita, permanece internada. «Está en terapia intensiva -dice su abuela- Tiene daños en el nervio raquídeo y esto puede afectarle la motricidad de las extremidades inferiores». El material desprendido del techo le cayó en la cabeza. A su familia le preocupan las lesiones cerebrales y sus secuelas. El golpe le causó traumatismo craneal y lesiones en la columna cervical.
También sufrió heridas de gravedad Karen Tarbarcache, de 12 años. Cuando empezó a desprenderse la lámina de concreto del techo ella tuvo el reflejo de mirar hacia arriba y le cayó un pedazo de losa en la cara. Resultó desfigurada. Tiene múltiple fractura en el hueso malar: su rostro deberá ser reconstruído con cirugía.
«Está en coma» asegura un adolescente que se identifica como su tío. Su abuela dice que karen perdió todos los dientes. «Está en terapia intensiva y mi marido la está cuidando», informa a Salta 21 en su humilde casa de Villa Lavalle.
«La culpa es del gobierno
Los familiares de las víctimas dicen que ninguna autoridad les informó nada. Una de las compañeritas, que se escapó del establecimiento, corrió a avisarle lo que había pasado a la abuela de Karen, que vive a una cuadra en una casa cuyos techos de chapa están sostenidos por bloques. La mujer corrió, deseperada, a la escuela. Su nieta todavía estaba allí, en medio de los escombros. Una maestra gritaba «no la muevan, no la muevan»
La abuela de Karen cuenta del impacto que sufrió ante ese cuadro. «Estuvo tirada más de una hora, toda ensangrentada. Solamente me decía «ayudame abuelita que me duele mucho». En ese momento me agarró una aceleración del corazón y me tuvieron que dar aire y una pastilla para calmarme. La directora me dijo que es culpa del gobierno, no de ella. Doy gracias a dios que no se golpeó la cabeza, pero tiene el rostro desfigurado»
Estudiantes del colegio relatan: «La ambulancia demoró casi dos horas. Primero llegó la policía, que brindó poca colaboración. Se negaron a llevar a los amigos a que avisen a los familiares. Después que vinieron los bomberos recién llegó la ambulancia. Dicen que se demoró porque no habian médicos en la salita». Los alumnos denuncian: «Todas las aulas están deterioradas, se caen los revoques desde hace tiempo. »
Martes, 14,30. A 24 horas del hecho que fue noticia en Salta y el país, el colegio América Latina está cerrado. Una cadena y un candado sobre el portón de acceso desalientan a los curiosos. Dos madres leen un cartel que anuncia que las clases están suspendidas hasta el miércoles. Comentan que hace tiempo que se caen los revoques y que los techos están agrietados. La directora no deja pasar a la prensa. La vice no quiere hacer comentarios sobre lo que pasó. Nadie atiende reclamos de los padres.
Una psicopedagoga que trabaja hace 20 años en el colegio América Latina -a la que empleados del sanatorio identifican por el apellido, Serena- está sentada en la clínica de Tres Cerritos. Dicta órdenes al portero sobre el horario de visita a las víctimas y habla con mucha reticencia con el cronista de Salta 21. Dice que todo está bien, que las niñas están estables; que «se les cayó la mamposteria, solamente». Y que evolucionan muy bien.
Un carro celular de la penitenciería se detiene frente a la clínica. La madre de Karen, que está en la cárcel, ha sido autorizada a visitar a su hija. La niña vive con su abuela, que no puede mantenerla bien alimentada debido a que no tiene otro ingreso más que el de su marido. En el barrio, sus amiguitas comentan que solamente los alumnos de séptimo toman el desayuno en la escuela. Karen duerme junto a sus cuatro hermanitos en una cama de una sola plaza. Hace tiempo que no ve a su padre.
La falla oculta
Estas son algunas de las explicaciones que brindaron los funcionarios sobre el hecho:
Supervisora Mercedes de Jiménez: “Estamos frente a un hecho accidental”
Vicedirectora Analía Manzur: «Se trata de un imponderable, es una escuela nueva que funciona bien»
Hugo de la Fuente, secretario de Obras Públicas: «La construcción está perfecta. Es un hecho fortuito debido a la dilatación de los materiales».
María Ester Altube, ministra de Educación: «La escuela no tiene problemas estructurales»
Técnicos del gobierno: «Los materiales se dilataron por el brusco cambio de temperatura».
Psicopedagoga del colegio: «Todo está bien. Las niñas están estables. Se les cayó la mamposteria solamente. Evolucionan muy bien».
Juan Carlos Romero, gobernador: «Puede haber una falla oculta. Hay dos mil edificios que tenemos que atender. Si se comprueba alguna irregularidad en la construcción serán sancionados los responsables».
Según el diario El Tribuno, los familiares de las víctimas agradecieron al gobernador de la provincia y propietario de ese matutino. Para ese diario la noticia pasó más por la visita del mandatario en el hospital de Niños a las alumnas heridas que por las graves lesiones que ellas sufrieron. Pero en diálogo con Salta 21 las abuelas de las niñas Gabriela Zurita y karen Silvia Tabarcache no se mostraron agradecidas, sino muy preocupadas por la salud de sus nietas. Y anunciaron que radicarán denuncia penal por las lesiones que ellas sufrieron.
Informe y fotos: Leandro Méndez